EEUU lleva meses vendiendo un acuerdo "inminente" con China, pero ya no cuela

La mayoría cree que, como mucho, la reunión del sábado traerá un acercamiento

Nieves Amigo
Bolsamania | 27 jun, 2019 06:00 - Actualizado: 09:34
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China.- China advierte de que EEUU MICK TSIKAS/AAP/DPA - Archivo

Y salió Steven Mnuchin. El secretario del Tesoro de Estados Unidos ha dicho que el acuerdo comercial entre Estados Unidos y China está al 90% y ha vuelto, por enésima vez, a calentar las expectativas de la enésima reunión entre ambas potencias. Y es que no es, en absoluto, la primera vez que Mnuchin hace esto -allá por abril dijo que las negociación estaban en la "fase final"-, alimentando el optimismo para luego propiciar que la decepción sea mayor. Esta vez, sin embargo, no cuela.

En esta ocasión el mercado no se cree que vaya a haber acuerdo. De hecho, es prácticamente generalizada la idea de que, como mucho, se descongelará la tensa situación actual y poco más. Esto, sin embargo, ya es considerado bastante para algunos, ya que se busca, sobre todo, que se desbloqueen unas negociaciones que llevan enquistadas desde que Donald Trump anunciara a principios de mayo que las aplazaba y aumentara los aranceles.

Firmas tan importantes como Bank of America Merrill Lynch o Barings descartan la posibilidad de un acuerdo comercial en el encuentro que Trump y Xi van a mantener el sábado. Ambas creen que es "poco probable" que las tensiones comerciales entre las dos economías se resuelvan completamente. Los inversores también están escépticos. Las palabras de Mnuchin impulsaron este miércoles a las bolsas pero éstas se desinflaron con considerable rapidez.

"Si (las conversaciones) se tuercen, entonces existe la posibilidad de que se apliquen aranceles del 5% al 10% a los 300.000 millones de dólares restantes de exportaciones provenientes de China", afirma Khiem Do, responsable de inversión de mercados asiáticos en Barings. "Y en el mejor de los casos, no sé cuál es el mejor de los casos. Me resulta difícil pensar en el mejor de los casos en este momento", añade.

Los economistas de BoA Merrill Lynch también tienen pocos esperanzas en esta reunión. "Probablemente terminará en otro alto el fuego, con ambas partes retrasando posibles aranceles adicionales", auguran. "La fortaleza de los mercados de renta variable estadounidenses y el giro de la Reserva Federal han reducido en gran medida la presión sobre EEUU para que se llegue a un acuerdo. Además, la guerra comercial se ha mezclado con otros muchos temas, como la tecnología y la geopolítica", explican.

Cabe recordar que la última vez que Xi y Trump se reunieron, en el G20 del pasado mes de diciembre en Buenos Aires, el resultado fue una tregua de 90 días.

UNA LETANÍA QUE DURA YA 18 MESES

En febrero se hablaba de los progresos entre China y Estados Unidos para alcanzar un acuerdo y a principios de marzo se anunciaba un pacto para finales de ese mismo mes. En abril, el propio Mnuchin se refería a un acuerdo casi cerrado y comunicaba su intención de viajar a China. A principios de mayo, Donald Trump 'rompió la baraja', y ahora la gran mayoría cree que mantendrá abierto el conflicto hasta las elecciones presidenciales del 20 de noviembre. "A Trump le beneficia llegar con este tema candente a las elecciones porque es un asunto por el que, previsiblemente, le premiará su electorado", afirman desde Bankinter.

China llega más presionada a este encuentro y puede decirse que tiene, hoy por hoy, más interés en que el pacto se cierre cuanto antes. Los expertos explican que toda esta situación no sólo está afectando a la economía de la segunda potencia económica mundial sino que amenaza al núcleo mismo del modelo que ha sustentado tanto el crecimiento como la autoridad del Partido Comunista durante décadas. Bloomberg subraya que la reunión de este sábado es una de las más importantes del mandado de Xi. "Necesita poner fin a la disputa con el presidente de EEUU y dependerá en gran medida de su relación personal para hacerlo", avisa. La mística del Partido Comunista reside en buena medida en el incuestionable control de Xi y la debilidad que estaría mostrando no es tolerable.

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