Sánchez y Arrimadas ningunean a los empresarios que abogan por su pacto

Bolsamanía lanza el único especial sobre el impacto económico de los comicios

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Bolsamania | 26 abr, 2019

Actualizado : 13:49

El PSOE se ha hartado del desprecio de Albert Rivera. Un pacto con Ciudadanos jamás había sido la primera opción para los socialistas y, sin embargo, no habían declarado su negativa a asociarse con la formación naranja. Hasta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo basta durante el debate de Atresmedia, cuando aseguró que no hay planes al respecto. E importantes despachos de Madrid empiezan a descontar que no surtan efecto sus presiones para un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos.

No son pocas las expectativas de los sectores empresariales de que se ponga en marcha este tándem tras los comicios generales del 28 de abril. Según ha podido saber 'Bolsamanía', hasta se hacen cábalas con la portavoz del partido, Inés Arrimadas, a la vicepresidencia y Sánchez a los mandos. La deriva ‘ultra’ y el coqueteo con Vox del candidato a la presidencia del partido naranja generan mucho desagrado, por lo que “se da por agotado” si fracasa su estrategia, según explica un empresario.

No obstante, Arrimadas no ha dejado de reiterar durante la campaña -al igual que el resto del partido- que su preferencia es servir de muleta al PP de Pablo Casado, con la formación de Santiago Abascal como convidado de piedra, exactamente como en Andalucía. Ha decidido ignorar el apremio del ala centrista del partido y de los poderes económicos que tratan de imponer su voz y ha sacado pecho de los 100 días de Gobierno en la Junta de Andalucía. Durante el debate de TV3, ha insistido en que su objetivo es tomar La Moncloa de la mano de los populares.

“Ciudadanos ha decidido que sus socios son la derecha y la extrema derecha”, lamentan fuentes socialistas. “Por nuestra parte, nos limitamos a decir que no pactaremos con quien no quiera pactar con nosotros, en clara referencia a este partido”, agregan. Un escenario que desmorona los castillos en el aire de buena parte del empresariado que ve con nerviosismo como el Gobierno puede ser tomado por Podemos, junto al PSOE, y perpetuar la situación de los últimos meses o puede colocar a Abascal en primera línea, abrazado al PP.

Les queda un último cartucho en la recámara: que cambien las tornas en el caso de que no se logre investir un presidente y se convoque una segunda vuelta electoral. Es el escenario también de muchas casas de análisis, que prevén meses de incertidumbre, al igual que ocurrió antes de la investidura de Mariano Rajoy en 2016. Llegados a este punto, seguirán abogando por una coalición de centroderecha con alguien como Arrimadas, a priori más moderada, que ponga un triple cordón sanitario: a la ultraderecha de Vox, cuya agenda no comparten y que ascendería en el caso de una victoria del PP; a Podemos, que sigue siendo un anatema para las clases económicas; y a los independentistas.

Con Ciudadanos de contramaestre, el Ejecutivo socialista se inclinará más hacia medidas y políticas que ellos consideran impulsoras del crecimiento y mantendrá a raya a los soberanistas porque será un Gobierno al que no le tiemble el pulso si tiene que imponer un nuevo 155 en Cataluña. El empresariado catalán, a quien aún le escuece la fuga de empresas de finales de 2017, que sólo se frenó con la intervención de la autonomía, no le hace ascos a la idea. No obstante, recientemente se muestran muy críticos con la búsqueda del enfrentamiento constante de Arrimadas y de Rivera y han empezado a darle la espalda a la formación.

En cambio, no son pocas las primeras espadas de importantes compañías de la capital del Estado que la han colocado como una firme sucesora de Rivera y más numerosos son aún los apoyos que cosecha y que la catapultarán a la cabeza del partido si el actual presidente fracasa en las generales y obtiene unos resultados peores de lo que se espera.

Pero Arrimadas disipa los rumores y cierra filas con el actual líder del partido de quien dice que “será un magnífico presidente”. Lo califica como el candidato más valorado, pero no se cierra puertas a futuro y pone sobre la mesa que cuando toque renovar la cúpula del partido será mediante un sistema de primarias.

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