BIP | "La Inversion de impacto una herramienta para un capitalismo mas humano"

Giuseppe Tringali entrevista a a Francisco Román Presidente de la Fundación Seres y a Juan Bernal Presidente de Spain NAB

Alberto Sánchez
Bolsamania | 08 jul, 2020 11:15 - Actualizado: 13:10
francisco román presidente de la fundación seres y a juan bernal presidente de spain nab

El pasado mes de junio la Fundación SERES y SpainNAB, el Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto han organizado unas conferencias con sus Presidentes Francisco Roman y Juan Bernal y la participación como speaker de Sir Ronald Cohen considerado el “padre de la inversión de impacto”

Hoy tengo el placer de proponeros una entrevista a Francisco Román Presidente de Seres y a Juan Bernal Presidente de SpainNAB – Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto sobre :

“La Inversion de impacto una herramienta para un capitalismo mas humano”

Queridos Francisco Román y Juan Bernal, ¿por qué la Fundación SERES y SpainNAB, el Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto se alían?

F Román . Un movimiento transformador, un movimiento de empresas como es SERES pone el acento en la colaboración, el primer acelerador de la transformación en las compañías.

SERES desde su nacimiento ha enfocado su trabajo en ofrecer a las empresas conocimiento, herramientas de medición y anticipar tendencias, que permiten a la empresa crear valor social y económico. Compartir aprendizajes y mejores prácticas con una organización como SpainNAB, que trabaja alrededor de la inversión de impacto, nos ayuda a sumar y llegar más lejos.

J Bernal. La Alianza entre SpainNAB y Fundación SERES lanzada recientemente tiene como objetivo abordar los desafíos de la sociedad uniendo inversión de impacto y empresa. Busca que la gran empresa sea un actor clave que impulse la adopción de prácticas de inversión sostenible y de impacto y herramientas para su medición. Estas herramientas se convertirán en palancas estratégicas y de innovación para contribuir al éxito empresarial.

J Bernal. ¿Qué es la economía de impacto?

Nuestro país se enfrenta a importantes riesgos derivados de la crisis climática y de la pandemia de COVID-19 que amenazan el bienestar, la prosperidad y la vida tal y como la conocemos. A esto se le suma la necesidad de acelerar el ritmo a nivel global para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

Dar respuesta a estos retos requiere de una gran cantidad de recursos, tanto públicos y filantrópicos como privados. Sin embargo, solo en lo que respecta a los ODS se calcula que menos del 50% puede ser cubierto con recursos de los gobiernos y de la filantropía, haciendo necesarios más de 2,5 billones de dólares anuales de capital privado para cumplir con la Agenda 2030.

En este contexto, la inversión de impacto ha emergido a nivel global como una respuesta innovadora, cada vez más extendida. Es aquella que busca de forma intencional un impacto social y/o medioambiental positivo medible, además de un retorno financiero. Según los resultados de la 10ª encuesta sobre Inversión de Impacto de GIIN (Global Impact Investing Network) publicada recientemente, la inversión de impacto a nivel global se sitúa en una cifra de 715.000 millones de dólares en activos bajo gestión, lo que representa un crecimiento respecto a los 502.000 millones de 2019.

La inversión de impacto se convierte así en una herramienta (prácticamente una filosofía) que busca transformar nuestros sistemas económicos en economías de impacto, es decir, economías que sitúan el impacto social y medioambiental en el centro de sus decisiones. Perseguimos de esta forma un cambio histórico de nuestras economías incorporando el impacto en la toma de decisiones económicas y de inversión, en beneficio de las personas y el planeta.

F Román . La inversión de impacto y sostenible ¿qué papel tiene en la hoja de ruta de la Agenda 2030

La crisis provocada por la covid 19 pone encima de la mesa dos retos fundamentales para la sociedad y la empresa. En primer lugar, retomar la actividad económica y hacerlo sin dejar a nadie atrás.

La agenda 2030 es un ancla formidable para las organizaciones en tiempos de disrupción y gran velocidad. Porque seremos recordados por aquello que hicimos en medio de la crisis. Y esto nos exige fuerzas específicas en todas partes y, por supuesto, un nuevo contexto empresarial basado en mayor trasparencia, el trinomio rentabilidad-riesgo-impacto que está en todos los cuadros de mando, una ética como principio básico y una respuesta más completa. Sólo así será posible responder al desafío de sentar en la misma mesa sociedad y empresa para crear y compartir valor, pensando siempre en las personas.

