La banca prevé un descenso generalizado de la demanda de crédito en el primer trimestre

En el cuarto trimestre de 2022, la demanda descendió en los segmentos de hogar (vivienda y consumo)

Irene Hernández
Bolsamania | 31 ene, 2023 12:57 - Actualizado: 13:03
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Banco de EspañaEP - Archivo

Los bancos prevén un descenso generalizado de la demanda de crédito en el primer trimestre de 2023, después de constatar que en el cuarto trimestre de 2022 la demanda de crédito descendió en los dos segmentos de hogares, adquisición de vivienda y consumo y otros fines. Así se refleja en la última 'Encuesta sobre préstamos bancarios' elaborada por el Banco de España.

En general, para el primer trimestre de 2023, las entidades tanto de España como de la Unión Económica y Monetaria (UEM) esperan que se produzca, de nuevo, una contracción generalizada de la oferta y de la demanda de crédito, en un contexto de elevada incertidumbre sobre la evolución macroeconómica y en el que se espera que continúe el proceso de normalización de la política monetaria.

Ya en el cuarto trimestre de 2022, los criterios de concesión de préstamos y las condiciones generales aplicadas a los nuevos préstamos se habrían vuelto a endurecer de forma generalizada, lo que sucede por tercer trimestre consecutivo. No obstante, el endurecimiento de los criterios habría sido más moderado de lo que las entidades de ambas áreas anticipaban hace tres meses.

El Banco de España explica que la evolución contractiva de la oferta de crédito respondería al aumento de los riesgos percibidos por las entidades financieras, vinculado fundamentalmente con el deterioro de las perspectivas macroeconómicas, así como, en menor medida, al incremento de sus costes de financiación, como consecuencia del proceso de normalización de la política monetaria.

Por su parte, la demanda de préstamos descendió en las dos áreas de forma generalizada, salvo en el caso de las solicitudes provenientes de las sociedades no financieras en España, que aumentó ligeramente. El menor dinamismo de las peticiones de fondos se explicaría por el aumento de los costes de financiación y, en el caso de los hogares, también por la menor confianza de los consumidores.

En concreto, en cuanto al crédito a las sociedades no financieras, en el cuarto trimestre de 2022, los criterios de concesión se endurecieron, por quinta vez consecutiva, y de forma más intensa que el trimestre previo, aunque en menor medida de lo que anticipaban las entidades financieras tres meses antes. La contracción de la oferta habría sido consecuencia, principalmente, del aumento de los riesgos percibidos, vinculado al deterioro de las perspectivas económicas, así como a una menor tolerancia al riesgo por parte de las entidades financieras, aunque también contribuyeron, en menor medida, el incremento de los costes de financiación y la menor disponibilidad de fondos.

Los criterios de concesión se endurecieron tanto en la financiación a las pymes como en la concedida a grandes compañías, si bien en este último caso el endurecimiento fue algo más moderado. De cara al primer trimestre de 2023, las entidades financieras encuestadas prevén una prolongación de la pauta de endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos, así como un cierto descenso de las peticiones.

CRÉDITO PARA LA COMPRA DE VIVIENDA Y CONSUMO

Respecto al crédito a los hogares para adquisición de vivienda, los criterios de concesión se habrían vuelto a endurecer durante el cuarto trimestre de 2022, aunque con una intensidad más moderada que la observada tres meses antes y que la que las entidades financieras anticipaban entonces para el cierre del ejercicio.

Según el Banco de España, este endurecimiento sería consecuencia fundamentalmente de un aumento de los riesgos percibidos, vinculados al deterioro de las perspectivas económicas generales y del mercado de la vivienda, así como al empeoramiento en la solvencia de los prestatarios, y, en menor medida, a una menor tolerancia al riesgo por parte de las entidades financieras, a los mayores costes de financiación soportados y a una menor disponibilidad de fondos.

También las condiciones generales aplicadas en estos préstamos se habrían endurecido entre octubre y diciembre, lo que sucede por tercer trimestre consecutivo. Ello se habría traducido en un aumento de los tipos de interés aplicados, así como, en conjunto, en un incremento de los márgenes.

Mientras, la demanda de fondos para adquisición de vivienda habría vuelto a descender en el último trimestre del año, aunque más moderadamente de lo que se preveía en la ronda anterior. Esta evolución sería consecuencia, principalmente, del impacto negativo asociado al aumento de los tipos de interés y, en menor medida, del descenso de la confianza de los consumidores.

Para el primer trimestre de 2023, las entidades financieras anticipan que la oferta seguirá endureciéndose, aunque de forma moderada, mientras que la demanda volverá a descender a un ritmo similar al observado entre octubre y diciembre.

Por su parte, los criterios de concesión de préstamos a los hogares para consumo y otros fines se volvieron a endurecer durante el cuarto trimestre de 2022 y lo hicieron a un ritmo similar al de tres meses antes, aunque más moderado de lo que anticipaban las entidades financieras entonces. Igual que en el segmento de préstamos para adquisición de vivienda, el endurecimiento se debería fundamentalmente al aumento de los riesgos percibidos, vinculados sobre todo al deterioro de las perspectivas económicas generales y al empeoramiento en la solvencia de los prestatarios.

Las condiciones generales en este tipo de créditos también se habrían endurecido, lo que se habría reflejado, como en el resto de los segmentos, en un aumento de los tipos de interés aplicados a los nuevos préstamos concedidos y que en muchos casos habría venido acompañado de un aumento de los márgenes.

La demanda de crédito en el segmento de los préstamos a los hogares para consumo y otros fines se redujo ligeramente durante el cuarto trimestre de 2022, aunque el descenso fue más moderado que el que anticipaban los bancos hace tres meses. Esta disminución se explicaría sobre todo por la menor confianza de los consumidores, por el impacto negativo asociado al incremento de los tipos de interés y también, aunque en menor medida, por el mayor uso de otros recursos para financiar estas compras.

Para el primer trimestre de 2023, las entidades financieras prevén una nueva contracción tanto de la oferta como de la demanda de préstamos a los hogares para consumo y otros fines.

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