La digitalización del sector financiero, una exigencia de los inversores

El confinamiento ha provocado unos cambios tan grandes en lo digital que van a marcar el futuro de muchas empresas: aquellas que no hayan estado a la altura de las demandas de los usuarios en unos momentos tan dramáticos tendrán muy comprometido su futuro.

En este sentido, llevábamos muchos años advirtiendo de la necesaria transformación digital del sector financiero. Ahora se ha demostrado que no era un brindis al sol, porque pese a las mejoras la brecha digital ha aumentado también entre las empresas de este sector. Las que emprendieron a tiempo el camino de la aceleración digital, como se ve en los resultados de este informe, están en una situación de privilegio y cuentan con todas las estructuras necesarias para liderar el mercado en los próximos años.

Los hábitos del consumidor también han cambiado, la inmediatez se considera ya no necesaria, sino absolutamente imprescindible. Y la amenaza de nuevos virus, de más confinamiento, hará que los actores que no puedan ofrecer toda su oferta de servicios por Internet quedarán eliminados del mercado.

Otro de los objetivos que nos planteamos cuando lanzamos hace seis años nuestro Robo Advisor, el primero en Europa, fue el de la formación financiera, paso previo para conseguir la ansiada desintermediación en el sector financiero. Ofrecer a los inversores en fondos de inversión y pensiones una herramienta que pudiera ofrecer asesoramiento a sus carteras y recomendaciones de inversión las 24 horas del día, todos los días del año, debía acompañarse de una planificada estrategia de difusión de contenidos que reforzara su cultura financiera. Siempre entendimos que fomentar el conocimiento provocaría ineludiblemente que los inversores tuvieran capacidad de elección y pudieran retomar el control de su dinero de una forma efectiva.

La consecuencia lógica, una vez dotados de una herramienta capaz de asesorarles de forma individual para que fueran libres a la hora de elegir lo que más conviniese a sus inversiones, era trabajar por la desintermediación. Es decir, una vez liberados los clientes de las recomendaciones interesadas de las redes comerciales de las entidades financieras, gracias a un asesoramiento robótico objetivo, poner a su disposición también otras herramientas para que pudieran ejecutar esas recomendaciones de una forma más rápida, sin necesidad de acudir a las sucursales, y más barata gracias a un ahorro de comisiones. Todo gracias a la tecnología digital.

Pero en estos cinco años es justo reconocer el esfuerzo que han hecho las grandes entidades financieras para adaptar sus estructuras a las nuevas necesidades digitales de los españoles. Si bien no todas, una gran parte de ellas han mejorado todos sus registros desde que allá por 2014 realizamos nuestro primer análisis del sector. Y en las conclusiones de este informe se puede corroborar cómo cada vez más van ocupando los primeros puestos del ranking, algo que a priori puede parece lógico pero que no ha ocurrido en años anteriores. Las EFA habíamos ocupado su territorio.

Puedes descargar el resumen ejecutivo del VI Informe de Inversión Digital aquí con el ranking de las entidades financieras que más han trabajado en su posicionamiento digital en el último año así como el de sus CEO.