J Bernal. Ronald Cohen en la conferencia que habéis organizado ha insistido en que “la mejor forma para las compañías para crear riqueza es pensar en términos de rentabilidad-riesgo-impacto. Debemos avanzar y traer impacto al centro del capitalismo”. ¿Cómo de importante es que esta idea se aplique siempre más?

En línea con lo que comentábamos antes, la única forma de dar respuesta a los desafíos globales y de nuestro país, es que sector público, privado y tercer sector trabajen juntos y de la mano.

Para ello, el sector privado y en particular las empresas deben incorporar en sus estrategias criterios de sostenibilidad e impacto social basados en la optimización del trinomio riesgo-rentabilidad-impacto. Esto no solo les permitirá contribuir a dar respuesta a los retos sociales y medioambientales sino que también les posicionará mejor frente al mercado y la competencia, tal y como ha demostrado tras quince años de estudio y evidencia empírica el Profesor George Serafeim de la Universidad de Harvard e impulsor junto con el GSG de la Iniciativa The Impact Weighted Accounts (Cuentas ponderadas por el Impacto).

Las Impact Weighted Accounts proporcionan además una herramienta muy potente e innovadora que permitirá reinventar el sistema y colocar la economía de impacto en el centro del capitalismo. Busca trasladar esta lógica a la contabilidad financiera que actualmente utilizamos en la toma de decisiones y estandarizarla.

A través de un análisis coste-beneficio se monetiza el impacto de una serie de indicadores sociales y/o medioambientales que, desde un punto de vista financiero, tienen una importancia material para el sector en el que opera la empresa. Estos indicadores están relacionados con los productos y servicios que vende la empresa y con los costes de su actividad, incluido el coste de personal, y por tanto se incorporan fundamentalmente en los rubros correspondientes a ingresos y costes de la cuenta de resultados.

Por tanto, esta monetización del impacto permite ponderar cada uno de los rubros de la cuenta de resultados por el impacto que genera, permitiendo así comparar entre distintas empresas el beneficio y las ratios financieras que utilizamos para la toma de decisiones estratégicas. Es decir, se obtendrían dos tipos de estados financieros para cada empresa, uno con impacto y otro sin.

F Román, ¿Qué relación existe entre rentabilidad, análisis de riesgo e impacto?

Hasta ahora, el sistema económico ha funcionado basándose en términos de gestión de riesgo. Se hace siempre más necesario dar un paso adelante, trasladando el impacto hacia el centro del sistema económico. Tenemos que cambiar de un modelo de gestión de riesgo a un sistema basado en el impulso del impacto social.

Ahora es necesario dar un paso adelante, trasladando el impacto hacia el centro del sistema económico. Tenemos que cambiar de un modelo de gestión de riesgo a un sistema basado en el impulso del impacto social y generar valor social y valor económico.

El plan de reconstrucción o reanimación de las empresas debe pasar por conectar el progreso económico con el progreso social. Las compañías pueden contribuir de manera significativa al desarrollo económico, social o medioambiental, ya sea a través de sus operaciones o de la creación de cadenas de valor. La empresa puede y debe afrontar un reto ambicioso: generar soluciones eficientes, eficaces y escalables al tiempo que sostenibles.

En Fundación SERES hemos comprobado cómo este movimiento de valor compartido entre sociedad y empresa, que llevamos defendiendo juntos durante algo más de una década, presenta cada vez más relevancia. La covid 19 ha sido una prueba para comprobar que contamos con un tejido empresarial comprometido, que quiere ser parte de la solución, se compromete y pasa a la acción. Trabajamos poniendo el foco en las personas y somos conscientes de que, en este cambio de paradigma, que vivimos, los mejor posicionados no serán los más fuertes, sino los más ágiles, los que sepan ser pioneros y abrazar el cambio.

F Román ¿Qué inversores y cuántos son los que consideran este tipo de inversión importante?

