El euro digital tiene el potencial de recortar el negocio de la banca en más de 2,5 billones

Hasta 1 billón de euros en depósitos podrían volar hacia el BCE

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Bolsamania | 04 abr, 2021

El Banco Central Europeo (BCE), al igual que la Reserva Federal (Fed) y otros bancos centrales se hallan inmersos en los proyectos de investigación previos al despliegue de sus divisas criptográficas. Mientras el Banco Popular de China lidera la carrera de las divisas digitales de los bancos centrales (CBDC), los supervisores económicos del resto de potencias mundiales aseguran no tener ninguna prisa. En el caso de Europa, se han dado cinco años de plazo en el que deberán dirimir, entre otras muchas cosas, cuestiones como el impacto en el negocio de los bancos de un euro digital.

Pese a que extreman la cautela ante el eventual lanzamiento de esta moneda virtual, entre otras cosas porque no se ha decidido ni tan solo su creación, los miembros del Consejo de Gobierno del BCE que preside Christine Lagarde aprovechan cualquier ocasión para preparar el terreno de cara a este paso. En caso de que superen los trabajos de preparación y el veredicto final sobre si se implementa o no en el mercado, se erigirá como alternativa a las propuestas de empresas tecnológicas "hambrientas de datos" que buscan maximizar beneficios, han indicado recientemente el miembro del Comité Ejecutivo del BCE Fabio Panetta y el director general de Pagos e Infraestructura de Mercado, Ulrich Bindseil.

El objetivo de un euro digital “sería proporcionar a los europeos una forma de pago segura, moderna y alternativa, respaldada por el compromiso de un banco central independiente para asegurar su estabilidad”, según indican desde el BCE. Y, a la vez, “hacerse fuerte en un mercado con un valor de 8,5 billones de euros en potenciales competidores”, añaden desde Bank of América (BofA).

Muchos son los aspectos que debe abordar el instituto emisor, sin embargo, el más acuciante, según los analistas de la entidad estadounidense, es “la competencia con la banca tradicional en depósitos y créditos”, hasta el punto de que están en juego 2,5 billones del negocio bancario en la eurozona.

El BCE ha sugerido que tras el nacimiento del euro criptográfico, los depósitos de particulares tendrían un límite en torno a los 3.000 euros por ciudadano a tipo de interés cero. “Con 340 millones de ciudadanos de la zona euro, esta medida provocaría un trasvase de 1 billón de euros de los bancos al BCE, si cada ciudadano utilizara toda su asignación”, calculan los analistas del banco, que “podría considerarse modesto, si se compara con los 11 billones de euros en depósitos totales, o el balance de 7 billones de euros que ya tiene el BCE”.

Pero “no es pequeño”, puntualizan, sino que es “muy, muy importante”, ya que se trata de un billón de euros en el que se ubica “el eje del sistema bancario”. “Utilizando los 5,4 billones de euros en depósitos asegurados en la zona del euro, los bancos tienen 1 billón de euros en sueldos que llegan mensualmente”, explican. “Los titulares de las cuentas tienen una media de 1 billón de euros en su cuenta corriente y gran parte de los 3,4 billones de euros restantes se mantienen en cuentas de ahorro vinculadas”, prosiguen.

Lo más relevante es que, actualmente, las entidades financieras son capaces de crear “2,3 billones de euros en inversiones a largo plazo utilizando la estrategia de cobertura de los 5,4 billones de euros en depósitos” con que cuentan ahora. Si embargo, “en cuanto este billón de euros en cuentas nómina se haya trasladado al BCE estará intermediado por terceros”, elaboran, lo que significará que los saldos arrastrados a los bancos de cualquier tercero que mantenga la relación salarial se considerarían menos estables”. “En definitiva, 4,4 billones de euros en depósitos crearían sólo 0,7 billones de euros en inversiones a largo plazo”, redondean desde BofA. "Además el banco tendría que mantener mayores activos líquidos".

Naturalmente, "el banco central podría volver a inyectar capitales en el propio mercado, a través de un programa de compra de activos", comentan, a la vez que "el BCE tendría que ampliar la financiación más allá de los 4 años de duración de la actual TLTRO si desea que los bancos sigan financiando la economía como lo hacen actualmente", redondean estos expertos. Mucho dependerá de cómo se diseñe la moneda digital.

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