Prolongar la vida laboral es "mal negocio": el problema del sistema de pensiones español
Convendría santificar la idea de que trabajar más tiene premio y trabajar menos supone un coste
Varios son los problemas a los que se enfrenta el sistema de pensiones español, pero uno de ellos pasa sin duda, como ya se ha debatido en varias ocasiones, por retrasar la edad de jubilación. Sin embargo, por ahora parece que los trabajadores carecen de incentivos necesarios para decidir prolongar la vida laboral más allá de lo necesario para cobrar pensión, haciendo que incluso algunos opten por jubilarse antes de lo que les correspondería.
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En España, "se puede decir que existen incentivos a aumentar el número de años cotizados y retrasar la edad de jubilación hasta los 64 o 65 años, pero a partir de ese punto hay fuertes desincentivos a no seguir en la vida laboral". Es lo que señala un informe llevado a cabo por el Instituto de Actuarios Españoles, en el que destacan que el sistema español de pensiones de jubilación "descuenta generosidad a los jubilados prematuros en mayor proporción que el premio que le garantiza a los jubilados tardíos".
Es, pues, un sistema en el que la prolongación de la vida laboral tiende a ser "mal negocio", por lo que consideran razonable que un sistema de pensiones del siglo XXI debería tener un patrón general que "santifique la idea de que trabajar más tiene premio y trabajar menos supone un coste". "Un sistema que haga lo contrario se está poniendo en peligro a sí mismo pues, en un marco incuestionado de desplazamiento de la longevidad de las personas, está provocando una tensión innecesaria en el sistema por la vía de acortar las carreras laborales y alargar las carreras pensionadas", señalan.
Los actuarios utilizan el Factor de Equidad Actuarial o FdEA para poner en relación el valor de lo que en conjunto recibe una persona como jubilada y lo que en total aportó como trabajador. En un mundo ideal, este factor tendría que ser igual para todos, además de situarse en niveles cercanos a 1, lo que técnicamente se denomina "actuarialmente justo" y define a los sistemas como más sostenibles. Como explican, un FdEA superior a 1 es la marca de los sistemas cercanos a la insostenibilidad, puesto que el ciudadano tiende a recibir lo que no aporta, mientras que si el factor es inferior a 1 denota que el jubilado es un "contribuyente neto" del sistema.
En España, uno de los "problemas" básicos que presenta el sistema de pensiones es que el FdEA "es muy elevado", al situarse en 1,51, lo que implica que el sistema devuelve un 51% más de lo que recibe. Este valor implica "importantes problemas de sostenibilidad actuarial para el sistema de pensiones porque está entregando, por término medio, cuantías de las pensiones por encima de lo que recibe". Por lo tanto, tomando en cuenta este criterio, el Instituto de Actuarios Españoles afirma que, para determinados colectivos, podrían existir incentivos para cotizar por la base mínima, hacerlo durante pocos años y, además, jubilarse a edades tempranas. "Justamente lo contrario de lo que parece más razonable desde el punto de vista de la sostenibilidad del sistema", dicen.
EQUILIBRAR ECONOMÍA Y SALARIOS CON PRESTACIÓN
Hay que recordar que el sistema de pensiones de jubilación en España se caracteriza por ser de reparto y de prestación definida. De esta manera, la pensión inicial de jubilación está parametrizada de acuerdo con una serie de elementos, de entre los cuales la edad biológica y la edad cotizante son dos de los más importantes. Así, en su parte contributiva, y dado que no se tiene en cuenta el tipo de cotización para el cálculo de la pensión, "es difícil conseguir que exista una perfecta relación entre lo aportado y lo recibido por el sistema", subrayan.
Desde hace varios años, las pensiones y su futuro centran los debates económicos de nuestro país, bien girando alrededor del concepto de sostenibilidad o sobre el de suficiencia. Los actuarios consideran que este tipo de enfoque "es enormemente limitativo, pues tiende a transmitir la idea de que es posible mantener debates aislando un punto de vista del otro" y son caras de la misma moneda, a la que habría que añadir también la faceta de la equidad.
¿Qué hacer entonces para alcanzar la sostenibilidad actuarial, que el FdEA fuera igual a 1 y se cumpliera la condición de la máxima relación entre lo aportado y lo recibido? El valor del factor de 1,51 en España indica que estamos a algo más de medio punto de alcanzarla, pero esta información no es suficiente a no ser que lo relacionemos con algún otro elemento. Estiman que para alcanzarla, en términos del PIB futuro, tendríamos que crecer durante los próximos 40 años al 5,67% real, en lugar del 1,59% que se prevé que crecerá nuestro país. O, si se prefiere, asumiendo el crecimiento esperado en las actuales predicciones, el tipo de cotización debería pasar del 16,15% al 24,43%. "En ambos casos, podemos ver que el esfuerzo que habría que hacer para reducir medio punto el FdEA es importante", concluyen.
