La banca española no tiene capital para una morosidad como la de la última crisis

Nuestras entidades son las últimas de Europa en el ranking de solvencia

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Bolsamania | 05 may, 2020

Actualizado : 09:37

Si la morosidad de los créditos alcanzara ahora el nivel de la crisis financiera, los bancos españoles no tendrían suficiente colchón de capital para absorberla y necesitarían realizar ampliaciones (o vender activos, o fusionarse) para no caer por debajo de los requisitos mínimos del BCE. Así lo asegura el Banco de España en su Informe de Estabilidad Financiera, donde se sostiene que el colchón permite absorber una morosidad del 13,8%.

Como se puede observar en el gráfico superior, la tasa de morosidad de la banca en el máximo de la crisis anterior, a finales de 2013 y principios de 2014, rebasó ligeramente el 14%. En la actualidad, se encuentra en el 4,8% según el último dato publicado, correspondiente a febrero.

Pues bien, el Banco de España estima que la liberación de colchones de capital sobre los requerimientos mínimos que ha permitido el BCE al conjunto de la banca española en la actualidad le permiten absorber un incremento de los créditos impagados de 8,2 puntos porcentuales. Si sumamos ese 8,2 con el 4,8 actual, obtenemos un 13%, que sería la tasa de morosidad máxima que puede asumir nuestro sector financiero con sus niveles actuales de capital.

Es decir, que si la morosidad superase esa cota, algunas entidades (el impacto será heterogéneo en función de la fortaleza de cada una y su exposición a los sectores más dañados por el coronavirus) no tendrán más remedio que conseguir nuevo capital, ya sea pidiéndoselo a sus accionistas con ampliaciones, ya sea con la venta de activos que generen beneficios extraordinarios. O bien no tendrán más remedio que embarcarse en una fusión, como pronostica Francisco Uría, socio financiero de KPMG. Y si todo falla, no habrá más remedio que ir a resolución -como el Popular- o a un rescate con dinero público si la UE abre la mano por las circunstancias excepcionales.

Tanto Uría como el Banco de España aseguran que es muy difícil dar previsiones sobre morosidad (solo que será mayor cuanto más profunda sea la crisis y más se prolongue la recuperación). El Informe de Estabilidad añade un elemento positivo y otro negativo. El positivo es que ese aumento de 8,2 puntos "se eleva significativamente cuando se añade el efecto positivo de las moratorias y del programa de avales a empresas comprometido por el Gobierno, que, además, contribuye a reducir los APR" (activos ponderados por riesgo. Los créditos con aval del ICO tienen menos riesgo y ponderan menos para calcular el capital; es decir, con los mismos millones de euros de capital, la ratio es mayor).

El negativo responde a que "las cuentas de resultados son menos holgadas que a principios de siglo, y que la morosidad es superior a la que existía antes de la crisis financiera global". Es decir, la posición de partida es peor y los bancos tienen menos capacidad de generación de beneficios para provisionar el aumento de la mora.

LA BANCA ESPAÑOLA, LA MENOS SOLVENTE DE EUROPA

Uno de los problemas derivados del pobre beneficio del sector es que, "pese al aumento de la solvencia en los últimos años, en diciembre de 2019, las entidades españolas seguían en la última posición en el ranking de solvencia europeo (basado en la ratio de CET1)", como se aprecia en el gráfico. La ratio de capital de máxima calidad para el conjunto de la banca española se sitúa en el 12,6%, lejos del 15% de la media europea.

En justicia, es cierto que el capital de nuestros bancos no es del todo comparable al de otros países. "El ranking bajo en términos de la ratio de CET1 se debe en parte al uso prevalente del método estándar". Traducido, eso significa que en España la mayoría de los bancos dan una ponderación más alta de riesgo a sus activos que en otros países con más bancos que usan modelos internos, lo que reduce su ratio de capital (sale más bajo con los mismos millones de capital).

Según el Banco de España, "esto implica ponderaciones de riesgo más altas, pero menos sensibles a cambios en el riesgo", es decir, que nuestras entidades sufrirán menos impacto en su capital por el deterioro derivado del coronavirus.

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