ep archivo   el presidente de la fed jerome powell durante una rueda de prensa
El presidente de la Fed, Jerome Powell.RESERVA FEDERAL DE EEUU - Archivo

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos protagoniza entre este martes y este miércoles un nuevo cónclave monetario, sobre el que los analistas consideran que "no debería cambiar las reglas del juego", ya que se da por hecha una nueva pausa en los tipos de interés, que previsiblemente continuarán en la horquilla comprendida entre el 5,25% y el 5,5%, mientras el mercado busca pistas sobre cuándo comenzarán los recortes de tasas.

Los últimos datos macroeconómicos conocidos en Estados Unidos, principalmente los que muestran una inflación más pegajosa de lo esperado, han hecho que los inversores recalibraran sus previsiones sobre los recortes de tipos, que a principios de año estaban fijadas para esta reunión de marzo. Sin embargo, el propio presidente del banco central, Jerome Powell, se encargó de enfriar esa posibilidad, y ahora los operadores prevén, con tan solo un 52,7% de probabilidad, una primera bajada de tasas en junio.

Michael Brown, estratega de investigación senior en Pepperstone, señala que "si bien la reunión del FOMC de marzo puede provocar cierta volatilidad intradiaria o intrasemanal en los mercados financieros, parece poco probable que la decisión en sí cambie las reglas del juego desde una perspectiva más amplia, ya que la dirección general de la política monetaria se mantendrá sin cambios, debido a que el contexto político sigue favoreciendo el riesgo".

"Si bien el FOMC no tendrá prisa por realizar recortes, probablemente reiterará la necesidad de mantener la restricción hasta que esté 'confiado' en que la inflación está regresando al objetivo del 2%. En otras palabras, seguirá jugando a un juego de espera dependiente de los datos", agrega.

El banco central lleva tiempo instalado en una narrativa de dependencia de los datos, y los últimos conocidos no han mostrado el panorama que la Fed quiere ver, ya que "la inflación general está comenzando a tener una tendencia preocupante", principalmente a través de un IPC que "ha sido más alto de lo esperado durante tres meses consecutivos y aparentemente ha encontrado un piso de alrededor del 3% interanual".

Además, los precios de producción conocidos la semana pasada también se han ubicado por encima de lo esperado, aunque el indicador favorito de la Fed en materia de precios, el PCE, sí que se ha movido en línea con lo esperado, tras registrar en enero un descenso hasta el 2,4% en tasa interanual para el índice general, mientras que el subyacente se ha moderado al 2,8%.

"La razón detrás del deseo de ser pacientes al dar el pistoletazo de salida al ciclo de flexibilización se ve confirmada por los datos actuales, ya que el 'último kilómetro' de regreso al 2% parece cada vez más el más difícil", explica Brown.

Por su parte, los analistas de Rabobank recuerdan que "el mercado previó un riesgo tangible de un recorte de tipos de la Fed en la reunión de política monetaria de este mes", y matizan que "actualmente, existe una creciente incertidumbre en el mercado sobre si el FOMC estará siquiera preparado para dar el paso en junio".

"La opinión central del banco holandés sigue siendo que el recorte inicial de tipos de la Reserva Federal será en junio. Esperamos que a esto le siga un movimiento en el tercer y cuarto trimestre. Sin embargo, reconocemos que los riesgos al alza para la inflación podrían mantener a la Fed en espera por más tiempo, lo que significa que existe un mayor riesgo de que los recortes de tasas de la Fed comiencen más tarde de junio", pronostican.

LAS PROYECCIONES ECONÓMICAS

En un contexto como el actual, marcado por las dudas sobre la evolución de la inflación, las proyecciones económicas que la Fed actualizará en esta ocasión cobran mayor importancia, ya que "un nuevo diagrama de puntos nos dirá mucho sobre cuán cautelosos se han vuelto los miembros en las últimas semanas", como destaca Neil Wilson, director de análisis de Markets.com.

"Incluso si las cifras de inflación más altas de lo esperado la semana pasada no han alterado drásticamente las expectativas para junio (hay mucho tiempo entre ahora y entonces) podrían tener un impacto importante en las proyecciones de los miembros del FOMC para la inflación PCE subyacente y sus opiniones sobre los recortes para el año", asegura.

Por su parte, Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM, va más allá y pone en duda que la Fed vaya a recortar tipos este año, y es que "lo que empieza a preocupar al mercado es la sensación de que la 'ventana de oportunidad' de la Reserva Federal es limitada", mientras se extiende la idea de que "si no ha recortado antes de junio, o incluso antes de julio, no podrá hacerlo antes de finales de año, si es que lo hace en 2024".

En la rueda de prensa posterior a la decisión de tipos, Powell puede empezar a desvelar el rumbo de la política monetaria del banco central, si bien este analista cree que "se ceñirá a preparar las mentes para una trayectoria de relajación, pero para ello probablemente llamará la atención sobre lo que está 'en camino' para la tensión inflacionista en lugar de sobre el resultado observado para los precios al consumo".

Además, el analista asegura que se deben tener en cuenta las elecciones presidenciales que se celebrarán a finales de año, puesto que "si al final de la primavera la economía sigue siendo demasiado fuerte para justificar un recorte de tipos, puede ser racional esperar hasta que haya una señal clara sobre la política fiscal después de las elecciones para calibrar la respuesta monetaria, incluso si algunas débiles señales de deterioro en el flujo de datos se materializan en el otoño".

"De hecho, si Donald Trump gana y los republicanos recuperan el control total del Congreso, es probable que se produzcan recortes fiscales, posiblemente en combo con aranceles comerciales inflacionistas (el candidato republicano declaró la semana pasada que compensaría el impacto de su arancel comercial del 10% sobre la renta real con recortes fiscales)", aseguran, y agregan que "la Fed preferiría evitar recortes demasiado cerca de las elecciones por miedo a ser acusada de parcialidad pro-Biden".

Noticias relacionadas

contador