El capital de Santander da a Carnegie- Brown su castigo más duro desde el rechazo a Botín en 2014

Hace 5 años, ISS también recomendó votar en contra de la reelección de la actual presidenta

Elena Lozano
Bolsamania | 23 abr, 2019 06:00 - Actualizado: 09:21
ana botin junta accionistas santander 2019

Banco Santander

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16:30 26/04/24
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Los accionistas de Santander han dado a Bruce Carnegie-Brown, el presidente de la comisión de nombramientos y vicepresidente del banco, un duro castigo a través de sus votaciones en la junta general de accionistas del pasado 12 de abril. El consejero ha obtenido un 14,4% de votos en contra de su reelección como miembro del consejo y solamente un 78,07% a favor, cuando lo habitual es que las propuestas de mantener a un consejero se salden con un apoyo superior al 90%. Ningún consejero del banco ha recabado un porcentaje de votos en contra tan alto desde 2014, cuando lo hicieron Ana Botín, Rodrigo Echenique y Vittorio Corbo tras una sugerencia de los fondos activistas. El quórum de los accionistas avaló el nombramiento del propio Carnegie-Brown en 2015 con un apoyo superior al 95%.

El resto de los consejeros que debían ser reelegidos en la última junta ordinaria de Santander registraron un apoyo mucho mayor. Fue el caso de Javier Botín-Sanz de Sautuola y O’Shea (respaldo del 93,85%), Ramiro Mato García-Ansorena (95,46%), José Antonio Álvarez (95,44%) y Belén Romana (95,5%). De hecho, durante los últimos años ningún consejero había recibido tal porcentaje de votos en contra, que equivalen a unos 1.601 millones.

Esta baja valoración de Carnegie-Brown viene después de que los principales asesores sobre gobierno corporativo, ISS Governance y Glass Lewis, aconsejaran a los accionistas votar en contra del nombramiento del consejero externo, que es el máximo responsable de las designaciones de la entidad como presidente de la comisión de nombramientos.

De hecho, él mismo fue el encargado de dar cuenta durante la junta de accionistas del proceso de nombramiento y posterior marcha atrás del mismo de Andrea Orcel como consejero delegado. Durante su discurso, el vicepresidente del banco explicó que Santander esperaba rebajar el coste del fichaje de Orcel en sus negociaciones con UBS, del que la entidad fue cliente durante muchos años.

En el momento del nombramiento "no era posible determinar el coste final de la integración de Orcel al grupo", según explicó Carnegie-Brown. "Se procedió al nombramiento en base a una estimación razonada del coste de acuerdo con el asesoramiento recibido, los precedentes y las expectativas de que podría revisarse a la baja debido a la naturaleza la relación entre ambas entidades y, muy especialmente, porque Santander ha sido durante muchos años un cliente importante de UBS", añadió.

La entidad anunció el pasado otoño la designación de Orcel como nuevo consejero delegado en sustitución de José Antonio Álvarez, que iba a reemplazar a Rodrigo Echenique al frente de Santander España. Finalmente, a principios de este año el banco anunció la marcha atrás en esta decisión, alegando que la compensación que debía abonar al banquero de inversión por abandonar UBS, cercana a los 50 millones de euros, era demasiado alta para un banco comercial como Santander.

En consecuencia, Orcel ha decidido demandar a la entidad una vez que las negociaciones encargadas al bufete De Carlos Remón han concluido con una serie de propuestas de su presidenta que el banquero italiano considera inasumibles.

AMPLIOS APROBADOS

Los directivos que el consejo de administración de Santander propone incorporar suelen recabar amplios aprobados en las juntas de accionistas. Así ha ocurrido durante los últimos cinco años, en los que solamente dos consejeros obtuvieron más de un 4% de votos en contra en sus reelecciones: el hijo del expresidente de Santander Francisco Javier Botín Sanz de Sautuola y O'Shea (11,17%) y el exministro Juan Miguel Villar Mir (8,2%).

El resto ha obtenido un amplio respaldo de los accionistas, con la excepción de los que fueron reelegidos en 2014. Aquel año, ISS Governance también recomendó votar en contra de la renovación de Ana Botín, Rodrigo Echenique y Vittorio Corbo. La agencia aconsejaba a los accionistas de Santander que mostraran su rechazo al hecho de que los consejeros independientes solamente representaban el 50% del máximo órgano de gestión del banco.

Los votantes de la junta siguieron el consejo y mostraron su disconformidad castigando a estos tres consejeros, entre los que se encontraba la actual presidenta del banco, que en el momento estaba al frente de Santander UK. Botín recibió un 14,3% de votos en contra, Echenique un 15,6% y Corbo un 17,76%. El resto de los consejeros fue ratificado con más de un 93% de los votos.

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