La bonanza del sector servicios mantiene la economía de la eurozona resistente en mayo

Las presiones de los precios se atenúan por segundo mes, pese a que siguen elevadas, según el PMI

Irene Hernández
Bolsamania | 24 may, 2022 10:09 - Actualizado: 10:38
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La bonanza en el sector servicios propició que el crecimiento económico de la zona euro siguiera siendo robusto en mayo, a pesar de las dificultades relacionadas con la guerra en Ucrania, la escasez de suministros por la pandemia y el creciente coste de vida, según se refleja en el índice PMI. Las presiones de los precios continúan elevadas, pero se atenúan por segundo mes.

A juzgar por la estimación flash preliminar, el Índice PMI Compuesto de la Actividad Total de la eurozona, elaborado por S&P Global, ajustado estacionalmente, bajó de 55,8 registrado en abril a 54,9 en mayo. Esta última lectura señaló una expansión de la actividad económica por decimoquinto mes consecutivo y la tasa de crecimiento apenas se redujo modestamente, por lo que se mantuvo muy por encima del promedio a largo plazo del estudio.

Mientras que el sector servicios siguió indicando un sólido crecimiento gracias a la demanda acumulada durante la pandemia, en el sector manufacturero sólo se ha observado una expansión modesta, por segundo mes consecutivo, debido a una reducción de las carteras de pedidos recibidos. Pese a que los dos sectores estudiados continuaron indicando un nivel de contratación sólido y el sector servicios indicó la mayor creación de empleo en casi quince años, las expectativas respecto de la actividad empresarial futura se han deteriorado ligeramente hasta la segunda tasa más débil observada en los últimos dieciocho meses, reflejando una creciente preocupación por las perspectivas.

Por otra parte, los precios cobrados por los productos y servicios aumentaron a la segunda tasa más alta jamás registrada por el estudio, pero la tasa de inflación se atenuó ligeramente en comparación con la de abril pasado, tras un segundo mes consecutivo de reducción de la inflación de los costes de los insumos soportados por las firmas.

Así, el crecimiento fue impulsado por el sector servicios, que registró su segunda expansión más fuerte de los ocho últimos meses. Muchas empresas de atención al público del sector servicios de nuevo indicaron una demanda sólida gracias a la reapertura de la economía tras las restricciones impuestas para contener los contagios por ómicron, impulsando un crecimiento especialmente robusto para el turismo y las actividades de ocio. No obstante, la tasa de crecimiento del sector servicios en general comparada con la de abril pasado indica una atenuación, que en parte se debe a una expansión más débil de los servicios financieros y de los servicios industriales, en este último caso, vinculada a su vez con una reciente ralentización en el sector manufacturero.

Aunque la expansión de la producción manufacturera mejoró ligeramente en mayo, continuó siendo muy modesta después de que el crecimiento de la producción se desaceleró casi hasta paralizarse en abril. En consecuencia, en el segundo trimestre hasta la fecha se observa la expansión más débil de la producción manufacturera desde el comienzo de los confinamientos por la pandemia, en el segundo trimestre de 2020.

La producción industrial siguió limitada por la escasez generalizada de suministros, mientras que la guerra en Ucrania y los confinamientos en China han exacerbado las presiones ya existentes en las cadenas de suministro provocadas por la pandemia. El alargamiento de los plazos de entrega de los proveedores en mayo siguió superando los niveles registrados antes de la pandemia, pese a que el número de retrasos registrados se ha atenuado ligeramente en comparación con marzo y abril pasados, contribuyendo a su vez a favorecer el crecimiento en el sector automotriz. Sin embargo, muchos otros sectores manufactureros señalaron que los retrasos en las cadenas de suministro, combinados con una creciente cautela entre los clientes y con un traslado del gasto doméstico de los productos a los servicios, provocaron un menor crecimiento, o hasta incluso una reducción, de la producción.

Los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero en su conjunto cayeron por primera vez desde junio de 2020, en contraste con otro sólido crecimiento de los nuevos pedidos recibidos en el sector servicios, pese a que en este segundo sector el crecimiento de la demanda decreció ligeramente frente a la máxima de ocho meses registrada en abril pasado.

Se observaron divergencias similares entre los sectores con respecto a los pedidos pendientes: mientras que los volúmenes de pedidos pendientes aumentaron en el sector manufacturero al ritmo más lento desde agosto de 2020, sugiriendo que habrá menores necesidades de producción en los meses siguientes, el crecimiento de los trabajos pendientes en el sector servicios marcó su máxima desde julio de 2021, al aumentar a un ritmo pocas veces superado en la historia del estudio, lo que indica que quizás los proveedores de servicios necesiten expandir su capacidad para responder al crecimiento actual de la demanda.

