La inflación de la eurozona baja en febrero al 8,5% y la subyacente escala al récord del 5,6%

Los alimentos no frenan y tiran al alza del Índice de Precios de Consumo (IPC), según Eurostat

Irene Hernández
Bolsamania | 17 mar, 2023 11:05 - Actualizado: 13:00
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La inflación de la eurozona cedió una décima en febrero al situarse en el 8,5%, con lo que acumula cuatro meses de desaceleración y se coloca en el nivel más bajo desde mayo de 2022, según los datos confirmados por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. Sin embargo, la tasa subyacente no cambia de rumbo y vuelve a escalar hasta tocar un nuevo récord, en el 5,6%.

La mayor contribución a la tasa de inflación interanual de la zona del euro provino de alimentos, alcohol y tabaco (+3,10 puntos porcentuales, seguido de servicios (+2,02), bienes industriales no energéticos (+1,74 y energía (+1,64). En concreto, el precio de los alimentos frescos subió un 13,9%, mientras que la energía se moderó hasta el 13,7%. Los servicios se encarecieron un 4,8% y los bienes industriales no energéticos un 6,8%.

Dejando fuera del dato el impacto de la energía la tasa de inflación de la zona euro subió hasta el 7,8% en febrero.

Por países, en comparación con enero, la inflación anual cayó en 15 Estados miembros, se mantuvo estable en dos y aumentó en diez. Así, las tasas anuales más bajas se registraron en Luxemburgo (4,8%), Bélgica (5,4%) y España (6%). Por contra, las más altas tuvieron lugar en Hungría (25,8%), Letonia (20,1%) y Chequia (18,4%).

En toda la Unión Europea (UE), la inflación nual fue del 9,9% en febrero, frente al 10% de enero, acumulando también cuatro meses a la baja.

Precisamente este jueves el Banco Central Europeo (BCE) mostró que se mantiene firme en su lucha contra el alza de los precios al anunciar una nueva subida de 50 puntos básicos, como ya anunciara en su encuentro de febrero, con lo que los tipos de interés ya se colocan en el 3,5%. Eso sí, en esta ocasión el organismo no dejó entrever sus posibles futuras decisiones. Si se producen, dependerán de cómo evolucione la crisis bancaria y las perspectivas sobre la inflación.

De lo que sí informó el BCE fue de sus perspectivas. Estiman que la inflación se situará, en promedio, en el 5,3% en 2023, el 2,9% en 2024 y el 2,1% en 2025. Por su parte, la inflación subyacente seguirá presionando, colocándose de media en el 4,6% en 2023, para después descender al 2,5% en 2024 y al 2,2% en 2025.

LAS EMPRESAS SIGUEN TRASLADANDO LOS COSTES AL PRECIO FINAL

Los analistas de Pantheon Macroeconomics esperan, de cara al futuro, que la inflación de marzo "podría dar un latigazo a los inversores", ya que el dato "caerá aún más, debido principalmente a una fuerte caída en la inflación de la energía". En marzo del año pasado, el precio de la energía aumentó un 12,2%, "por lo que, a menos que veamos un aumento similar este año -no lo haremos- la tasa interanual se desplomará", dicen. Prevén una caída en la inflación energética a solo el 1,9%.

Se mantienen firmes en la opinión de que el BCE aumentará los tipos de interés oficiales en 75 puntos básicos en el segundo trimestre: 50 en mayo y 25 en junio. "Estamos en general de acuerdo con el BCE en la trayectoria de la inflación general este año, pero nuestras previsiones difieren significativamente en la primera mitad de 2024. Vemos una inflación más baja que la del banco central y, en parte, como resultado, recortes de tipos".

En Oxford Economics coinciden en que, "con las continuas noticias positivas sobre los precios mayoristas del gas y el petróleo y el final de la temporada de calefacción, esperamos que el componente energético arrastre aún más la inflación general en el futuro".

Sin embargo, creen que esta es la única noticia positiva, ya que consideran "preocupante" que la inflación subyacente y de los alimentos siguiera repuntando. "El aumento de la inflación de los servicios y los bienes de consumo no duraderos indica que las presiones subyacentes sobre los precios siguen vivas, ya que las empresas están trasladando los mayores costes a los precios finales", señalan.

Su impresión tras los datos es que, por parte del BCE, hay "pocas posibilidades de un giro significativo antes de que haya señales claras de que la inflación subyacente está disminuyendo". Por lo tanto, mantenemos su visión de otros dos aumentos de 25 puntos básicos.

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