dl china yuan renminbi cny peoples republic of china prc beijing tiananmen square unsplash
Sharecast / Bernd Dittrich via Unsplash

¿Por qué China se ha resistido a una devaluación monetaria? Es la pregunta que se hace el mercado en medio de las preocupaciones ante la posibilidad de que el gigante asiático lleve a cabo una devaluación puntual como la de 2015. "En este momento, no existe ningún beneficio claro para China si su moneda se vuelve mucho más débil", afirman rotundos en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Aunque el renminbi se ha fortalecido recientemente frente a la "cesta de divisas ponderada en función del comercio", el tipo de cambio efectivo real se mantiene en torno a su mínimo en 10 años debido a que la inflación de China es mucho más baja que la de sus socios comerciales.

Con todo, y aunque es probable que los altos tipos de interés de Estados Unidos, junto con la debilidad de la demanda interna china, sigan ejerciendo presión sobre el cambio dólar/yuan a corto plazo, "el Banco Popular de China (PBoC, por sus siglas en inglés) tiene suficientes medios y recursos para mantener el cambio por debajo de 7,3", señala Mali Chivakul, economista especializada en mercados emergentes de la gestora.

El PBoC ha fijado en la práctica el tipo de cambio del yuan frente al dólar estadounidense (USD/CNY) en los últimos 12 meses.

"Con la persistente fortaleza del dólar estadounidense, la mayoría de las divisas se han debilitado frente al dólar mucho más que el limitado movimiento que hemos visto para el yuan (CNY). En consecuencia, el CNY ha tendido a fortalecerse frente a la cesta de divisas ponderada en función del comercio (la denominada cesta CFETS)", agrega el experto.

Si bien el mercado puede ver esto como una razón para una inminente devaluación única del yuan, desde J. Safra Sarasin Sustainable AM creen que es importante tener en cuenta que la competitividad comercial de China se encuentra actualmente en su nivel más fuerte en 10 años.

Lo cierto es que el aumento de los diferenciales de rendimiento con Estados Unidos ha ejercido presión sobre el cambio entre el dólar y el yuan. "Aunque los superávits comerciales y por cuenta corriente de China siguen siendo importantes, los exportadores no han retornado necesariamente dólares al país", remarca Chivakul.

Durante la primera mitad del año pasado, el PBoC dejó que el renminbi se depreciara frente al dólar estadounidense, pero empezó a limitar el movimiento de la divisa a un rango muy estrecho en la segunda mitad de 2023.

Entonces, ¿por qué se han resistido las autoridades chinas a la depreciación?

"Una hipótesis es que el PBoC no quiere que el renminbi se debilite más allá de cierto nivel psicológico frente al dólar estadounidense. Cruzar ese nivel podría erosionar rápidamente la confianza de los residentes chinos y provocar más salidas de capital como en 2015", comentan desde la firma.

Otra razón para ello es el riesgo de que los socios comerciales impongan restricciones. Y es que, con las elecciones estadounidenses a la vuelta de la esquina, China no puede permitirse esa amenaza, especialmente teniendo en cuenta que "está tratando de utilizar las exportaciones para impulsar el crecimiento económico este año".

Por supuesto, "el riesgo de depreciación se mantiene en el camino si Trump fuera elegido e impusiera grandes aranceles como dijo que haría en campaña", añade el analista.

Los defensores de una inminente devaluación del yuan argumentan que China necesita relajar aún más su política monetaria para apoyar la demanda interna y salir de la trampa de la deflación. Unos tipos de interés más bajos en China implicarían unos diferenciales de tipos de interés aún mayores con respecto a Estados Unidos.

No obstante, "no esperamos recortes significativos de los tipos por parte del PBoC, ya que se dan por sentadas las difíciles condiciones financieras externas. Por eso, el PBoC no quiere que su actuación aumente la presión sobre la moneda. Sin embargo, podría empezar a relajar los tipos cuando la Reserva Federal empiece a recortarlos", valoran en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Asimismo, mientras que el USD/CNY ha estado bajo presión en los últimos meses, las reservas internacionales en realidad han aumentado, lo que sugiere que la gestión de divisas de China no se realiza únicamente a través del uso de las reservas oficiales.

"De hecho, las reservas de China se han mantenido más o menos estables desde 2015, mientras que los activos de inversión extranjera directa y los activos en cartera han crecido significativamente, situando los activos extranjeros en más del doble de las reservas oficiales. No todos ellos son de propiedad estatal o activos líquidos, pero en combinación con los controles de capital, las autoridades chinas deberían ser capaces de apuntalar su moneda si lo desean", enfatiza Chivakul.

RECUPERACIÓN EN FORMA DE L

China ha comenzado 2024 de forma desigual. El crecimiento del PIB real del gigante asiático en el primer trimestre sorprendió al alza, gracias al sector manufacturero, mientras que el PIB nominal no mostró signos de mejora. Al mismo tiempo, los datos mensuales de marzo decepcionaron en su mayoría.

A pesar de estos datos incoherentes, en Generali AM mantienen su opinión de que el país experimentará una recuperación en forma de L que será más visible en el PIB nominal que en el real.

"Las exportaciones -con altibajos- deberían iniciar una tendencia alcista, dadas las señales de la industria manufacturera mundial (pero a medio plazo parece probable un conflicto comercial)", comenta Christoph Sieppman, economista senior en Generali AM, parte del ecosistema de Generali Investments.

Además, se espera que el sector inmobiliario, que sigue de capa caída con la inversión y la venta de propiedades en números rojos, sea un lastre para el crecimiento, pero es probable que su impacto se modere, dado el apoyo gubernamental.

"Es posible que el impulso fiscal sea positivo, mientras que el impulso monetario ha pasado a ser negativo al disminuir el crecimiento (8,7% interanual) de la financiación social total", valora el analista.

Por otra parte, "esperamos que la política monetaria desempeñe un papel más importante en la lucha contra los problemas de la deuda inmobiliaria, pero no vemos ninguna reducción cuantitativa (QE) significativa en las previsiones", concluye Sieppman.

Noticias relacionadas

contador