Se registraron niveles idénticos de creación de empleo, sólidos y en crecimiento, en el sector manufacturero y en el sector servicios. Sobre todo, el aumento de las plantillas en el sector servicios representa el mayor aumento desde julio de 2007, puesto que las firmas buscaron reforzar su capacidad operativa.

Al mismo tiempo, los precios medios cobrados por los productos y servicios aumentaron intensamente, aunque a una tasa inferior a la máxima histórica de abril, pero de todos modos registraron el segundo aumento más alto jamás registrado por el estudio. Se observaron niveles de inflación ligeramente más lentos tanto para los productos como para los servicios, principalmente debido a un aumento más lento de los costes durante el mes.

La inflación de los costes se atenuó ligeramente por segundo mes consecutivo, aunque el aumento siguió siendo el tercero más importante registrado desde que se dispone de datos comparables, que fueron recopilados por primera vez en 1998, debido al intenso aumento de los precios de las energías, al alza de los costes del transporte, a aumentos más generalizados de los precios de compra impuestos por los proveedores y a las crecientes presiones salariales. Las tasas de aumento se atenuaron tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios hasta su nivel más bajo desde febrero pasado. El sector industrial indicó una reducción especialmente intensa de la inflación de los precios de las materias primas.

De cara al futuro, el optimismo empresarial para los próximos doce meses se deterioró ligeramente y se situó en el segundo lugar más bajo entre los niveles registrados en los últimos dieciocho meses. La confianza se ha reducido en gran medida desde el estallido de la guerra en Ucrania, mientras que la incertidumbre y los problemas de suministro creados por la invasión rusa siguen siendo acompañados de una preocupación generalizada por las cadenas de suministro mundiales vinculadas con China, además de un creciente pesimismo en relación con las perspectivas económicas y la alta tasa de inflación. La confianza cayó hasta su mínima desde la primera ola de la pandemia en el sector manufacturero en mayo, pero se mantuvo más resistente en el sector servicios.

En el análisis por países, se observa que Francia registró la expansión más sólida; su ritmo de crecimiento se atenuó ligeramente frente al de abril, pero sigue siendo el segundo más fuerte desde junio de 2021 gracias a un nuevo repunte de la actividad del sector servicios y a una expansión más modesta de la producción manufacturera. Mientras tanto, el crecimiento en Alemania fue menor que el de Francia pero cobró cierto impulso en comparación con abril, situándose en un nivel cercano al promedio registrado en lo que va de año. Un robusto crecimiento en el sector servicios alemán fue acompañado de un modesto regreso al crecimiento en el sector manufacturero después de la breve desaceleración observada en abril.

El resto de la zona euro en su conjunto también siguió registrando una expansión, aunque el crecimiento fue el menor observado en los cuatro últimos meses debido a un crecimiento más lento en el sector servicios y un nivel de casi estancamiento del crecimiento de la producción manufacturera.

En S&P Global Market Intelligence comentan que la economía de la zona euro "mantuvo un crecimiento alentadoramente resistente en mayo, puesto que los resultados adversos del sector manufacturero fueron contrarrestados por el auge en el sector servicios".

"Pese a que las fábricas siguen indicando escasez generalizada de suministros y menos demanda de productos debido a las elevadas presiones de los precios, la economía está creciendo gracias a la demanda acumulada de servicios a medida que se relajan las restricciones relacionadas con la pandemia. En mayo se ha observado un nuevo aumento del gasto, especialmente en actividades relacionadas con el turismo y el ocio. Gracias al aumento de la demanda de servicios, especialmente proveniente de los hogares, los datos del índice PMI equivalen a un crecimiento de la economía a una sólida tasa trimestral del 0,6% en lo que va del segundo trimestre", añaden.

No obstante, consideran que "todavía no queda claro cuánto tiempo podrá persistir este repunte del sector servicios, especialmente debido al creciente aumento del coste de vida, y la debilidad del sector manufacturero sigue siendo preocupante, puesto que el malestar industrial ya está dando muestras de expandirse hacia algunas partes de la economía del sector servicios".

"Aunque existen indicios de que las presiones inflacionistas podrían haber llegado a su tasa máxima, debido a que la inflación de los costes de los insumos se ha reducido por segundo mes consecutivo y a que comienza a haber menos comentarios de problemas de suministro, las presiones inflacionistas siguen elevadas, en niveles sin precedentes anteriores. Se espera que estas altas presiones de los precios, acompañadas del reconfortante sólido crecimiento del PIB señalado por los estudios, puedan aumentar la predisposición de los encargados de la política monetaria del BCE a adoptar una postura de línea más dura", señalan.

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