El volumen de los créditos al consumo crece más de un 40% en tres años

El precio de esta financiación es un 60% más caro que en la media de la zona euro

Irene Hernández
Bolsamania | 26 dic, 2018 06:00 - Actualizado: 10:01
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En los últimos años, el volumen de los créditos al consumo ha vivido un destacable aumento. Desde 2015, la cantidad de este tipo de financiación ha crecido más de un 40%, según los datos del Banco de España, que apunta como responsable de esta subida a la adquisición de bienes duraderos, que en este periodo ha aumentado un 70%.

El organismo refleja en su último informe de estabilidad financiera que la evolución creciente del volumen de los créditos al consumo en los últimos años es evidente. Ha pasado de los 44.400 millones de euros de junio de 2015, a los 62.800 millones del mismo mes de este 2018.

Y dentro del crédito al consumo se observa que el crédito para la adquisición de bienes duraderos es el responsable de la mayor parte del crecimiento. Si hace tres años era de 20.500 millones, ahora ha pasado a suponer cerca de 35.000 millones de euros, un 70% más.

Así, el peso del crédito para bienes duraderos ha subido en los últimos tres años del 46% al 56% actual. Por su parte, el crédito para la adquisición de bienes y servicios corrientes también crece, pero lo hace en menor medida, un 16,5%.

En cuanto a la morosidad en estos créditos para la compra de bienes de consumo duradero, se ha reducido en los últimos años debido al incremento continuado del crédito. Sin embargo, la dinámica de la morosidad durante el último año para este tipo de crédito ha mostrado una "variación significativa, revertiendo la caída mostrada con anterioridad e incrementándose su volumen por encima del 20%, repunte que ha tenido lugar en un contexto de crecimiento de la actividad económica y descenso en la tasa de desempleo", afirma el Banco de España.

No obstante, "aunque las ratios de morosidad aún no están aumentando", el organismo avisa de que "habrá que estar especialmente atentos a su evolución, porque el incremento acelerado del crédito al consumo podría traducirse en un futuro en mayores aumentos de su morosidad". El "crecimiento muy rápidos del crédito siempre va asociado, más tarde o más temprano, a aumentos de la morosidad, lo que debería llevar a las entidades a analizar con cuidado la sostenibilidad de dichas tasas de aumento del crédito y su encaje en el perfil de riesgo deseado".

"El incremento acelerado del crédito al consumo podría traducirse en un futuro en mayores aumentos de su morosidad"

Comparando estas cifras con Europa, el crédito al consumo en España sigue creciendo a "tasas significativamente mayores", como viene ocurriendo desde mediados de 2016. La media europea se situaba en el 7% en junio de 2018. Algo que contrasta con la evolución observada en los años 2011 y 2012, cuando el crédito al consumo en España caía con mayor intensidad que en el resto del entorno.

Este comportamiento reciente puede explicarse, según el Banco de España y al menos en cierta medida, por unos niveles de partida inferiores que se están recuperando. Además, podría reflejar la materialización de decisiones de consumo pospuestas en períodos anteriores, en base a la mejora de la actividad económica y el empleo.

EL PRECIO DE LOS CRÉDITOS, UN 63% POR ENCIMA

Los créditos al consumo tienen un precio "sensiblemente superior" en España. En concreto, está un 63% por encima en comparación con la media de la Eurozona, según lo señala el Banco de España. Para operaciones a plazo entre uno y cinco años, los tipos de interés que se aplican en los créditos al consumo en España se sitúan en el 8,22%, frente al 5,04% en la Eurozona, lo que supone más de tres puntos porcentuales por encima.

En el caso del TAE, la tasa media ponderada de todos los plazos, las entidades españoles aplican un 8,75% en frente al 6,19% de las europeas. Esto significa que es un 41,5% más elevada en España.

Y esto se explica por el contexto actual de tipos bajos de interés en el que se desarrolla la actividad bancaria. El Banco de España advierte también de que "los elevados tipos de esta cartera crediticia podrían estar induciendo a las entidades a buscar oportunidades de obtener mayores rentabilidades pero que a su vez pueden llevar asociadas unos mayores riesgos".

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