Bolsamania

Los coches de Tintin

Aficionados al cómic y locos del motor disfrutarán a partes iguales del rally que organiza la revista Tintin, un encuentro de vehículos clásicos que se celebra en la ciudad belga de Lovaina y que tienen un vínculo común: todos ellos aparecen en alguna de las aventuras del intrépido reportero del flequillo. Son los coches de Tintin.

Más que un rally se trata de un gran desfile en el que participan cerca de 60 coches, desde el Museo Hergé (autor del inmortal cómic) de Lovaina hasta la gran explanada del Palais Royal de Bruselas.

La idea de este rally surgió de la mano de Lucien Beckers, que ya ha organizado varias exposiciones sobre los vehículos que aparecen en las aventuras de Tintín, que ya trabaja en la preparación de otro rally en Cheverny, el elegante castillo francés del Loira en la que se inspiró Hergé para crear el castillo de Moulinsart.

Hergé, enamorado de los coches

El jurado decidió premiar como mejor coche a un Triumph Herald rojo de 1966 (que aparece en «La isla negra»), valorando no sólo la conservación del vehículo sino el atuendo de los ocupantes, que copiaron con total fidelidad la vestimenta de la viñeta.

Otros coches que casaron sensación fueron un Jeep Willys (podéis verlo en www.jeep.co.uk) azul que aparece en la portada del álbum «Objetivo: la Luna», pilotado por el atolondrado científico de la serie, el Profesor Tornasol.

Hasta 79 modelos distintos aparecen en las páginas de las aventuras de Tintín. Hay una explicación para ello: Hergé era un gran aficionado a los coches y durante su vida llegó a poseer varios deportivos, especialmente italianos, por los que sentía especial debilidad. Un Lancia Aprilia como el que tenía en su garaje aparece  en «Tintín en el país del oro negro'». También dibujó su Porsche 356 en «Stock de coque» y su pequeño pero veloz Opel Olympia en «El cetro de Ottokar».

Otros coches icónicos de esta serie de tebeos es el Ford T negro de la portada de «Tintín en el Congo»o el Alfa Romeo Giulietta de «El Asunto Tornasol», además de un Lincoln Torpedo que Hergé dibujó para «Los cigarros del faraón» el cual, y esto  lo ignoran incluso los más reputados tintinólogos, es un prototipo diseñado por él y que el fabricante americano estuvo a punto de producir.

Fotos – Le Soir