¿Finanzas personales descontroladas? Seis claves para ponerlas en orden

Los gastos excesivos son muy comunes y desembocan, como es esperado, en una economía personal descontrolada y un completo desorden financiero. ¿Por qué sucede?, esto ocurre cuando no se tiene ningún tipo de dominio sobre los gastos y no se toman en consideración los ingresos produciéndose así, un endeudamiento constante.

Sabiendo esto, la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera de España (EFPA por sus siglas en inglés) ha elaborado, a modo de guía práctica, un documento con seis pautas para que las finanzas personales soporten "la cuesta de septiembre":

1. Elaborar un cuadro con los ingresos recurrentes con los que se pueda contar y con aquellos gastos fijos de todos los meses tales como la hipoteca/alquiler, transporte, comida, luz/gas, letras, seguros... teniendo en cuenta en todo momento el no contraer deudas que no se puedan hacer frente ni gastar más de lo que se ingresa.

2. Vigilar los gastos innecesarios. La vuelta de las vacaciones y el inicio del nuevo curso es el momento perfecto para eliminar algunos productos o servicios que no se utilicen, o renegociar o cambiar de proveedor, aprovechando mejores ofertas en el mercado. Incluso, puede ser un buen momento para revisar si merece la pena amortizar alguna deuda o renegociarla con la compañía en cuestión.

3. Septiembre es el mes perfecto para ver cuáles de los gastos son imprescindibles y cuáles prescindibles en la vida diaria. Entre otros, podemos valorar opciones como ir al trabajo andando, en bicicleta o compartiendo coche, e incluso, llevar la comida a la oficina para ahorrar el coste del menú de cualquier restaurante.

4. Conviene echar un vistazo a los productos contratados y ver si existen otros vehículos en el mercado que se ajusten más a las necesidades de cada uno. Algunas entidades lanzan en septiembre nuevos productos financieros, como planes de pensiones, fondos de inversión, cuentas de ahorro... por lo que se debe hacer una búsqueda de información para ver si encaja alguna de las ofertas que ayuden así a diversificar los ahorros e inversiones.

5. Puesto que la jubilación de los padres no se parecerá a la que tendrán los hijos, hay una necesidad de contar con una seguridad financiera a largo plazo. El ahorro sistemático permitirá acumular un capital final suficiente para complementar la pensión pública y mantener el poder adquisitivo tras acabar la vida laboral y, después del verano, es un buen momento para trazar una estrategia.

6. Solicitar una cita con el asesor financiero cualificado y elabora la planificación financiera, además de resolver todas las dudas sobre los productos financieros más adecuados, préstamos, hipotecas, ahorro para la jubilación… Solo un asesor financiero puede ayudar a hacerlo. Además, la volatilidad de los mercados puede ofrecer algunas oportunidades de inversión atractiva y financiación más económica, reduciendo el importe de los préstamos, no obstante cualquier decisión final debe contar con la ayuda de un profesional.