MONEY TALKS

El Gobierno miente con Alcoa (quién lo habría imaginado) y el Ibex aplaude con Cani

Eduardo Segovia
Bolsamania | 06 jun, 2020 06:00
careta money talks

Bienvenidos a este nuevo formato de Money Talks en el que cada semana repasaremos con ironía, humor y algo (o mucho) de mala leche los acontecimientos más relevantes del mundo del dinero y los mercados. Yo que usted no me lo perdería.

El Gobierno miente, ¿quién lo diría, verdad? Lo de Grande-Marlaska es de aurora boreal, pero, como dice el chiste, dimitir es un nombre ruso. Sin embargo, aquí nos referimos a otra mentira que ha destapado Bolsamanía, menos llamativa pero igual de grave y con muchos más afectados: el Ejecutivo no tenía ningún plan para bajar el precio de la luz a Alcoa y evitar así los 534 despidos anunciados, en contra de lo que dijo la ministra Portavoz, María Jesús Montero (alias Cristalina porque una vez dijo que había explicado algo "cristalino", con esa capacidad que tiene para contestar a nada). Según Montero, ya es mala suerte que Alcoa despida a la gente justo cuando le iban a dar lo que pide, vaya por Dios.

A estas alturas es evidente que el Gobierno se limita a intentar sobrevivir como puede al escándalo nuestro de cada día y a apagar los incendios que se le van encendiendo. La semana pasada fueron el cierre de Nissan en Barcelona y los despidos de Alcoa en la costa de Lugo. De lo de Nissan no dijo nada, más allá de las ideas peregrinas de nacionalizarla (no se sabe si la Nissan entera en Japón o solo la planta que, total, ellos van a abandonar, así que te la puedes quedar gratis) porque no se había hecho nada para evitar un cierre que la empresa llevaba meses anunciando.

ep la ministra portavoz y de hacienda maria jesus montero durante la comparecencia en rueda de
La ministra portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero.EUROPA PRESS/E. Parra. POOL - Europa Press

Pero de Alcoa sí dijo que estaban haciendo algo para solucionarlo... y no. La solución es un estatuto del consumidor electrointensivo (es decir, los que consumen mucha luz) que permita bajar el recibo de Alcoa porque la electricidad en España es carísima, como todos sabemos; eso, en un contexto de caída de precios del aluminio, le deja sin márgenes. El problema es que esa rebaja -que se puede hacer con varias fórmulas- es una ayuda de Estado como una catedral. Y el Gobierno necesita que se la apruebe Bruselas. Lo intentó el año pasado sin éxito, pero no ahora que precisamente aprobar ayudas públicas está baratito (véase Lufthansa).

Así que no es solo Interior el que engaña al ciudadano. Y si bajamos de mentiras a contradicciones y rectificaciones, esto ya es un no parar. Con lo de la reforma laboral y Bildu todavía caliente (y para qué hablar de las cifras de fallecidos, que hasta el Financial Times nos saca los colores), este jueves se vuelve a liar con la apertura de fronteras: Reyes Maroto anuncia que se va a adelantar a 22 de junio con Francia y Portugal, algo que paliaría en parte el retraso que llevamos con nuestros competidores; pero al ratito la desmienten: que el día 1 para todos y sanseacabó... sanseacabó para muchos negocios turísticos si no empiezan a venir extranjeros ya. No es de extrañar que Francia y Alemania recomienden no viajar a España con tantos bandazos.

EL IBEX, ENCANTADO CON CANI

Otra de las grandes historias de la semana es el relevo de José María Marín Quemada por Cani Fernández (se llama así) (no sabemos si es contracción de un nombre más largo) (es mujer) al frente de uno de los pocos órganos independientes con competencias importantes que quedan en España: la CNMC (Comisión Nacional de Mercados y Competencia). Un nombramiento que ha sido muy celebrado en las grandes empresas españolas por varias razones.

La primera es que se libran del azote que ha sido Marín Quemada (Marín Torquemada en el mundillo). La segunda es que Cani viene de Cuatrecasas, donde ha llevado -y ganado- muchos pleitos de grandes compañías contra la CNMC: las conoce bien, sus demandas y sus carencias. Y la tercera es que, precisamente por eso, pretende mantener una actitud más colaborativa con ellas en vez de las sanciones mediáticas de su predecesor. Algo que era el objetivo de Nadia Calviño, verdadera factótum del cambio y a la que lo que más le interesa es la sala de competencia de la CNMC.

Las malas lenguas dicen que los que han brindado con champán son el duopolio televisivo Atresmedia-Mediaset, al que Marín Quemada impuso un multazo de 77 millones entre las dos, que tienen recurrido en la Audiencia Nacional, por controlar el 85% del mercado televisivo (quién lo diría también).

LA TASA GOOGLE, AL REVÉS DEL MUNDO

Y ya para terminar, tenemos otro lío más de nuestro Gobierno. Ha anunciado que se va a debatir en el Congreso el impuesto a las grandes tecnológicas, la tasa Google; si se aprueba, Trump adoptará represalias contra las importaciones españolas en EEUU (pensemos en vino, aceite, etc.). Esa es la razón por la que Francia -Macron no es tonto- ha aplazado el tributo hasta fin de año. Pero lo peor es que el pacto Macron-Merkel para el fondo de reconstrucción europeo contempla expresamente una fiscalidad armonizada para las Apple, Amazon, Facebook, etc.

Es decir, si nos esperamos, habrá una tasa europea y EEUU no podrá tomar represalias contra todos. Entonces, ¿por qué vamos a la contra y provocamos a alguien tan irascible como Trump? En parte, por la incompetencia habitual y, en parte, porque el Gobierno busca dinero debajo de las piedras para las numerosas medidas de gasto por el Covid que se suman al ingente gasto público que no tiene nada que ver con el Covid y que nadie piensa recortar (de hecho, sigue enchufando amiguetes a diario). El problema es que la recaudación va a ser muy baja (600 millones según la CE) y el coste puede ser muy alto. Ah, pero será para los empresarios, esos malvados capitalistas...

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