Dice que la UE está adoptando la posición "que tiene que adoptar", que es tratar el desafío como un "asunto interno"
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, ha afirmado este miércoles que le parece "mala idea" que el presidente catalán, Carles Puigdemont, no acuda al Senado a explicar sus alegaciones contra la aplicación del artículo 155 de la Constitución, porque se le había ofrecido la posibilidad de dialogar.
"Me parece mala idea porque nosotros siempre hemos estado ofreciendo diálogo en la sede de la legitimidad popular, que no venga me parece una mala idea", ha dicho a su llegada a la sede de la Universidad CEU, donde ha ofrecido una conferencia sobre los retos de Europa.
Después, en un coloquio con los estudiantes, el ministro ha dejado claro que al Gobierno le parece bien la actitud que está adoptando la UE --"es la que tiene que adoptar"-- en relación con el desafío soberanista, porque "la UE tiene muy clara la naturaleza del problema" y está dando su apoyo al Estado de Derecho, que es "uno de los principios fundamentales de la construcción comunitaria".
Según ha dicho, los países europeos tienen claro que el diálogo, "que siempre es bueno", hay que hacerlo en el marco del Estado de Derecho "y en la sede de la soberanía popular y la legitimidad popular". "No tenemos ninguna duda de que la Unión sus instituciones y nuestros socios nos apoyan", ha dicho.
Es más, se ha mostrado convencido de que una "eventual" independencia catalana, que él cree que no va a suceder, sería "una amenaza para toda Europa, su orden y su estabilidad, pero también para sus principios", a pesar de los "intentos de desinformación y manipulación".
El ministro ha reconocido que hay quien "legítimamente" aspira a "construir una nueva realidad" en Cataluña, en el Véneto o en Bretaña, pero ha añadido que la UE tiene claro que hay que defender esas aspiraciones "por métodos democráticos y con respeto al Estado de Derecho". "Eso la UE lo tiene claro, nos apoya y nos va a seguir apoyando", ha remachado.
Además, ha explicado que cuando el Gobierno incide en que el desafío soberanista catalán es un asunto interno no es porque no quiera que alguien "mire" cómo se resuelve, sino porque "tiene que ser resuelto con arreglo a ese orden interno que es perfectamente homologable" a los sistemas de la UE, incluso "una de las democracias más garantistas" de Europa y del mundo.