Crítica de Robin Hood 3×01

El sábado volvió a la BBC británica la serie de aventuras Robin Hood, que habían acabado con luna muerte trágica e incomprensible para los fans de uno de los personajes principales.

La serie volvió con fuerza y con acción. Y un 25.8% de audiencia, una cifra increíble después del enfado de los fans. Veremos como sigue, pero no tendrá problema.

Los guionistas han optado por volver un poco a los orígenes de la serie y no dramatizar demasiado la serie, lo cual se agradece porque el encanto de la serie son las aventuras de un Robin Hood cuerdo. Han incorporado un nuevo personaje, el Fraile Tuck, que siempre ha sido gordo y calvo y ahora es una persona de color que parece un armario de niña pija.
Yo son cosas que no entiendo, y creo que mucho de los elementos que enganchaban están perdidos. Sin historia de amor, el target se resentirá y la historia girará sin sentido. No obstante quedan algunos atractivos, como ver en que derivará el tormento de Gisborne.

Se añadirá una nueva mujer a la banda, y queda como incógnita si Robin Hood retomará su vida amorosa o no. Disfrutemos de esta Tercera temporada, que será la última con el actor Jonas Amstrong, y posiblemente la última con sentido.

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