Las bolsas echan el freno: ¿cómo financiará Biden su plan contra el Covid?

Muchas de las reformas planteadas necesitan del apoyo de los senadores republicanos

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Bolsamania | 16 ene, 2021

No ha habido fanfarrias ni fuegos artificiales. Los mercados han acogido con frialdad el anuncio del plan de estímulos del presidente electo de EEUU, Joe Biden, por el que prevé inyectar 1,9 billones de dólares en la economía para paliar los efectos de la pandemia. Analistas e inversores buscan ahora más allá de los primeros detalles de este anuncio antes de emitir su veredicto, de ahí la calma en las bolsas y los bonos del viernes, que si algo han hecho ha sido corregir levemente al hacerse público un hecho que estaba plenamente descontado. Conocido el importe y las principales partidas, la duda que planea ahora sobre los inversores es saber cómo se financiará y, sobre todo, si pese a dominar en el Senado, la flamante administración demócrata será capaz de sacarlo adelante.

"El mercado ha presentado la clásica reacción a cualquier anuncio importante: repunte antes de la noticia anticipada y caída cuando los hechos son publicados", dice Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell. Como era previsible, el plan destina unos 400.000 millones (330.000 millones de euros) para la creación de un programa nacional de vacunación, unos 350.000 millones de dólares (290.000 millones de euros) para gobiernos locales y estatales, mientras que el resto del dinero irá directamente al bolsillo de los ciudadanos estadounidenses afectados por la crisis. Se prevén pagos de hasta 1.400 dólares (1.150 euros) y otras ayudas en materia de vivienda, o programas de nutrición infantil, para las familias con pocos recursos, así como para las pequeñas y medianas empresas afectadas por la caída de ingresos.

“Las medidas de apoyo propuestas añaden leña al fuego de que los impuestos y las tasas de interés tendrán que subir”, agrega Mould, dos factores que tienen connotaciones negativas para la renta variable, lo que arroja una nube sobre la capacidad de los mercados bursátiles para mantener el ritmo con el que han arrancado 2021. "Sin embargo, la Reserva Federal se ha esforzado por subrayar que no aumentará los tipos en un futuro próximo, por lo que es factible que pueda seguir la fiesta en las bolsas durante un tiempo todavía”.

“Biden podría teóricamente deshacer muchos de los recortes de impuestos de Trump para las empresas y los ricos desde el primer día en el Despacho Oval, pero es poco probable que las subidas de impuestos sean la prioridad para los Demócratas en este momento”, comenta por su parte Stephen Innes, analista de Axi. Por lo que apunta que las reformas fiscales esperarán un año, al menos hasta 2022.

De hecho, no hay nada en el plan de Biden que parezca estar financiado por aumentos de impuestos, por lo que se avecina otro torrente de emisión de bonos", señala Jeffrey Halley, analista de Oanda. Estos estímulos se sumarán a los casi 4 billones de dólares que la administración del presidente Donald Trump ya ha gastado durante la pandemia, "todo ello financiado por la deuda", prosigue. "La administración republicana tenía un déficit de un billón de dólares incluso antes del Covid-19, así que el déficit no es sólo un problema de los demócratas", redondea.

Pero tampoco se ha visto una reacción en la renta fija. “El mercado de la deuda ya había reaccionado al cambio político de la primera semana de enero, por lo que el anuncio del jueves no causó ni frío ni calor”, destacan los expertos de Julius Baer. “Nos atenemos a nuestra visión a largo plazo de que los rendimientos del Tesoro seguirán avanzando hacia el 1,5% en lo que queda de año y mantenemos nuestro llamamiento a la moderación de los riesgos crediticios a corto y medio plazo”, avisan estos expertos.

¿ES EL PLAN DE BIDEN TOTALMENTE VIABLE?

Si bien puede haber algo en el comportamiento de los principales índices bursátiles del viernes de ‘comprar con el rumor y vender con la noticia’, los analistas de Link Securities creen que “el tema es más complejo”. El programa que Biden pretende que sea apoyado por ambos partidos incluye muchas de las ayudas que habían venido proponiendo los demócratas en los últimos meses, pero en algunos temas sobrepasa lo estrictamente relacionado con la pandemia, como en el del salario mínimo, que propone aumentar en todo el país a 15 dólares la hora. “El problema es que algunos puntos del programa necesitarán el apoyo de 60 senadores para poder convertirse en ley”, señalan estos analistas.

Los demócratas controlan, tras las elecciones al Senado en Georgia, sólo 50 de estos escaños, con el voto además de la presidenta de la cámara, la vicepresidente Kamala Harris, por lo que deberán contar al menos con el apoyo de 10 senadores republicanos. “Por el contenido de algunas de las propuestas”, estas cuentas “distan mucho de estar aseguradas ya que, de salir adelante el plan, conllevaría un fuerte incremento de la deuda”, prosiguen. “Es por ello, quizás, que los inversores no han mostrado la euforia esperada”, redondean, ya que el proceso en la Cámara Alta no está nada claro y puede ser condenado a un “infierno interminable de aplazamientos”, añade por su parte Halley.

Así que ese es el desafío que el presidente electo afronta después de la toma de posesión la próxima semana. “Dado el desprecio que los republicanos tienen por la ayuda estatal, las esperanzas de consenso bipartidista de Biden serán puestas a prueba inmediatamente”, cree el experto de Oanda. “No hay claridad ahora mismo sobre lo proclives que se sentirán a este gesto los republicanos”, asegura. Sin contar con que, en una futura fase, llegarán al Senado nuevos proyectos de ley para reconstruir America que casi seguro conllevarán incrementos de impuestos.

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