AJ Bell anticipa "un camino accidentado" para Wall Street en los próximos meses
Donald Trump ha cumplido su palabra. Tras imponer aranceles a sus socios comerciales de Canadá y México, el mercado ha descontado que órdago "va en serio", lo que puede provocar dolor en los mercados financieros durante los próximos meses.
Para anticipar qué pueda pasar, Russ Mould, director de Inversiones de AJ Bell, recuerda que "los aranceles de Trump han alterado los mercados, tal como lo hicieron en febrero de 2018".
Además, no hay que olvidar que Wall Street viene de varios años muy alcistas, en el que ha renovado máximos históricos prácticamente cada mes, lo que abre la puerta a una corrección significativa.
“Los mercados financieros habían asumido que Trump hablaría con firmeza sobre los aranceles y se retractaría cuando consiguiera un acuerdo, por lo que el plan del presidente estadounidense de actuar primero y luego (quizás) hablar ha sido una desagradable sorpresa para las bolsas en todo el mundo, especialmente porque Canadá y México ya han amenazado con represalias”, señala Russ Mould.
“El lanzamiento de aranceles por parte de Trump en 2018 aumentó los ingresos de Estados Unidos, pero las ganancias corporativas estadounidenses se vieron afectadas ese año y el S&P 500 cayó un 25% (desde su máximo anual), por lo que los mercados comprensiblemente se han asustado esta vez", recuerda.
Hay que recordar que 2018 fue un año muy volátil. El S&P 500 cayó cerca del 7% entre febrero y marzo, para luego recuperarse cerca del 10% hasta septiembre, y posteriormente desplomarse (desde los máximos de septiembre) un 25% hasta final de año.
“Curiosamente, los mercados bursátiles han comenzado el segundo mandato de Trump de forma bulliciosa, en marcado contraste con el resultado electoral de 2016, cuando abordaron la victoria del candidato republicano con cautela. En última instancia, el S&P 500 ganó un 56% durante su primer mandato, pero eso vino con un gran tambaleo en 2018, cuando el índice perdió un 5% en general y soportó un mini mercado bajista en el otoño, cuando las amenazas de aranceles a China se hicieron realidad", rememora Russ Mould.
“La recaudación fiscal de EEUU se benefició, ya que los aranceles aduaneros se duplicaron en poco tiempo. El estado destrozado de las finanzas federales, donde la deuda es mucho mayor ahora y la factura de intereses está aumentando, significa que esto ofrece algunas buenas noticias, desde una perspectiva estadounidense", considera.
“Tampoco se disparó la inflación. Los datos de la Oficina de Análisis Económico muestran que los aumentos de precios de las compras internas brutas en toda la economía estadounidense en general y para el consumo personal de bienes se moderaron en 2018 y 2019, a pesar de los aranceles de Trump", comenta.
“Esto puede haber sido porque la mejor cura para los precios altos es precisamente eso: precios altos, con el resultado de que los consumidores y las empresas se negaron a pagarlos y buscaron opciones más baratas (que es precisamente el plan de Trump esta vez). Pero también puede haber sido porque los importadores estadounidenses y los vendedores extranjeros en EEUU eligieron asumir el golpe en el margen y no trasladaron el impacto de los costes de los aranceles", añade.
“Las ganancias corporativas estadounidenses se estancaron en 2018 y, de hecho, se redujeron como porcentaje del PIB, lo que nuevamente sugiere que las empresas simplemente asumieron el golpe en el margen y no corrieron el riesgo de perder ingresos si aumentaban los precios", precisa.
Pero "a los mercados de valores estadounidenses eso no les gustó en absoluto. El S&P 500 comenzó bien 2018, pero lo terminó mal, ya que una caída del 25% en el otoño borró todas las ganancias del año, y más", afirma.
“Esto es preocupante. Según los datos de Standard & Poor’s, el mercado de valores de EEUU comenzó 2018 valorado en 23 veces las ganancias futuras y lo terminó cerca de 19 veces, gracias a la caída otoñal", señala.
Y ahora "los analistas esperan un crecimiento de las ganancias corporativas del 17% en 2025, y el S&P actualmente cotiza a 24 veces las ganancias (basado en ese supuesto de crecimiento del 17%). Cualquier decepción podría tener el mismo impacto, si no mayor, que hace siete años", advierte este experto.
“Una gran esperanza es que los aranceles no duren, mientras otra es que la Reserva Federal (Fed) ayude con algunos recortes de las tasas de interés, algo que Trump ya está pidiendo. Los recortes de tasas en 2019 ayudaron a que el S&P 500 se encaminara (y luego, más QE y más reducciones de tipos en respuesta al Covid-19 proporcionaron un torrente de liquidez barata que los mercados recibieron con agrado)", indica Mould.
“Pero en 2018, la Fed estaba subiendo las tasas y había dejado de hacer crecer su balance. En 2025, hasta ahora, ha pausado los recortes de tasas y ha seguido reduciendo su balance como parte de su programa de ajuste cuantitativo", indica.
“Esto podría ayudar a mantener la demanda y la inflación bajo control, pero podría no hacer mucho por el pronóstico del 17% de crecimiento de las ganancias; y tal vez el mayor desafío de todos para las acciones estadounidenses (y quizás las acciones globales) es que las expectativas y las valoraciones son simplemente más altas que hace siete años; incluso el precedente del impacto de los aranceles ofreció poco aliento", valora.
“Cualquier respuesta de política monetaria, o la falta de ella, y la duración de los aranceles y las respuestas de represalia son ahora variables clave que los inversores deben evaluar. Una breve escaramuza que conduzca a un acuerdo puede aliviar las preocupaciones del mercado de valores", relata.
"Sin embargo, Trump ya está advirtiendo de la necesidad de sufrir a corto plazo a cambio de las ganancias a largo plazo de mayores ingresos fiscales por los aranceles, y luego de una mayor producción y empleo internos, a medida que los compradores evitan las opciones importadas encarecidas por los aranceles, por lo que podría ser un camino accidentado, especialmente considerando que las acciones estadounidenses son más caras que hace siete años; y que ahora representan el 65% de la capitalización del mercado global, en comparación con el 50% en 2018", concluye este experto.