A España le sale la guerra comercial a pagar y la inversión china cae un 99%

Cae desde los 1.100 millones a los 10 millones de dólares de un semestre a otro

Sergio García
Bolsamania | 16 jul, 2019 06:00 - Actualizado: 09:24
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Inversor chino.

A España le sale la guerra comercial entre China y Estados Unidos a pagar. La inversión del gigante asiático en nuestro país se ha hundido en el primer semestre de 2019, según recoge el último informe elaborado por Baker McKenzie. Los chinos inyectaron en tierra española "la modesta cifra" de 10 millones de dólares, en palabras de este bufete de abogados.

Una cifra que contrasta claramente con la del año anterior: 1.100 millones de dólares de inversión china fueron a parar a las arcas españolas. ¿Qué ha cambiado? Se destacan tres aspectos clave: los controles de capital establecidos por la administración de Pekín junto a las tensiones macroeconómicas globales y al progresivo aumento del control político y regulatorio en los países receptores de inversiones.

Pese a este claro descenso de la inversión del gigante asiático en España, la recibida por el Viejo Continente sigue siendo tres veces mayor que la que ingresa Norteamérica.

Esto "demuestra que los inversores chinos aprecian la calidad de los activos empresariales europeos y consideran que las sinergias son adecuadas para sus empresas, aunque el aumento de las restricciones regulatorias en relación con las inversiones extranjeras en determinados activos les hace ser más cautos a la hora de llevar a cabo transacciones en volúmenes similares a años anteriores".

¿Qué nos depara de cara al segundo semestre del año? Baker McKenzie asevera que las perspectivas "no son muy optimistas". Es probable que la inversión china en Europa y Norteamérica se mantenga en los bajos niveles actuales, sin que se prevea un cambio importante para los próximos meses.

LA GUERRA COMERCIAL PUEDE IR A MÁS

La firma concluye su análisis apuntando que "cualquier endurecimiento de los controles de capital por parte del gobierno chino tendría un impacto muy relevante en las futuras inversiones hacia el exterior y esto provoca un aumento de la precaución por parte del inversor chino, que evita transacciones potencialmente delicadas".

Y es que "no podemos olvidar que las tensiones comerciales entre EE.UU y China pueden ir en aumento y también habrá que observar de cerca los criterios que establezca la UE -y la nueva Comisión Europea una vez eche a andar en otoño- respecto a la inversión por parte de empresas estatales chinas en suelo europeo". Por tanto, a corto plazo, ven complicado "volver a los volúmenes de inversión directa procedente de China alcanzados en el pasado".

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