Nueva idea para reducir los contagios: poner la primera dosis de la vacuna a más personas

Las infecciones por Covid aumentan sin freno por el efecto de la Navidad

Virginia Mora
Bolsamania | 14 ene, 2021 06:00 - Actualizado: 17:35
ep un enfermero prepara una vacuna antes de inyectarsela a un trabajador sanitario en las
Un enfermero prepara una vacunaEduardo Parra - Europa Press

La vacunación contra el Covid-19 no ha cogido el impulso que muchos se esperaban, ni en Europa ni en EEUU. Y mientras tanto, los contagios no dejan de aumentar por el efecto de la Navidad. Con este panorama, son muchos los que se preguntan si la estrategia que se está siguiendo para inmunizar a la población es la adecuada. Algunos opinan que no, y por eso han lanzado una idea: quizá sea mejor poner la primera dosis de la vacuna a más gente.

Esa es la propuesta que hacen los expertos de Berenberg. "A la luz de las variantes más contagiosas del virus, sigue siendo incierto si la mejor estrategia es seguir con las vacunas de dos inyecciones prescritas para unos pocos o proporcionar a más personas la primera inyección", apuntan en uno de sus últimos análisis. Es más, se hacen eco de los datos proporcionados por el sistema sanitario israelí, que sugieren "una fuerte caída de entre el 33% y el 60% en las infecciones entre los que han recibido una dosis" de la vacuna contra el Covid. Aunque cabe recordar que, según las autoridades sanitarias, la inmunidad no se logra hasta una semana después de la segunda dosis.

En España, por ejemplo, la vacunación está siendo muy desigual por CCAA. Algunas han puesto ya la gran mayoría de las dosis que han recibido mientras que otras, como la Comunidad de Madrid, han decidido reservar parte de las mismas para asegurarse de que aquellos a los que se ha suministrado la primera tengan asegurada la segunda para cuando toque ponérsela, a los 21 días. En nuestro país, según los datos del Ministerio de Sanidad, se han administrado el 52,7% de las dosis recibidas.

Tal y como contemplaba el plan de vacunación, se ha empezado por los ancianos de las residencias y los trabajadores de las mismas, y ya se está vacunando también a los sanitarios que están en primera línea. "Con la inoculación de los sectores más vulnerables -y más expuestos- de la sociedad, probablemente notaremos los primeros efectos visibles en una estabilización y la subsiguiente caída de las tasas de mortalidad, seguidos de un aplanamiento y luego de menores tasas de hospitalización", opinan los analistas de Berenberg.

No obstante, auguran que "tendremos que esperar" para que el impacto de la vacunación llegue a los jóvenes, que siguen constituyendo una gran parte de las nuevas infecciones. De hecho, los gobiernos no esperan alcanzar la denominada 'inmunidad de grupo', que se consigue con una tasa de vacunación de al menos el 60% de la población, hasta "el tercer y cuarto trimestre de este año". En opinión de la firma alemana, "a medida que se aprueben más vacunas y aumente la producción, el ritmo de inoculación debería acelerarse aún más".

Algo que cree sencillo ahora que la reticencia a la vacuna se está reduciendo. "Como el debate ha pasado de 'si las vacunas son seguras' a 'por qué el despliegue lleva tanto tiempo' y se han notificado pocos efectos secundarios, es probable que disminuya la resistencia a las vacunas en algunos lugares".

¿VACUNAR LAS 24H, LOS 7 DÍAS DE LA SEMANA? "ES POCO REALISTA"

Por su parte, los expertos de Pantheon Macroeconomics destacan, en un informe en el que analizan el esfuerzo de vacunación de la zona euro, que el "lento comienzo de la vacunación" en el Viejo Continente no es culpa de Bruselas porque "el despliegue, o la falta del mismo, radica en la infraestructura nacional en su mayor parte".

"La eficiencia del despliegue de cada país debe juzgarse en la medida en que los sistemas de salud individuales sean capaces de desplegar las vacunas que se pongan a su disposición", remarcan. E indican que, en este contexto, las críticas al ritmo y los llamamientos a los políticos para que la vacunación tenga lugar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, "son comprensibles, pero también poco realistas".

Como dicen los analistas de esta firma, "tenemos pocas dudas de que la adquisición, la producción y la entrega de las vacunas podría hacerse más rápidamente y de manera eficiente", pero también creen que a las autoridades hay que darles "el beneficio de la duda". Porque, al fin y al cabo, "estamos hablando de introducir un producto con una enorme demanda inicial, una oferta inicial limitada y un precio preestablecido muy por debajo de lo que los productores podrían lograr si hubieran estado comerciando en un mercado libre".

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