El sector servicios español crece levemente en julio, pero se mantiene la incertidumbre

La actividad se ve restringida por la debilidad de la demanda y nivel de empleo se recortó de nuevo

Irene Hernández
Bolsamania | 05 ago, 2020 09:41 - Actualizado: 09:51
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EUROPA PRESS - Archivo

El sector servicios español advierte un crecimiento débil en julio. Aunque por segundo mes consecutivo registró una expansión, solo fue leve, ya que los niveles de nuevos pedidos recibidos fueron decepcionantes y las empresas continuaron operando por debajo de su capacidad. Además, continuó habiendo recorte de empleo y las expectativas permanecieron históricamente débiles.

El indice PMI de Actividad Comercial de julio, elaborado por la consultora Markit y publicado este miércoles, se situó por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 por segundo mes consecutivo. En concreto, aumentó de 50,2 registrado en junio hasta 51,9, su mejor nivel en cinco meses.

No obstante, el ritmo de crecimiento señalado por el índice fue modesto y se situó muy por debajo de su promedio histórico. A pesar de los informes sobre la progresiva reapertura de la economía, el nivel de los nuevos pedidos recibidos por las firmas de servicios fue decepcionante. A juzgar por la encuesta de julio, los nuevos pedidos regresaron a territorio de contracción, aunque levemente. Las empresas encuestadas comentaron que la actividad del mercado tuvo dificultades para recuperar tracción a pesar de la relajación de las medidas de confinamiento relacionadas con la pandemia de la enfermedad mundial por coronavirus (COVID-19).

Muchos trabajadores dejaron los ERTE y regresaron a sus puestos de trabajo

Puesto que la actividad aumentó y los nuevos pedidos disminuyeron, las empresas pudieron cómodamente poner al día las cargas de trabajo existentes, hecho subrayado por la quinta caída mensual de los pedidos pendientes de realización. También se registraron pérdidas de empleo a pesar de los informes de que muchos trabajadores dejaron los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y regresaron a sus puestos de trabajo. Las empresas encuestadas comentaron que los volúmenes de ventas decepcionantes e insuficientes resultaron en la decisión de llevar a cabo despidos.

Sin embargo, las empresas de nuevo informaron de un incremento de los costes del personal durante el mes. Al sumársele el aumento del precio del combustible además del incremento de los costes relacionados con la aplicación de las precauciones por la COVID-19, los gastos operativos en general aumentaron por segundo mes consecutivo en julio. No obstante, la tasa de inflación fue notablemente más lenta que la máxima reciente observada en junio.

Los márgenes de beneficios estuvieron bajo presión a medida que las empresas continuaron teniendo dificultades para repercutir el incremento de los costes a sus clientes. Los últimos datos mostraron que las tarifas se redujeron por cuarto mes consecutivo en julio. La deflación también fue más fuerte que en junio, y las empresas señalaron la necesidad de ofrecer descuentos de precios en un intento por retener y estimular las ventas.

Por último, la confianza permaneció en territorio positivo en julio, pero se mantuvo muy por debajo de su tendencia histórica ya que muchas empresas manifestaron una considerable incertidumbre sobre el futuro. Los encuestados comentaron que los niveles de actividad en los próximos meses se verán determinados por la evolución de la COVID-19, y algunos de ellos subrayaron la preocupación por una segunda oleada de infecciones y el impacto potencialmente perjudicial en sus negocios.

SECTOR PRIVADO

La economía del sector privado de España regresó a territorio de crecimiento en julio, expandiéndose por primera vez en cinco meses a medida que la producción manufacturera y la actividad del sector servicios aumentaron. Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice Compuesto de Actividad Total se situó en 52,8 con respecto de 49,7 registrado en junio, indicando un sólido ritmo de crecimiento, que fue el mejor observado desde abril de 2019.

Los fabricantes fueron los principales impulsores del crecimiento, ya que la producción en el sector aumentó en su mayor grado de casi dos años y medio. Se observó una sólida expansión en la economía del sector servicios, pero los incrementos en este sector se vieron restringidos debido a una ligera caída de los nuevos pedidos. Por el contrario, las carteras de pedidos del sector manufacturero aumentaron al ritmo más rápido desde marzo de 2018.

Se registraron pérdidas de empleo en el sector privado por quinto mes consecutivo, aunque las tasas de declive tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios se ralentizaron. Las pérdidas de empleo se vieron impulsadas nuevamente por una falta en general de cargas de trabajo, ya que los pedidos pendientes de realización disminuyeron de nuevo en julio.

Mientras tanto, los gastos operativos aumentaron modestamente, a pesar de que los costes en el sector manufacturero disminuyeron, pero los descuentos de precios continuaron indicando cierta presión en los márgenes de beneficios en todo el sector privado.

Desde Markit señalan que los últimos datos del sector servicios "resultaron un poco decepcionantes, ya que el sector solo registró un crecimiento débil y lo más preocupante de todo es que los nuevos pedidos recibidos no lograron recuperar una tracción significativa a pesar de la reapertura de la economía. La indecisión entre las empresas y los hogares a la hora de comprometerse con las ventas, sumada a los desafíos que implica el realizar operaciones en el entorno actual de la COVID-19, restringieron los nuevos pedidos en julio. Las empresas encuestadas indicaron que el comportamiento de la demanda por debajo de la media, además de la continua erosión de los pedidos pendientes condujeron consecuentemente a la decisión de llevar a cabo despidos y cesantías".

Las empresas del sector servicios "son muy conscientes de que su comportamiento comercial en los próximos meses estará determinado principalmente por la evolución de la COVID-19. Los informes recientes de un aumento en los casos de infección, además de que algunos países están cambiando las recomendaciones para los ciudadanos que viajan a España, es muy probable que afecten fuertemente al sector turístico, que es un sector clave del país. La incertidumbre sobre la forma y la velocidad de la recuperación de la pandemia inevitablemente ha aumentado", destacan.

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