El PDeCAT abandona sus siglas en las elecciones y se convierte en un polvorín

Bolsamanía ofrece la noche del domingo el único especial elecciones con enfoque económico

Noemí Jansana
Bolsamania | 24 abr, 2019 06:00 - Actualizado: 10:23
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Ousted Catalan leader, Carles PuigdemontCONTACTO

El espacio neoconvergente ha decidido aparcar del todo las siglas del PDeCAT en los próximos comicios generales y municipales y apostar definitivamente por nomenclaturas que son variaciones de la fórmula Junts per Cataluña. La plataforma liderada por el expresident, Carles Puigdemont, se sacude la herencia de la antigua CDC y hace campaña casi exclusivamente apelando al espíritu del 1-O y de los presos soberanistas. Y los críticos esperan los resultados para escindirse.

El exlíder catalán confía en obtener votos a base de exprimir su exilio autoimpuesto, vendiendo la idea de que la única opción de abandonar el extranjero y la cárcel es que Junts per Cataluña sea esencial en un futuro escenario pactista. Fuentes conocedoras explican que los afines a Puigdemont confían en que la jugada les salga tan bien como en las elecciones del 21 de diciembre de 2017. En aquel momento también se hablaba del 'sorpasso' de ERC, pero finalmente las urnas avalaron al expresident.

Esta estrategia ha levantado nuevas ampollas en un PDeCAT que espera los resultados de estos comicios para explotar. La revuelta de los posibilitas se fragua desde el fracaso de las negociaciones con Pedro Sánchez por los presupuestos generales y el entorno de los críticos con la vía puigdemontitsta se prepara para una escisión.

La primera voz en alzarse fue la de Marta Pascal. La excoordinadora del PDeCAT no ha superado que Puigdemont forzara su dimisión en el partido por querer apoyar la moción de censura impulsada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y fue la primera que puso sobre la mesa la posibilidad de un partido sin el candidato. No está sola, en los últimos meses, son muchas las figuras que se han ido alejando del frentismo y del ala dura que también encarna el actual president catalán, Quim Torra, y defienden un camino más sosegado.

Carles Campuzano es otro de los nombres destacados de esta corriente. El exportavoz de los exconvergentes en el Congreso ya protagonizó un conato de rebelión durante el debate presupuestario del PSOE. Se enfrentó al líder en Waterloo y salió perdiendo porque se impuso la voz de una de sus compañeras de bancada, Míriam Nogueras, vicepresidenta del PDeCAT y miembro destacado de 'la cuerda' de Puigdemont.

Recientemente, Campuzano se ha sumado a Pascal y se ha hecho suya la idea de que el soberanismo necesita una fuerza política "tranquila y serena" para afrontar los retos del derecho a decidir de Cataluña. Un partido que surgiría al margen de Junts per Cataluña, que dan por muerto tras los comicios del 28 de abril en los que no se esperan más de cuatro o cinco diputados, según las encuestas.

A LA ESPERA DE LAS URNAS

Y aunque la campaña electoral ha aplacado las disensiones, el fichaje de la exconsellera Clara Ponsatí por la lista independentista del profesor Jordi Graupera a la alcaldía de Barcelona, se suma a la fuga de afines al expresident. Este anuncio ha llegado después de que la exconsellera anunciara su puesto como número tres de la lista de Junts per Catalunya a las elecciones europeas, encabezada por el president fugado.

Desde otros sectores sociales, según ha podido saber Bolsamanía, crecen las voces que reclaman generar una "nueva fuerza dentro de Cataluña que recoja el mainstream catalán de centro, moderado, catalanista y español". Y los sectores empresariales que miraron hacia Ciudadanos en el pasado, han ido retirando su apoyo al partido de Albert Rivera por su deriva ultra, según fuentes conocedoras, y "se hallan huérfanos".

Giran la mirada todos ellos hacia lo que consideran "un espacio político enorme en estos momentos que no lo ocupa nadie" y que puede ser a medio-largo plazo el destino de muchas de estas figuras. Pero la escisión se fraguará en varios actos y, ahora, sólo asistimos al primero, cuando las urnas hablen. Después, "a la que Puigdemont tenga sus resultados europeos en mayo, que no serán precisamente buenos para Junts per Catalunya, empezará a haber una diáspora importante", señalan varias fuentes.

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