
El Dax alemán 'hace oídos sordos' a la complicada situación política del país y se mueve de máximo en máximo, ignorando todos los problemas. En las últimas semanas, el principal índice germano ha superado con creces a los mercados estadounidense y europeo. Un buen comportamiento que tiene visos de continuar.
Al menos así lo cree Sabrina Reeh, porfolio manager de la gestora DWS, para quien las perspectivas a largo plazo "siguen siendo prometedoras". "El buen comportamiento del Dax en los últimos doce meses ha estado impulsado por sólo siete valores. Si el sentimiento mejora, el rendimiento podría extenderse al índice más amplio y los precios podrían subir aún más", enfatiza la experta.
Todo ello con un telón de fondo marcado por las elecciones que se celebrarán el próximo 23 de febrero, en las que parte como favorito el líder de la oposición Friedrich Merz (CDU), y donde una alianza bipartidista entre la CDU/CSU y el SPD de centroizquierda o los Verdes obtendría la mayoría de los escaños. Sin embargo, cualquier avance de la AfD o de la franja de izquierda conduciría a un parlamento más fragmentado. Un escenario que dificultaría las reformas que Alemania necesita.
"Desde el punto de vista político, es difícil calibrar si es probable que la economía se enfrente a un viento de cola o de cara en un futuro próximo. En Alemania, el entorno económico y político podría mejorar tras las elecciones. Si la economía china comienza a recuperarse, es probable que Alemania también se beneficie", indican desde la gestora.
Asimismo, Reeh destaca que "ahora hay los primeros indicios de que podría haberse alcanzado el punto más bajo de la coyuntura económica". Pero ¿qué puede significar esto para los mercados bursátiles?
MANUFACTURAS vs BENEFICIOS EMPRESARIALES
En DWS miran al futuro con optimismo y ven dos factores que podrían seguir impulsando a las grandes capitalizaciones alemanas.
Por un lado, observan al menos una estabilización de los datos económicos importantes para la industria manufacturera. "Los índices de directores de compras -indicadores adelantados del futuro desarrollo económico- han dejado de deteriorarse recientemente", dicen. Y es que en los últimos dos años y medio han estado por debajo del importante umbral de 50, señal de contracción. "Ahora hay indicios -aunque todavía tímidos- de un cambio a mejor", afirma Reeh.
Un segundo factor que también influiría positivamente en la cotización de las acciones es la evolución de los beneficios empresariales. "Las expectativas son muy bajas. Creemos que puede haber sorpresas positivas", señala Reeh. "Incluso sin una aceleración del crecimiento mundial, un crecimiento de los beneficios de entre el 5% y el 10% es realista. En la actualidad, muchas empresas del Dax están en crisis -por ejemplo, en el sector del automóvil- y ya han anunciado reestructuraciones".
La diferencia con recesiones pasadas, según explican desde la gestora, es que muchas empresas están hoy en mejor posición, con márgenes más altos y mejores balances. "Incluso en la industria automovilística, que ha sido fuente de muchas noticias negativas últimamente, hay indicios de que las bajas expectativas podrían tocar fondo". Tal es el caso, por ejemplo, de los valores automovilísticos alemanes, que ya han reaccionado muy positivamente a unas cifras de ventas mejores de lo esperado en el cuarto trimestre.
Con todo, en DWS advierten que la evolución de los aranceles estadounidenses sigue siendo un elemento de incertidumbre. "Si se producen sorpresas negativas importantes, esto podría tener efectos negativos; la caída de los precios a principios de semana proporcionó una muestra de lo que podría venir", concluyen.