Bolsamania

Alcolock: si bebes no conducirás

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Según parece en Bélgica han encontrado el medio más efectivo para evitar que los conductores con un par de copas de más pongan en peligro la seguridad vial. La idea es un dispositivo llamado Alcolock que se instala en el vehículo y mide el grado de alcoholemia de la persona al volante. Lo realmente novedoso es que, en caso de exceder el límite permitido, no permite al conductor poner en marcha su coche.

Así que habrá que cambiar el viejo eslógan de «si bebes no conduzcas» por otro más contundente: «si bebes no conducirás».

El uso del Alcolock es voluntario, aunque ya ha habido una sentencia judicial en la ciudad belga de Gante en la que un conductor condenado por circular en estado de ebriedad ha sido obligado a instalar el aparato en su coche, pagándolo además de su propio bolsillo. Total, que la broma le ha salido por 3.700 €, sanciones aparte.

Así que este ciudadano deberá someterse al test de Alcolock para medir su nivel de alcoholemia antes de ponerse al volante. Si supera los 0,2 miligramos de alcohol el dispositivo bloqueará el sistema de arranque del vehículo.

Estamos ante la primera sentencia que decreta la utilización de este invento. Las leyes belgas permiten al juez imponer el Alcolock en aquellos casos en que el conductor haya sido condenado por superar los 0,8 miligramos de alcohol, o en caso de reincidencia en los tres años siguientes a la sentencia.

Sanciones por alcoholemia cada vez más duras

242877Y vamos de refrán en refrán: cuando las barbas de tu vecino veas pelar… Pues eso, que ahora cabe preguntarse si pasará mucho tiempo antes de que en España copiemos el sistema belga, con un Alcolock o similar.

De momento parece que la DGT capitaneada por la insigne María Seguí se inclina más por otros métodos que pasan por castigar el bolsillo del conductor infractor y de paso alivian un poco el lamentable estado de las arcas públicas.

El mes pasado vimos cómo el Consejo de Ministros aprobaba el anteproyecto de Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial por el que, entre otras cosas, se duplicaba el importe de las multas por alcoholemia, pasando de 500 a 1.000 € (ver La DGT quiere hacer caja). La disyuntiva sería la siguiente: prevenir o sancionar. No hace falta explicar cuál es la preferida por nuestros políticos.

Fotos – El Economista