Sin duda los inversores serán un motor claro para acelerar las cuestiones ESG. El triángulo rentabilidad-riesgo-impacto sitúa en el centro de las decisiones financieras y empresariales a las personas y al planeta, y el impacto se convierte en la palanca de innovación y transformación, que conduce a empresas más sostenibles en el tiempo y más atractivas para los grupos de interés. Entre 2017 y 2018 los activos ISR alcanzaron en España un valor de 210.644 millones de euros, con un crecimiento en el período del 13,5% y 191.278 millones de euros gestionados por entidades nacionales y 19.366 millones de euros por entidades internacionales. Sólo en los primeros nueve meses de 2019 se anunciaron operaciones de financiación vinculadas a criterios de sostenibilidad por un valor total de 135 mil millones de dólares.

En SERES nos importa medir ese impacto y ofrecer métricas. Porque en un contexto de reconstrucción post covid vemos que el mundo se complejiza, se generan nuevos colectivos vulnerables y por eso también evolucionan nuestras metodologías y proyectos. Ponemos nuestros esfuerzos en herramientas que nos permitan medir el impacto y convertirlo en un eje estratégico de las compañías. rsc3 nos ayuda en el viaje hacia la empresa con propósito social y con la que ya estamos trabajando con un grupo de empresas. Una nueva herramienta para ayudar a que las empresas aporten lo que mejor saben hacer: el desarrollo de modelos de negocio, su capacidad de innovar y crear riqueza, alineada con los intereses de la sociedad.

J Bernal. ¿Cuál es el objetivo que quiere conseguir SpainNAB?

SpainNAB es el Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto en España y representa a España ante el Global Steering Group for Impact Investment (GSG), un grupo independiente y global al cual se encuentran adheridos 32 países y la UE, y que tiene su origen en el G8 Social Impact Investment Taskforce creado en 2013 a iniciativa del Reino Unido para elevar la inversión de impacto a la agenda del G8.

SpainNAB es un órgano consultivo, de carácter independiente e intersectorial, compuesto por 16 personas líderes de la comunidad inversora, empresarial y tercer sector. Tiene como misión impulsar y promover la práctica de la inversión de impacto en España a través de un plan de acción consistente en cinco líneas de trabajo, para, como mínimo, multiplicar por cuatro el volumen de la inversión de impacto en 2021, pasando de los 90 millones de euros en activos bajo gestión contabilizados en 2018 a un total de 360 millones. Trabajamos también para lograr la involucración activa del Sector Público que, al igual que ha ocurrido en el resto de los países vecinos, debe jugar un rol clave como catalizador del capital privado de impacto.

F Román ¿Qué papel quiere jugar la Fundación Seres en este reto empresarial representado por el impacto que es siempre más en el centro de atención de los inversores

El director general de la OIT, Guy Ryder, ofrecía algunos datos que ilustraban la magnitud de esta crisis. El impacto en el empleo por la covid 19 se prevé con una pérdida de 305 millones de puestos de trabajo (calculados por horas trabajadas) y con una consecuente caída del PIB del 10,5% en todo el mundo. En 2009 hablábamos de 22 millones de puestos de trabajo eliminados por la crisis financiera de ese momento. Atendiendo a la magnitud de lo que parece que está por llegar, la acción coordinada, internacional y en colaboración se hace más necesaria que nunca. Los desafíos que habrá que encarar no son pocos y están relacionados (entre otros) con las personas y todos nuestros grupos de interés, con la tecnología que ha permitido nuevos modelos ágiles de trabajo pero que ha evidenciado también brechas de pobreza, el papel de la empresa en esta reconstrucción capaz de adaptarse a nuevas circunstancias, los líderes responsables, más necesarios que nunca o los nuevos hábitos y modelos de consumo que han modificado por completo los patrones que regían el mercado.

El plan de reconstrucción debe contar con tres pilares fundamentales: retomar la actividad económica sin dejar a nadie atrás y con claro foco en crecimiento social y empresarial, el protagonismo de líderes responsables. El ESG define en gran medida la realidad empresarial y social con un gran peso y relevancia en la S de social. BlackRock acaba de publicar un informe en el que hace precisamente esta correlación entre la sostenibilidad y factores tradicionales como la calidad y la baja volatilidad, que, en sí mismos, indican resiliencia. En consecuencia, cabría esperar que las empresas sostenibles mostraran una mayor resiliencia durante las recesiones.

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