Meter el dinero bajo el colchón para no pagar comisiones: parece buena idea, pero no lo es

La inflación, los ladrones o incluso las sospechas de Hacienda, los principales enemigos de esta práctica

Irene Hernández
Bolsamania | 24 jun, 2021 06:00 - Actualizado: 10:52
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Guardar el dinero en casa para evitar las cada vez más habituales comisiones de los bancos. ¿A quién no se le ha pasado esta idea por la cabeza? Sin embargo, lo que en un determinado momento puede parecer una buena solución a las exigencias de las entidades financieras, en realidad no lo es tanto. Al hecho de que se puedan despertar las sospechas de Hacienda se suman el efecto de la inflación y un posible robo.

Y es que, guardar los ahorros en casa tiene sus peligros. A pesar de ser una práctica legal, ya que ninguna ley prohíbe tener dinero en efectivo en casa siempre y cuando los fondos tengan una procedencia legítima y hayan sido debidamente declarados. Aún así, ¿vale la pena no guardar el dinero en un banco para evitar comisiones?

Si la única motivación para guardar los ahorros debajo del colchón es dejar de pagar comisiones, desde el comparador financiero HelpMyCash recuerdan que hoy en día varios bancos comercializan cuentas sin comisiones con las que el cliente no tendrá que pagar nada ni por el mantenimiento ni por la operativa básica. "Incluso los consumidores que no tienen una nómina pueden librarse de pagar comisiones si abren una cuenta sin gastos y sin vinculación obligatoria", aclaran.

En general, este tipo de cuentas son gratuitas y no exigen ningún tipo de vinculación, aunque están pensadas para clientes con un perfil digital que operen a través de la banca a distancia y la apertura, generalmente, se realiza a través de la web o la app de la entidad.

Pero si aún así el cliente está convencido de querer meter su dinero bajo el colchón, como se hacía antiguamente, tiene que tener en cuenta que la inflación, los ladrones o los desastres naturales son los principales enemigos de esta práctica. Como destacan los expertos, según las estadísticas del Ministerio del Interior, el pasado año se produjeron algo más de 70.000 robos con fuerza en domicilios, siendo uno de los principales riesgos a los que nos exponemos al guardar dinero en efectivo en casa, aunque no es el único.

Los desastres naturales como incendios o inundaciones también pueden acabar de un plumazo con todos los ahorros. Y ocultar el dinero en lugares poco habituales tampoco ayudará a protegernos contra los ladrones. Contratar un sistema de seguridad también podría ahuyentar a los ladrones. En el caso de los incendios, una caja fuerte ignífuga podría mitigar los daños. En caso de robo, conviene comprobar si el seguro del hogar cubre únicamente el continente o también el contenido, concretamente el dinero en metálico sustraído. En cualquier caso, la compensación de la compañía dependerá de las coberturas del seguro que se tenga contratado y de los límites que establezca el contrato.

CUIDADO CON LA INFLACIÓN Y CON HACIENDA

Otro peligro que acecha a los ahorradores es la inflación. Guardar el dinero en casa puede significar una pérdida de poder adquisitivo. "Nuestros ahorros no podrán luchar contra el IPC desde una caja fuerte", alertan desde el comparador, ya que "si nuestro dinero no crece al mismo ritmo que la inflación, nos empobrecemos".

Por otro lado, podemos sacar del banco la cantidad que queramos para guardarlo en casa, pero el problema llegará después, cuando queramos volverlo a ingresar en una cuenta corriente y Hacienda comience a hacer preguntas. "La realización de una retirada y de un posterior ingreso de dinero en efectivo en una cuenta bancaria no tiene, en principio, trascendencia a efectos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)", aclara la Dirección General de Tributos. Eso sí, debemos poder acreditar la procedencia del dinero que ingresamos en el banco.

"He aquí uno de los principales inconvenientes de guardar el dinero en casa, los líos con Hacienda, ya que cuando queramos ingresarlo en una cuenta, nos podría solicitar que demostrásemos el origen de los fondos, algo que no siempre resulta fácil". Por ello, los expertos recomiendan guardar toda la documentación oportuna como justificantes de los reintegros o las nóminas. "Si no conseguimos demostrar la procedencia del dinero, Hacienda podría considerarlo como una ganancia no justificada y obligarnos a tributar por ella. Al fin y al cabo, si sacamos dinero del banco y al cabo de unos años lo volvemos a ingresar, Hacienda no tiene por qué creer que se trata de la misma cantidad, sino que podría pensar que se trata de un patrimonio que todavía no ha tributado, por ejemplo de un premio", advierten.

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