Kobayashi: «Hay equipos que escogen a sus pilotos por el dinero que pueden aportar»

Como hemos venido contando en repetidas ocasiones, el de la Fórmula 1 es un mundo altamente competitivo y en el que, si es complicado llegar, más difícil aún es mantenerse. Uno de los ejemplos de esto es el piloto japonés Kamui Kobayashi, que después de cuatro temporadas en el ‘Gran Circo’ se ha visto obligado a exiliarse en el Campeonato Mundial de Resistencia, en el que, eso sí, ha competido con Ferrari. «Ha sido bonito haber tenido la posibilidad de representar a la Scuderia Ferrari en un evento así de importante. Por ello, me gustaría volver a dar las gracias al equipo y a su patrocinador Kaspersky Lab. Es importante poder acercar la Fórmula 1 al público con eventos promocionales como éste: una pena por la lluvia, puesto que de no haber llovido, probablemente hubiese acudido aún más público. ¿El accidente? La pista estaba muy resbaladiza y en ese punto había una protuberancia especialmente elevada y es por ello que me fui contra la barrera. Lástima, aunque estoy contento de que el equipo me permitiera volver a pista tan solo unos minutos más tarde«, ha comentado al término de la ‘Moscow City Racing’.

El corredor nipón ha vuelto a sacar a la palestra un tema de debate que está de máxima actualidad. Y es que, hoy por hoy, parece que para asegurarse un asiento en la parrilla lo fundamental es tener un buen respaldo económico. «En este momento hay muchos equipos que prefieren escoger a sus pilotos en base al dinero que pueden aportar, que por sus habilidades en pista: espero que esta tendencia cambie, porque mi objetivo es volver a la Fórmula 1 lo antes posible y estoy trabajando duro para lograr éxitos. Mientras tanto, todo lo que puedo hacer es dar el máximo por Ferrari en las competiciones de Gran Turismo y estar a disposición del equipo para lo que puedan necesitar, como en esta ocasión, o como cuando me pidieron que contribuyera en el desarrollo del monoplaza trabajando en el simulador«, ha sentenciado.

Kobayashi es un paradigma del amor al automovilismo y del sacrifico que a veces hay que realizar para seguir pilotando de manera profesional. Como ocurre en el fútbol cuando un jugador se ve obligado a descender de categoría para continuar dedicado a su deporte amado, el japonés ha elegido el camino menos reconocido pero quizás el más meritorio. Ya va siendo hora de que en la Fórmula 1 vuelva a imperar el talento sobre el dinero.