¿Cuánta incertidumbre podrán soportar los mercados? Esto cree Columbia Threadneedle

Las incógnitas seguirán lastrando el apetito por el riesgo

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La guerra comercial entre EEUU y China parece estar fuera de control con la imposición de aranceles de represalia por parte de ambos países. Y esta situación no hace más que empeorar un sentimiento general ya bastante debilitado ante la expectativa de que pueda poner en jaque la economía global. Así, cada vez más malas noticias empiezan a descontarse en los mercados en medio de una elevada incertidumbre y con un Donald Trump con el que todo es posible. ¿Cuánto más serán capaces de soportar las bolsas?

"Aún hay muchas incógnitas y piezas en movimiento, e 'incertidumbre' es una palabra que empieza a desgastarse por su uso excesivo. Pero lo cierto es que seguimos en un vacío informativo", afirma Anthony Willis, economista sénior de Columbia Threadneedle.

"Los mercados han caído, pero aún prevalece la idea de que los niveles anunciados podrían no ser definitivos", añaden desde la gestora.

Un claro ejemplo de ello es la situación con China, que se ha convertido en un 'aviso a navegantes' en medio de las negociaciones entre EEUU y otros países por las tarifas recíprocas. En su famoso 'Día de la Liberación', Trump impuso un arancel del 34% al gigante asiático, que respondió rápidamente con una tasa idéntica. El mandatario estadounidense amenazó a Pekín con una arancel adicional del 50% si no lo retiraba, y ante los 'oídos sordos' de China, el país norteamericano elevaba las tarifas hasta el 104%, provocando que el país asiático incrementara los suyos hasta el 84% sobre las importaciones estadounidenses. Un movimiento que, lógicamente ha tenido su consecuente actuación por parte de Washington elevando los aranceles a Pekín al 145%, lo que a su vez ha provocado que China aumente los suyos al 125%.

Todo esto ha contribuido a empeorar el clima general. "Los mayores daños probablemente se concentrarán en la economía estadounidense. Estas medidas aumentan la probabilidad de que China y Europa recurran a estímulos económicos para mitigar los efectos. Los movimientos de mercado a finales de la semana pasada apuntan a una fuerte limpieza de posiciones", señala Willis.

De manera que, los próximos días, en los que comenzarán las negociaciones entre EEUU y el resto de países tras la pausa de 90 días anunciada por Trump para los aranceles recíprocos, serán clave para entender si la situación puede empeorar.

La Unión Europea (UE), de momento, también ha decidido decretar una tregua en sus contramedidas a los productos estadounidenses durante un periodo de 90 días y "dar una oportunidad a las negociaciones". Con todo, desde Bruselas han advertido que "si las negociaciones no son satisfactorias, nuestras contramedidas entrarán en vigor. Continúan los preparativos para nuevas contramedidas". "Como ya he dicho, todas las opciones siguen sobre la mesa", ha reafirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

UN RETO PARA LA FED

La agresiva política arancelaria de Trump tendrá un impacto significativo sobre la economía global, con el potencial de elevar la inflación en EEUU y frenar el crecimiento.

"Los cálculos iniciales sugieren que esto podría restar entre 1 y 1,5 puntos porcentuales al crecimiento de EEUU en 2025 y aumentar la inflación en una magnitud similar. Esto no implicaría una recesión como tal, pero sí una ralentización del crecimiento acompañada de una mayor inflación, caída de los beneficios empresariales y una pérdida de confianza tanto del consumidor como de las empresas, lo cual podría acentuar la desaceleración", agrega el experto.

Asimismo, desde Columbia Threadneedle enfatizan que los aranceles son por naturaleza estanflacionarios, ya que ralentizan el crecimiento económico y generan presiones inflacionarias.

"Tanto empresas como consumidores probablemente adoptarán una postura de espera, intentando evaluar el verdadero impacto de estas medidas. Las empresas deberán decidir entre absorber el coste -lo que afectaría a sus beneficios- o trasladarlo a los consumidores", subraya Willis.

Ante este escenario, la Reserva Federal (Fed) tiene ante sí un reto complejo, con crecimiento debilitado por un lado e inflación al alza por otro. "El banco central estará especialmente atento a que las expectativas inflacionarias, ya en aumento, no se consoliden".

EL APETITO POR EL RIESGO SEGUIRÁ LASTRADO

En ausencia de información más clara, y con una política estadounidense "guiada más por la ideología que por el análisis económico", las incógnitas seguirán lastrando el apetito por el riesgo hasta que se esclarezcan mejor el tamaño, el alcance y la duración de estos aranceles.

"Cada vez más malas noticias se están descontando, tanto por la desaceleración del crecimiento como por el impacto negativo sobre los beneficios. Pensamos que surgirán oportunidades de compra, pero ante tanta volatilidad preferimos adoptar una actitud de prudencia y revisar nuestras posiciones día a día", concluye Willis.

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