Los datos del paro de larga duración

A pesar de los relaticamente positivos de los últimos meses incluendo los últimos datos del paro de ayer mismo, a pesar de que en cierta medida una sensación de optimismo relativo sobre la creación de empleo o al menos sobre la no destrucción de empleo, parece ser la nota dominante, cuando echamos un vistazo más en profundidad a lo que esconde la tasa de desempleo en nuestro país las cifras nos vuelven a colocar rápidamente en el escenario real y complejo del panorama laboral español.

Estas cifras nos dicen que el 25% de los desempleados en la actualidad, recordemos inscritos en los servicios de empleo, lleva en esta situación tres años o más. Esto nos ofrece como decíamos un panorama en el que más de 1,375,000 españoles perdieron su empleo antes del 2010 o al menos no se han podido incorporar al mercado laboral desde esa fecha.

Las cifras del paro de larga duración

El paro aumenta en 79.154 desempleados en Octubre

Además de lo que supone ya esta lectura, encontramos añadido el hecho de que se trata de un segmento en crecimiento constante; las cifras de parados de larga duración en la última lectura de la EPA suponen nada menos que un 21% más que en el mismo periodo de tiempo del pasado año 2013.

Un problema con  más prolongaciones de las que se ven

Estamos ante un problema con más prolongaciones de las que se ven en una primera lectura, hay dos hechos añadidos a tener en cuenta en estos datos:

El gran porcentaje de jóvenes que no encuentran primer empleo que encierra el dato de los parados de larga duración, un problema que se está convirtiendo en estructural ya que el modelo de desarrollo de carrera profesional tradicional se encuentra cercenado para decenas de miles de jóvenes que van a encontrar un retraso en su desarrollo que los analistas calculan de unos 15 años en recuperar el pulso de un desarrollo profesional correcto.

El dato del paro de larga duración oculto, se trata del desempleado no registrado en los servicios de empleo público, una cifra sobre la que nadie se pone de acuerdo pero que ha crecido de manera más que sensible en los últimos años motivada por la escasez de ofertas, el agotamiento de las prestaciones y el desánimo que ambas situaciones produce.

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