Los créditos con aval del Estado dejan fuera a las empresas que no están obligadas a cerrar

La escasez de los 20.000 millones iniciales fuerza a los bancos a priorizar

Eduardo Segovia
Bolsamania | 26 mar, 2020 06:00 - Actualizado: 09:21
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Muchos empresarios que acudieron ayer a su banco para solicitar uno de los créditos avalados por el Estado se encontraron con la negativa de la entidad a concedérselo. ¿La razón? Que su negocio no está dentro de las actividades que deben cerrar forzosamente por las medidas tomadas para contener el coronavirus y, por tanto, puede permanecer abierta aunque sufra grandes caídas de sus ingresos. El sector lo justifica porque los 20.000 millones liberados por el Gobierno son muy escasos y deben priorizar.

Aunque el acuerdo del Consejo de Ministros no dice nada específico sino que habla en general de "empresas y autónomos para paliar los efectos en su actividad como consecuencia del COVID-19", esto significa que, en la práctica, solo van a poder acceder inicialmente a estos préstamos las mismas compañías que pueden acceder a los ERTE por fuerza mayor, los que le permiten ahorrarse las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores.

"Si solo hay 20.000 millones de momento, no se los vamos a dar a los supermercados, que se están forrando", se justifican en una entidad. Es decir, dada la escasez del primer tramo de avales -no se sabe qué condiciones tendrán los siguientes porque el Gobierno puede cambiarlas-, deben priorizar. Y dado que las empresas incluidas en la lista de actividades obligadas a cerrar por el estado de alarma son tantas y tienen tantos problemas, ellas serán las destinatarias del dinero, al menos inicialmente.

LA MAYORÍA ESTÁ CON EL AGUA AL CUELLO

El problema es que, fuera de esa lista, la mayoría de las empresas no se encuentra en la situación de los supermercados o las farmacias, sino que está teniendo grandes dificultades para mantener su negocio abierto; pensemos en actividades online, asesorías, servicios, fábricas, etc. que no tienen un establecimiento a la calle.

Los hoteles inicialmente estaban en esa situación, aunque esta semana se ha ordenado su cierre. Los talleres mecánicos están en el limbo, ya que pueden seguir abiertos para garantizar el transporte público, de mercancías y de emergencia, pero no pueden atender al público.

NINGUNA VÍA PARA OBTENER LIQUIDEZ

Todas esas empresas también necesitan liquidez para poder pagar las nóminas, los alquileres o los impuestos o cotizaciones. Pero muchas de ellas se están encontrando con que su bancos se la niega. Y, dada la situación actual y las negras previsiones que se manejan, las entidades han frenado en seco la concesión de crédito que no cuente con aval estatal ante el altísimo riesgo de que entre en mora.

Lo cual significa que estas compañías no tienen ninguna forma de acceder a la liquidez que necesitan para seguir abiertas. Y, en consecuencia, es muy probable que muchas se vena obligadas a cesar temporalmente su actividad y a plantear ERTEs para sus empleados.

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