Señal de enfriamiento en el inmobiliario: qué pasará con los precios y la demanda en 2023

"Seguimos pensando que el riesgo de que se produzca una corrección brusca en este mercado es bajo"

Irene Hernández
Bolsamania | 26 dic, 2022 06:00
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La compraventa de viviendas experimentará un ajuste significativo, principalmente por el impacto del aumento de los tipos de interés, mientras que la subida del precio se ralentizará de forma notable, aunque mantendrá una tasa de crecimiento ligeramente positiva en 2023. "Las señales de enfriamiento del mercado inmobiliario son cada vez más patentes".

Así lo recoge el último informe sobre el mercado inmobiliario publicado por CaixaBank Research. En cuanto a la demanda de vivienda, los analistas ven que, tras haber sorprendido por su elevado dinamismo durante 2022, en los próximos meses, se enfriará por el impacto de la subida de los tipos de interés.

El euríbor a 12 meses no ha dejado de aumentar y las previsiones apuntan a que se mantendrá alrededor del 3% (o algo por debajo) en el promedio de 2023. "Puesto que la mayoría de los compradores suelen necesitar de financiación para realizar la compra de una vivienda, el impacto sobre la demanda va a ser directo". En consecuencia, estiman que el número de compraventas retrocederá alrededor de un 20% el próximo año, hasta las 480.000 viviendas, pero todavía se situaría en un nivel superior al promedio desde 2007.

Respecto a la oferta de vivienda, en la entidad creen que el empeoramiento de las perspectivas económicas y otros factores de carácter más estructural, como la falta de suelo residencial finalista en las zonas más demandadas y la incertidumbre regulatoria, sugieren que se mantendrá estable a corto y medio plazo.

¿Y los precios? "El crecimiento ha comenzado a moderarse, incluso antes de que las señales de enfriamiento de la demanda sean más claras, pero no esperamos un ajuste brusco", expresan. En este sentido, consideran que esta ralentización del precio de la vivienda se acentuará en el tramo final de 2022 y en los primeros trimestres de 2023, coincidiendo con el periodo en los que esperan un estancamiento de la actividad económica.

"Después de este difícil invierno (por la crisis energética y la elevada inflación), de cara a la primavera prevemos que el crecimiento del PIB vuelva a tomar tracción, aunque de forma moderada". Así, "en este escenario de pronunciada ralentización económica, pero no de recesión", calculan que el precio de la vivienda mantendrá una modesta tasa de crecimiento positiva en términos nominales, alrededor del 1%. "En términos reales, el ajuste es considerable debido a la elevada inflación (-7,1% acumulado en 2022-2023)", añaden.

Opinan que el riesgo de que se produzca una corrección brusca en el mercado inmobiliario" es bajo porque los fundamentales son mucho más sólidos que en el anterior ciclo expansivo del mercado inmobiliario español".

Además, matizan que, aunque para el conjunto de España no prevén correcciones de precios reseñables, sí que es posible que se produzca un cierto ajuste en aquellos mercados donde los precios han crecido con más fuerza en los últimos trimestres y aquellos que se encuentran más sobrevalorados en relación con los fundamentales. Por territorios, ven probable que los precios aguantarán mejor en aquellas localizaciones más demandadas, como son los centros de las grandes ciudades y las zonas turísticas.

En cuanto a la tipología de vivienda, ven una evolución diferenciada: la vivienda de segunda mano será la más afectada mientras habrá un mejor comportamiento de la vivienda nueva, por su relativa escasez y elevada demanda.

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