S&P apuesta por las fusiones en la banca mediana española en 2017

Las entidades prácticamente han digerido el ladrillo, aunque necesitan impulsar su rentabilidad y reducir costes

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Europa Press | 21 abr, 2017

Actualizado : 16:46

La mayor estabilidad del panorama político en España invita a una mayor consolidación del sector bancario a lo largo del presente curso, donde las entidades medianas pueden ser las que más ganancias vean a la posibilidad de consolidación, según señala la agencia Standard & Poor's en una informe que compara las diferencias en la banca española y la italiana.

"Este año, dada la situación política más estable, podríamos ver un repunte de las fusiones", señala la calificadora de riesgos, que apuesta por que Mare Nostrum y Bankia, ambas propiedad del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) "podrían llevar a cabo el primer movimiento".

En este sentido, S&P sostiene que el sistema bancario español cuenta con razones que apoyan una mayor consolidación ante las limitadas perspectivas de mejorar las ganancias y aumentar la rentabilidad sobre recursos propios (RoE), señalando que aún se observa un número "relativamente grande" de entidades de mediano tamaño.

"Por tanto, creemos que estos bancos medianos considerarían la consolidación como una opción y tienen más que ganar en operaciones así", explicó Elena Iparraguirre, analista de S&P especializada en banca española.

LA DIGESTIÓN DEL LADRILLO CASI HA ACABADO

En su análisis, S&P destaca los menores riesgos para las entidades españolas, que con la excepción de Banco Popular ('B/negativa'), cuentan con una perspectiva "positiva" de sus ratings y se encuentran en general "uno o dos escalones por encima del punto más bajo del ciclo" que se registró en 2012, reflejando la mejoría del entorno operativo, incluyendo la mayor solvencia de España, así como el fortalecimiento de la capacidad autónoma de las propias entidades.

"La principal razón de nuestro mayor optimismo sobre los bancos españoles es que creemos en un entorno económico más favorable", apunta la agencia, que considera que los bancos "han absorbido en gran parte los costes de crédito derivados del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y de la profunda recesión posterior".

En este sentido, la agencia reconoce el esfuerzo de las entidades españolas, que en los últimos nueve años han realizado "provisiones masivas", por lo que confía en que cualquier necesidad adicional que pueda surgir "sería limitada". "Este año, el sistema probablemente alcance un nivel de provisiones que consideramos más normalizado", añade.

Asimismo, S&P señala que existen "múltiples razones" que apoyan la expectativa de una mejoría adicional de los riesgos de la economía y la banca española, incluyendo la mayor flexibilidad macroeconómica del Gobierno para apoyar a la economía si fuera necesario; la reducción de los déficits fiscales si el ritmo de crecimiento sigue apoyando la creación de empleo, estabilizando el endeudamiento; mientras las condiciones de financiación del sector privado en España no están lejos de otros países de la eurozona.

"Si la economía se hace más resiliente, el país gana flexibilidad y la solvencia de España mejora, pensamos que podría beneficiar a la confianza de los inversores en la banca española", añade la agencia.

DESAFÍOS PENDIENTES

A pesar de la mejoría experimentada, S&P considera que los bancos españoles aún tienen por delante desafíos pendientes, incluyendo la reducción del lastre de préstamos improductivos, el aumento de la rentabilidad y la dotación gradual de los colchones de absorción de pérdidas.

"Un elevado 'stock' de créditos improductivos representa un lastre para los bancos si la recuperación de la economía revierte su curso", apunta la calificadora de riesgos.

Asimismo, la agencia advierte de que no espera una mejora sustancial de los resultados de la banca, por lo que no prevé que el sistema sea capaz de generar un retorno sobre patrimonio en línea con los costes de capital.

"Los bancos pasarán un periodo difícil para incrementar sus ingresos en un contexto de bajos tipos de interés y el débil crecimiento de los volúmenes", añade S&P, que ve posible un descenso en las provisiones por créditos fallidos que apoye las cuentas de las entidades, aunque no evitará la necesidad de seguir reduciendo costes, un desafío común para todos los bancos europeos.

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