Los acuerdos con la UE y EEUU, "críticos" para evitar otra recesión tras el Brexit

Reino Unido ha firmado con Japón su primer tratado comercial como nación independiente

Noemí Jansana
Bolsamania | 24 oct, 2020 06:00 - Actualizado: 13:47
ep el primer ministro de reino unido boris johnson
El primer ministro de Reino Unido, Boris JohnsonSimon Dawson/PA Wire/dpa

El Gobierno de Boris Johnson se ha anotado un gran tanto post Brexit con el acuerdo comercial alcanzado con Japón -su cuarto mayor socio comercial fuera de la UE-, por el que quedan exentos de aranceles el 99% de los bienes de comercio mútuos. Pero este tratado es a todas luces insuficiente si no viene acompañado del acuerdo con su principal socio, la Unión Europea (UE) y con EEUU. De hecho, los expertos auguran que el daño económico de un aislamiento comercial de estas características envíe al país a una nueva recesión en 2021.

"La firma de acuerdos comerciales es de máxima prioridad", señala Aaron Barnfather, gestor de Lazard Asset Management. "A pesar de los avances con otros socios comerciales, asegurar los acuerdos con los Veintisiete y los Estados Unidos será absolutamente crítico en los próximos meses", subraya.

Desde el día del Brexit, el 31 de enero de 2020, Londres ha sido libre de negociar sus propios acuerdos para la compra y venta de bienes y servicios. "Sin embargo, se trata de acuerdos extremadamente complicados de asegurar, en particular en el corto plazo que transcurre desde ahora hasta el final del período de transición, tras el cual el país dejará de formar parte de la unión aduanera única", explica el analista. El pasado 1 de agosto de 2020, Reino Unido había atado 19 acuerdos comerciales con 42 países, a los que ahora también se suma Japón.

Pese a los pasos dados, el gobierno británico tendrá que moverse rápidamente si espera evitar una brusca interrupción del comercio el próximo año. Las conversaciones entre el Reino Unido y la UE, en las que se dirimen 525.000 millones de euros, siguen en punto muerto. Pese a que esta semana los dos equipos negociadores han superado el bache del puñetazo en la mesa de Johnson, quien amagó con hacer cumplir el plazo autoimpuesto del 15 de octubre, la falta de avances siguen lastrando las negociaciones.

Las cuestiones bajo debate son las mismas: las disposiciones sobre la igualdad de condiciones (en particular la ayuda estatal), la pesca y los mecanismos de solución de controversias. También es difícil imaginar que las dos partes lleguen a un acuerdo mientras persistan los problemas relacionados con el proyecto de ley del mercado interior, sobre el que Londres ha dado señales de hacer algún tipo de cesión.

Pero, además, los 126.500 millones de euros de intercambios con EEUU tampoco están asegurados en cuanto Londres salga de debajo del paraguas de Bruselas. El resultado electoral en EEUU arroja otra dosis de incertidumbre, ya que una victoria del candidato republicano, Joe Biden, en las presidenciales del 3 de noviembre enviará al traste la promesa de unas relaciones comerciales fructíferas del presidente de los EEUU, Donald Trump.

Por todos estos motivos, la economía del país se verá seriamente truncada en 2021. El Brexit ha sido un lastre para el crecimiento económico de Reino Unido durante los últimos cuatro años. De hecho, desde el voto a favor en junio de 2016, la economía del Reino Unido ha tenido un rendimiento inferior al de sus homólogos mundiales "y las decisiones políticas frente a la pandemia del Covid-19 sólo han empeorado las cosas", argumenta el gestor de Lazard.

Moody's estima que la economía del país ya es un 2,5% menor de lo que habría sido sin el Brexit. Eso equivale a una reducción de casi un cuarto de punto porcentual en el crecimiento del PIB real por cada trimestre desde el referéndum de hace más de cuatro años. Por si esto fuera poco, es probable que la pandemia exacerbe el impacto del divorcio.

Barnfather, por su parte, cree que una salida dura con pocos o ningún acuerdo en vigor para áreas cruciales como el comercio de bienes y los servicios financieros "podría provocar que Reino Unido volviera a crecimientos negativos a principios del año próximo y también podría sofocar la recuperación de la UE de la crisis provocada por el coronavirus".

Por lo tanto, la gestora prevé que se produzca "una salida dura semidirecta", en la que ambas partes acordarían algunas modestas medidas provisionales para evitar una ruptura desordenada pero sin llegar a un acuerdo. El comercio incumpliría las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), mientras que las negociaciones sigan su curso. Esta perspectiva sería igualmente perjudicial para la economía de Reino Unido, "ya que la continua incertidumbre pesaría sobre la inversión empresarial y el sentimiento del mercado", asegura Barnfather.

También es posible que la incertidumbre y los trastornos actuales derivados de la pandemia de "fuercen a ambas partes a acordar alguna forma de prórroga". "Sin embargo, una amplia mayoría conservadora en el Parlamento y la determinación de Boris Johnson de "terminar con Brexit" hacen que este escenario sea poco probable", redondea el experto.

contador