¿Qué le depara 2018 a la 'bitcoinmanía'? Oportunidades, riesgos y cisnes negros para las criptodivisas

Con una subida de un 1.900% en 12 meses pocos se atreven a aventurar hacia dónde irá el precio

  • La evolución de la regulación será determinante en las cotizaciones y el uso de las 'criptos'
  • Una falta de liquidez o las excesivas bifurcaciones de la blockchain, los grandes riesgos
  • 2018 será el gran año de las 'altcoins', avisan los expertos
Noemí Jansana
Bolsamania | 23 dic, 2017 06:00
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Una subida de un 1.900% en 12 meses. Una cotización capaz de añadir miles de dólares a su precio en cuestión de horas. La proliferación de nuevos activos en forma de tokens digitales que se han elevado por encima del valor de los 600.000 millones de dólares. En contadas ocasiones se pueden tener asientos de primera fila para asistir al nacimiento y eclosión de un nuevo mercado. Pues 2017 ha sido testigo de cómo las criptodivisas pasaban de ser un ‘rara avis’ a convertirse en el tema del que todo el mundo habla, para bien o para mal, en los círculos financieros.

Se nos han agotado los calificativos para el auge del bitcoin. La reina de las monedas de cifrado arrancó 2017 rondando los 1.000 dólares y ha dejado un hito casi en 20.000 dólares en diciembre, aunque esta semana ha sufrido una brusca corrección, superior al 40%, que la ha frenado hasta los 11.000 dólares. Acumula un valor cercano a los 200.000 millones de dólares, más que Disney, IBM o General Electric y cientos de gestores de fondos afilan sus cuchillos sobre este activo al que todos, sin excepción, auguran que seguirá surcando los cielos en 2018.

Eso sí, nadie se acaba de mojar sobre el hito que puede llegar a alcanzar en los próximos doce meses. Las correcciones casi tan agudas como las subidas son habituales y la volatilidad no es apta para cardíacos. Con todo, Kay Van-Petersen, estratega global-macro de Saxo Bank, aventura que en 18 meses puede llegar a multiplicar por 10 su precio. Estima que fácilmente “puede dispararse entre un 500% y un 1000%, gracias al reciente lanzamiento de los contratos de futuros y la entrada de dinero institucional”.

UNA MAYOR ADOPCIÓN…

Ya están manos a la obra. Los productos derivados del Chicago Board Options Exchange (CBOE) y el Chicago Mercantile Exchange (CME) se han interpretado como la bienvenida de Wall Street a los criptoactivos.

"A medida que el espacio de los activos criptográficos se convierta en una parte más grande de la economía mundial, los gestores de inversiones, los países y bancos deberán desarrollar nuevos modelos de seguimiento"

Por ahora el volumen aún es escaso (apenas 3.000 contratos entre los dos), pero la oportunidad ofrecida a los fondos y gestores de capitales de cubrirse de riesgo en este floreciente mercado se ha celebrado con una mayor entrada de dinero en el bitcoin. Anteriormente, la bolsa suiza Six Group y en el primer trimestre de 2018 Deutsche Boerse y una alianza entre Nasdaq y Cantor pondrán en bandeja más productos derivados.

“Además, a medida que el espacio de los activos criptográficos se convierta en una parte más grande de la economía mundial, los gestores de inversiones, los países y bancos deberán desarrollar nuevos modelos de seguimiento e informes del impacto económico en el sector financiero global”, apunta Van-Petersen. Mientras aún hay una gran resistencia entre los primeras espadas de la banca de inversión a este nuevo activo, otras leyendas del sector se rinden al bitcoin.

Bill Miller, CEO de Miller Valued Partners, ha confesado recientemente una exposición de un 50% a las criptodivisas en uno de sus vehículos de inversión. Nada contracorriente en un mar de críticos entre los que se cuenta el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, que calificó el bitcoin de “fraude” o los inverdores Mohamed El-Erian o Warren Buffett.

Pero las cifras recientemente presentadas por Morgan Stanley arrojan un estimado de 2.000 millones de euros de los gestores de fondos colocados en los más de 1.300 tokens que existen en la actualidad. Según un estudio de finales de octubre de la consultora independiente Autonomous Next, ya existen 124 fondos de inversión en criptodivisas, más del doble de los contabilizados a finales de agosto (entonces había 55).

Morgan Stanley aventura que, aunque poco a poco y con gran cautela, 2018 será el año del gran asalto de los operadores institucionales a este mercado. De la misma manera, varios gurús del sector también apuestan porque en el próximo ejercicio los bancos centrales empiecen a acumular bitcoins en sus balances. según Tom Lee, jefe de investigaciones de Fundstrat Global Advisors, el interés inversor de las autoridades monetarias en estos activos se espoleará a partir de la marca de los 500.000 millones de dólares, que ya ha rebasado.

