El Banco de España rebaja sus previsiones y espera que el PIB crezca un 6% en 2021

Bajo un escenario central, prevé un crecimiento del 5,3% en 2022, antes de moderarse al 1,7% en 2023

Irene Hernández
Bolsamania | 23 mar, 2021 13:32 - Actualizado: 13:44
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Banco de España

El Banco de España estima que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 6% en media anual en 2021, según las previsiones macroeconómicas publicadas por el organismo este martes, lo que supone un descenso de 0,8 puntos porcentuales (pp) en comparación con las previsiones anteriores publicadas en diciembre, debido a la menor fortaleza de la actividad en el corto plazo. Con esto, no se alcanzaría el nivel de PIB prepandemia hasta 2023.

Bajo el escenario central previsto por el Banco de España, el crecimiento estimado del PIB para este año viene dado tras un primer semestre débil, pero sería consecuencia de la aceleración de la actividad en la segunda mitad del año, vinculada a los avances en el proceso de vacunación y a la implementación de los proyectos ligados al Plan de Recuperación de la Unión Europea (UE).

En este sentido, en diciembre el Banco de España estimaba que se ejecutaría el 70% de la inversión prevista por los fondos presupuestados, pero ahora rebaja esta estimación hasta el 55%, por el retraso en el ritmo de desembolso. Esta ejecución de 15 puntos menos se traslada, en cambio, al año 2022, de ahí el mayor crecimiento previsto para ese ejercicio. En términos de PIB, esta menor ejecución de la inversión restará tres décimas al crecimiento este año, que se trasladan, en cambio, a un mayor crecimiento el próximo. Para el director de Economía del Banco de España, Óscar Arce, este retraso no tiene por qué ser negativo si esta demora sirve para invertir el dinero en proyectos más productivos.

Además, de cara a los próximos años, el organismo destaca que el pronunciado dinamismo del PIB que se proyecta para el segundo semestre de 2021 daría lugar a un potente efecto arrastre en 2022, de modo que el producto de la economía presentaría un avance también elevado el próximo año (del 5,3%), antes de moderarse en 2023 (1,7%).

Hay que señalar que este escenario central contempla la posibilidad de que en los próximos meses surjan nuevos brotes de la enfermedad, cuya contención requeriría aplicar medidas de contención similares a las vigentes recientemente. Se proyecta, además, que la progresiva administración de las vacunas permita una retirada gradual de estas medidas, hasta su desaparición prácticamente plena a finales de 2021.

Con respecto a los cambios inducidos en el comportamiento de los agentes como consecuencia de la crisis sanitaria, bajo el escenario central, la tasa de ahorro de las familias disminuiría a lo largo del horizonte de proyección, pero se mantendría al final del mismo algo por encima de su nivel previo a la pandemia. Asimismo, la naturaleza incompleta del proceso de vacunación durante los próximos trimestres haría que los flujos de turismo receptor no alcancen un grado relativamente elevado de normalización hasta 2022.

Dado el elevado grado de incertidumbre que persiste, el Banco de España ha optado, como en los últimos trimestres, por la formulación, además de un escenario central, de dos alternativos. Los escenarios difieren en los supuestos relativos a la evolución de la pandemia y al grado de avance en el proceso de inmunización de la población, así como, también, en relación con los efectos a medio plazo de la pandemia sobre el tejido productivo y sobre el comportamiento de los agentes. Bajo el escenario suave se proyecta una resolución más rápida de la crisis sanitaria y unas menores secuelas de la crisis que en el central, mientras que lo contrario sucede bajo el escenario severo.

En cuanto a los riesgos que rodean las proyecciones de crecimiento de la actividad en el escenario central, explican que siguen orientados a la baja en el corto plazo y estarían vinculados, fundamentalmente, a episodios más intensos de contagios o una progresión más lenta en el calendario de inmunización de la considerada en el escenario central. Más allá del corto plazo, la incertidumbre ha tendido a mitigarse en los últimos meses al confirmarse la efectividad de las vacunas, lo que ha reducido la probabilidad de materialización de los escenarios más desfavorables. La incertidumbre ha tendido a verse reducida también como consecuencia del paquete fiscal recientemente aprobado en EEUU y del acuerdo para la salida de Reino Unido de la UE. Como consecuencia, los riesgos que rodean las proyecciones de crecimiento de la actividad en el escenario central están más equilibrados en el medio plazo de lo que lo estaban hace algunos meses.

INFLACIÓN, DESEMPLEO Y DÉFICIT

En referencia al Índice de Precios al Consumo (IPC), el Banco de España sitúa su crecimiento en el 1,4% en 2021, para frenarse hasta el 0,8% en 2022 y volver a recuperarse en 2032 hasta el 1,2%. De esta manera, el alza de la inflación en el presente ejercicio se prevé que sea temporal, condicionado por el ascenso de los precios de las materias primas, que no implican modificaciones significativas del escenario de inflación a medio plazo.

Por su parte, las previsiones del organismo español colocan la tasa de paro aumentaría hasta el 17% en 2021, para emprender un descenso en los dos próximos años, hasta el 15,1% en 2022 y el 14,1% en 2023. Arce ha indicado que estas previsiones contemplan que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) solo se prolongan hasta mayo de este año, por lo que si se extienden, la tasa de paro sería inferior.

De su lado, el Banco de España estima que el déficit público cerró en el 10,5% del PIB el pasado año y prevé un descenso paulatino a lo largo del periodo analizado. Así, estima una reducción hasta el 7,7% este año, al 4,8% en 2022 y al 4,4% en 2023 en el escenario central, con lo que al final del periodo aún se situaría por encima de los niveles prepandemia. A pesar del crecimiento del PIB, la deuda pública estaría aún en el 117,6% del PIB en 2023, prácticamente la misma tasa que este año (117,9%), aunque Arce descartó que pueda hablarse de una crisis de deuda, dados los bajos tipos de interés. Eso sí, insistió en la necesidad de aprobar cuanto antes un plan de consolidación fiscal.

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