La inmunidad de Junqueras y Puigdemont amenaza con retrasar la investidura a enero

El TJUE se pronunciará el 19 de diciembre, fecha límite para Sánchez

Noemí Jansana
Bolsamania | 03 dic, 2019 06:00 - Actualizado: 09:31
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Oriol Junqueras (ERC).Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

La cuarta legislatura española en cuatro años arranca este martes con la constitución de las Cortes Generales y tiene por delante una investidura que al PSOE se le complica por momentos. Los socialistas y Podemos han puesto a trabajar la maquinaria para cumplir con el calendario filtrado por Ferraz que fija el 19 de diciembre como la fecha en que esperan que Pedro Sánchez reciba el apoyo del Congreso por mayoría simple, pero el destino ha querido que coincida con el veredicto que debe emitir el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la inmunidad parlamentaria de líder de ERC, Oriol Junqueras.

Esta casualidad ha sembrado el nerviosismo y pesimismo en el partido del presidente del Gobierno en funciones que reconoce, a puerta cerrada, que complica la evolución de las reuniones con los republicanos hacia un ‘sí’ a Sánchez antes de Navidad. Junqueras ha enviado un aviso para navegantes y ha dejado claro que no tiene ninguna prisa en conceder la presidencia al socialista, otros altos cargos de ERC coinciden en que “esto no va de días” y en el partido se impone la corriente que quiere dilatar los tempos y esperar a enero o febrero, según avanzó Bolsamanía.

Si el TJUE falla a favor del dirigente de ERC y reconoce su status de europarlamentario, se inicia un efecto dominó que podría acabar por propiciar que el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, volviera a España sin peligro de ser encarcelado, a pesar de estar en busca y captura. Si Luxemburgo reconoce la inmunidad del primero, los abogados del segundo esperan que se despeje el camino para que Puigdemont también pueda gozar de esta prerrogativa de su cargo. Ambos fueron elegidos diputados del Parlamento Europeo el 26 de mayo y, si el alto tribunal hace caso a las conclusiones de su Abogado General, quien dictaminó que deberían haber disfrutado de su status sin procedimientos posteriores -uno no juró el cargo por hallarse en prisión preventiva y el otro por estar huido de la Justicia española-, Junqueras quedará momentáneamente en libertad y Puigdemont podrá plantarse en Cataluña.

Los analistas políticos coinciden en señalar que esta posibilidad “cambia las reglas del juego”. Para empezar, los partidos catalanes se verían obligados a rehacer su estrategia tanto en Madrid como en Cataluña. Los republicanos temen que el ‘efecto Puigdemont’ dinamite sus posibilidades de hacerse con la Generalitat en unas hipotéticas elecciones anticipadas en Cataluña que el expresident tiene la intención de encabezar y su abstención en la investidura de Sánchez, dará más argumentos a Junts per Catalunya para señalarlos como unos traidores, explican.

Además, la decisión sobre la inmunidad de Junqueras no cambiará su situación procesal, ya que el Supremo tendrá que pedir un suplicatorio para ejecutar la condena, pero tanto el exjefe del Govern catalán como el otro eurodiputado neoconvergente, Toni Comín, acabarían por esquiar cualquier decisión de los tribunales españoles, lo que deja a ERC en una posición todavía peor si dan su apoyo tácito a Sánchez.

EL ESTADO DE LAS NEGOCIACIONES

Los dos partidos encaran una nueva reunión este martes después de que el primer encuentro de la semana pasada dejara buenas sensaciones y, según fuentes conocedoras, se viera que “hay voluntad”. ERC apreció el reconocimiento de la existencia de un "conflicto político" en Cataluña que se debe encauzar "desde el diálogo y el entendimiento institucional". El entorno de los comunes, la confluencia con la que Podemos se presenta en Cataluña, también señala que las negociaciones van bien, pero asumen que lo que ocurra esta jornada es clave para saber si pueden seguir adelante con sus planes de “tener Gobierno antes de Nochebuena”, como dijo el líder podemita, Pablo Iglesias.

Si no se despejan las dudas, el Gobierno no irá a una investidura si no tiene claro que saldrá adelante. El PSOE también medirá hoy hasta qué punto el veredicto de Luxemburgo pesará en los republicanos. De hecho, se abren a modificar su calendario y tirar la toalla en diciembre: han declarado que no irán a esta sesión plenaria del Congreso si saben que va a ser “fallida”.

Una vez se constituyan las Cortes Generales este martes, la intención del Rey es iniciar la ronda de contactos con los partidos el día 10, después del puente de la Purísima. Para entonces, fuentes socialistas reconocen que el acuerdo con ‘esquerra’ “debería estar atado”, de lo contrario, no les quedará más remedio que aplazar la investidura hasta el próximo año.

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