…QUE CONLLEVA UNA MAYOR REGULACIÓN

No obstante, no será tan fácil como lo pintan. El auge en el precio y la llegada de más y más inversores “empeorará el dilema en el que se encuentran muchos gobiernos: no pueden controlar el bitcoin y no pueden verlo crecer sin introducir algún tipo de regulación”, indica Olusegun Ogundeji, editor de la web especializada en divisas online, 'Cointelegraph’.

Y en este punto es el primero donde se la juegan los inversores. “Regulaciones excesivamente limitantes o que muchos países directamente prohíban el uso de las criptodivisas, como recientemente ha ocurrido en Marruecos -o antes em China-, entrañan un auténtico riesgo para los criptoactivos”, avisa Luis Meijueiro, miembro del grupo de investigación, junto a Raúl Alonso y Andrés Berdasco, sobre la tecnología de la ‘cadena de bloques’ de Fundación Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC).

El auge en el precio y la llegada de más y más inversores “empeorarán el dilema en el que se encuentran muchos gobiernos"

Por ahora, las autoridades monetarias y financieras de Europa y EEUU se han preocupado por la protección del inversor, por la prevención del blanqueo de capitales y la lucha contra el cibercrimen. En esta dirección van, por ahora, las declaraciones de políticos, miembros del Banco Central Europeo (BCE) o la Reserva Federal (Fed) y de los supervisores de los mercados a uno y otro lado del Atlántico.

Desde finales del verano, se han multiplicado las intervenciones, desde que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (U.S. Securities and Exchange Commission -SEC-) dictaminó que las emisiones iniciales de criptomonedas (ICOs) deben considerarse, a todos los efectos, valores, otras entidades han seguido sus pasos. La FIMNA suiza, la FCA británica o, recientemente la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), han emitido varios avisos en este sentido.

La postura de los Gobiernos europeos, por otra parte, quedó clara en la última cumbre de la Unión Europea (UE), donde se dieron 18 meses para que los ‘Veintisiete’ conviertan en leyes nacionales la directiva europea sobre el lavado de dinero y crimen cibernético que pone al bitcoin bajo el foco. En un año y medio, las plataformas de intercambio tendrán que acabar con el anonimato de las transacciones, para que todas ellas puedan ser rastreadas.

El perfil que marcará EEUU y la Fed todavía es un misterio, pero el nuevo presidente del banco central, Jerome Powell, es un conocido detractor de las monedas de cifrado. “Una prohibición masiva en EEUU sería otro de los cisnes negros a tener en cuenta el próximo año”, avisa Alberto Muñoz Cabanes, profesor de la UNED. “Hay mucho dinero por ganar, pero mucho por perder, ya que cualquier cambio en la regulación sobre la misma puede afectar su precio”, añade Carolina May, NewsBTC strategic advisor.

No obstante, Meijueiro cree que “por muchos países que pudiese haber prohibiéndolas, con que haya alguno que sí las permita, gracias a Internet y la naturaleza distribuida de las criptomonedas se deja la puerta abierta para todo el mundo”. “No obstente, aunque naciones como Japón regulen positivamente el uso de bitcoin, en la situación actual tampoco tiene mucho efecto real para el ciudadano de a pie o para el comercio minorista, principalmente por esas altas tarifas por transacción, aunque también por problemas de lentitud en la confirmación de los pagos”, expone el miembro de la CTIC.

Con todo, tanto Muñoz Cabanes como Ogundeji, se muestran optimistas acerca de los efectos a largo plazo de las regulaciones. “Aunque inicialmente se tome como un freno y vaya contra la naturaleza descentralizada del bitcoin y la blockchain -la tecnología que lo sustenta-, en el futuro será positivo porque garantiza un marco de seguridad jurídica”, explica el profesor de la UNED. “Una legislación sobre las criptomonedas en países como EEUU, Alemania o Francia vestirá de legitimidad estos activos e incrementará su precio y popularidad”, apunta, por su parte, el editor de ‘CoinTelegraph’. “Las regulaciones doblarán o triplicarán el precio del bitcoin y de otras ‘altcoins’ -monedas alternativas al bitcoin-“, redondea el experto.

Las regulaciones serán positivas en el futuro para el bitcoin porque garantiza un marco de seguridad jurídica y provocarán un auge en el precio

CIBERCRIMEN Y HACKEOS

Mientras el respaldo legal a las divisas virtuales disparará la confianza, los ‘hackers’ provocarán justo el efecto contrario: rebajarla. Si en 2017 una escalada de los ataques de ransomware y de brechas de datos, en 2018 podrían ser mayores y más frecuentes avisa Lee Chen, CEO de A10 Networks, en declaraciones a la 'CNBC'. El experto alerta que las criptomonedas se convertirán en el principal objetivo de los cibercriminales dada su gran popularidad.

