Yo me voy del Manzanares... el último derbi del Vicente Calderón

El estadio acoge su último duelo madrileño ante de la mudanza a la Peineta

  • El primer derbi en el Calderón acabó en tablas hace 50 años
  • El siglo XXI ha visto las dos mayores goleadas en ambos sentidos
Carlos R. Cózar
Bolsamania | 19 nov, 2016 07:59 - Actualizado: 13:01
Estadio Vicente Calderón

Cincuenta años de alegrías, de victorias, de derrotas, de sufrimiento y, sobre todo, de derbi. El Vicente Calderón vivirá este fin de semana uno de los partidos más especiales de su historia, puesto que será el último enfrentamiento entre los enemigos íntimos de la capital: Atlético de Madrid y Real Madrid.

Cualquier amante del fútbol sabe lo que significa un derbi madrileño. Durante días, las tertulias del bar, las conversaciones con amigos y hasta en los momentos de relax en el trabajo se habla de uno de los partidos con más tensión de la Liga. La rivalidad, que durante una época parecía perdida tras los 19 años en los que el Real Madrid no conoció la derrota, se ha vuelto a disparar desde hace unas temporadas, y no es para menos. Una Copa del Rey ganada en el Bernabéu (rompiendo el maleficio), unos cuantos partidos en Liga sin poder vencer al Atlético y, sobre todo, dos finales en tres años de Champions League en las que la ‘Orejona’ ha ido a parar a las vitrinas de Chamartín han sido motivos más que suficientes para reabrir varias heridas.

Más de 55.000 almas tendrán el privilegio de vivir en directo lo que será un duelo para la historia. Además de ser especial, puesto que es el 50 aniversario del Vicente Calderón, será el último sobre el tapete de las orillas del Manzanares, porque el año que viene los rojiblancos se mudarán a una nueva casa: La Peineta. Este partido es el más repetido de la historia del fútbol español, sumando todas las competiciones. Hasta en 263 veces se han visto las caras merengues y colchoneros en el que han quedado momentos para la posteridad en el feudo rojiblanco. No todos los ha acogido el Calderón, pero sí unos cuantos. Y entre todos ellos hay cinco momentos que han quedado grabados para siempre en la historia.

EL PRIMER DERBI

Los rojiblancos abandonaban el viejo y vetusto Estadio Metropolitano, para mudarse al que es uno de los emblemas del Atlético de Madrid: el Manzanares. Los colchoneros serían los primeros en estrenar un campo de fútbol en España con el 100% de los espectadores sentados. El primer derbi capitalino se jugó en el año 1967, un gélido 16 de abril en el que acabaría con empate en el marcador.

Otto Gloria era el entrenador del Atlético, mientras que Miguel Muñoz se sentaba en el banquillo del Real Madrid. Por el equipo local jugaron San Román, Colo, Griffa, Rivilla, Glaría IV, Martínez Jayo, Armando Ufarte, Cardona, Urtiaga, Adelardo y Collar; por el conjunto visitante Betancort, Calpe, Pachín, Miera, Zunzunegui, Zoco, Serena, Amancio, Grosso, Pirri y Veloso. El choque acabó en tablas con goles de Cardona (primer jugador en anotar en un derbi) y Adelardo para los atléticos, mientras que Grosso y Veloso fueron los encargados de hacer añicos las ilusiones de los ‘indios’.

RAÚL, PESADILLA ATLÉTICA

Siempre hay un villano en cada historia. Y en la de los aficionados rojiblancos, ese puede ser Raúl González. El eterno capitán madridista ha sido siempre un dolor de cabeza para la parroquia rojiblanca. Formado en las categorías inferiores atléticas, y máximo goleador en ellas, Jesús Gil decidió cerrar la cantera. Un pizpireto Raúl González cambiaba el oso y el madroño por la corona para convertirse en leyenda. Uno de los momentos más recordados será el gol que dejó tirado por los suelos a López y que suponía la explosión del joven talento blanco. En el año 1997 el Real Madrid endosaría una victoria dolorosa (1-4) con un doblete del ‘7’.

FERNANDO TORRES HACE FELIZ AL CALDERÓN

De ídolo a ídolo. De capitán a capitán. Eran momentos muy complicados para el Atlético de Madrid, que tras subir de Segunda, vagaba temporada tras temporada por Primera. La única ilusión era un niño con pecas y al que la capitanía le vino de golpe. Todo el peso residía en su ‘9’ y en su brazo izquierdo.

Tras varios derbis sin poder marcar a Casillas, que parecía un gigante ante el ‘Niño’, Fernando Torres pudo saborear su primer gol. Un pase de Galleti a la frontal del área sirvió para que se sacase un preciso disparo al palo (y de paso varios kilos de presión) en el que nada pudo hacer el portero del Real Madrid. En ese partido, Higuaín se coló en la fiesta del capitán atlético y amargó la noche con el tanto del empate.

RONALDO SE REGATEA A TODO EL CALDERÓN Y DEJA LA LIGA EN BANDEJA

Era un partido en mayúsculas. A falta de dos jornadas, el Real Madrid tenía que ganar en el Calderón para que no se le escapase la Liga, ya que la Real Sociedad seguía presionando de cerca. El Atlético, sin nada en juego, tenía la oportunidad perfecta para maquillar otra temporada desastrosa. El ambiente era infernal… hasta que llegó Ronaldo Nazario para hacer una de las exhibiciones más escandalosas en un derbi. El brasileño tardó ocho minutos en apagar el fuego con un gol de antología y por si fuera poco también hizo el cuarto. El resultado final lo dijo todo: 0-4. Ha sido la goleada más abultada de los blancos en territorio hostil, y de paso sirvió para que el campeonato liguero se fuese de visita a la Diosa Cibeles.

EL DÍA QUE EL CALDERÓN DEJÓ EN EVIDENCIA AL REAL MADRID

Temporada 2014-2015. Las cicatrices de Lisboa aún no estaban cerradas y el Real Madrid llegaba con muchas bajas. En esos 90 minutos solo hubo un equipo: el Atlético. Desde el primer minuto, el huracán colchonero pasó por delante de unos jugadores blancos que parecieron no haber salido del vestuario en ningún momento.

El 4-0 fue la goleada más abultada de los del Manzanares en su historia al eterno rival y para el recuerdo quedará el tanto que hizo poner patas arribas el Vicente Calderón. Una chilena de un prometedor Saúl hacía presagiar lo que es un hecho, que tiene trazas de crack.

El año que viene los tambores de derbi retumbarán en el este de Madrid, y la orilla será la de la M-40. El Paseo de los Melancólicos se prepara, en definitiva, para echar de menos a uno de los mejores partidos que más disfrutan (y sufren) los hinchas madrileños.

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