Los usuarios son uno de los objetivos de los cibercriminales. El número de carteras de bitcoins se multiplica a la velocidad de la luz, con ratios de crecimiento que superan el millón de nuevos ‘wallets’ generados cada mes en plataformas como Coinbase o Blockchain.info -sólo esta última cuenta con 20 millones actualmente-. Se estima que el numero total asciende a varios billones. Avisa la empresa de seguridad G DATA que han registrado un incremento en la actividad y en los programas maliciosos diseñados para atacar las carteras virtuales más populares. “Puesto que la autenticación de doble factor no es de momento obligatoria en estos criptomonederos, basta con interceptar las contraseñas o claves privadas que los protegen para completar con éxito la estafa”, señalan.

Los mecanismos empleados por los ladrones virtuales van desde el rastreo de redes sociales en busca de números de teléfono -muchos usuarios alojan sus billeteras en sus smartphones-, al phising o los los keyloggers para robar las contraseñas mediante la detección de las pulsaciones del ordenador.

Frente a esta amenaza, los expertos avisan que la seguridad es el gran reto pendiente de las criptodivisas y expone la debilidad del sistema, “ya que no está claro que la infraestructura esté preparada para aguantar un bombardeo constante de los ‘hackers’, precisa Muñoz Cabanes. Para muestra un botón: el cierre de la plataforma de intercambio surcoreana Youbit tras declararse en bancarrota por el robo del 17% de sus activos en un ataque virtual.

Durante el mes de diciembre, dos de las mayores casa de comercio de ‘criptos’, Coinbase y Bitfinex han sufrido problemas con sus servidores, por la masiva afluencia de tráfico o por ataques de denegación de servicio (DDoS). Lo que eleva la alarma sobre la cuestión de si estas plataformas tienen la capacidad de lidiar adecuadamente con un repentino volumen de tráfico en condiciones extremas.

OTROS CISNES NEGROS: LIQUIDEZ Y BIFURCACIONES

Como, por ejemplo, “una retirada masiva de capitales ante una corrección del mercado realmente importante, de un 50%”, explica el profesor de la UNED. Además, se añade la cuestión de la liquidez ya que para el también fundador de X-Trader.net está en el aire si los inversores recuperarían todos sus fondos ante una retirada masiva de capitales.

Al igual que en 2014 ocurrió con la quiebra del Mt. Gox, el colapso de uno o más intermediarios ante una situación de pánico de este estilo, provocaría una oleada de desconfianza y podría repetirse la historia de hace casi cuatro años. La burbuja habría estallado y el precio podría desplomarse sin freno.

Para Meijueiro es el mayor riesgo de todos es que la “sobrevaloración de este mercado acabe agotándose por un motivo u otro”. “Ahora mismo es pura especulación”, enfatiza. “El bitcoin no puede usarse como moneda real para la gente corriente, como era lo anunciado, ya que hay unas tarifas muy altas por transacción, de entre 5 y 20 dólares (incluso llegaron a alcanzar los 30 dólares). Las criptodivisas tienen un precio muy volátil, lo cual dificulta su empleo como moneda. Ahora mismo prevalece su carácter especulativo y como reserva de valor”, explica el experto deL CTIC.

Alarma la cuestión de si estas plataformas tienen la capacidad de lidiar adecuadamente con un repentino volumen de tráfico en condiciones extremas

“La volatilidad no va a desaparecer”, añade. “Aunque llegará algún avance tecnológico como Lightning Network, que aplicado a la blockchain del bitcoin promete transferencias más rápidas, micro pagos, o lo más deseado: unas tarifas más bajas”, precisa este especialista. “Pero en nuestra opinión, es una solución que solo puede mejorar parcialmente los problemas, o para ciertos usuarios o escenarios, pero no cambiará radicalmente la situación”, redondea.

De hecho, Muñoz Cabanes alerta de que las modificaciones en la ‘cadena de bloques’ o bifurcaciones son uno de los mayores ‘cisnes negros del mercado’. Actualmente hay cinco en marcha, siendo las de mayor éxito las del bitcoin cash del verano y, más recientemente el bitcoin gold. Pero antes de que acabe el año se prevén dos divisiones más de la espina dorsal de la reina de los criptoactivos y hay otro par previstas para 2018.

“Estas mejoras técnicas que desembocan en nuevos bitcoins acaban por devaluar a la criptodivisa original”, advierte el profesor de la UNED, por lo que asevera que el próximo será “el año de las ‘altcoins’ -altervativas al bitcoin-, con un claro efecto de trasvase de fondos hacia el resto de tokens digitales que se ha empezado a insinuar este mes de diciembre y que hará peligrar el trono de la reina de las monedas virtuales en los próximos meses.

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