Bruselas planea poner a los gigantes digitales una 'lista negra' de prácticas prohibidas
Iría dentro del nuevo marco regulador de servicios digitales que ha anunciado para fin de año
La Comisión Europea estudia la creación de una 'lista negra' de prácticas comerciales prohibidas a las grandes plataformas como Amazon que operan en suelo de la Unión Europea (UE). Según informaron este martes fuentes comunitarias, iría dentro del nuevo marco regulador de servicios digitales que ha anunciado Bruselas para fin de año y sobre el que ha abierto una consulta pública.
El Ejecutivo de la UE baraja prohibir, por ejemplo, la denominada 'autopreferencia', con la que estos gigantes dan más visibilidad en sus 'market places' al posicionamiento de sus propios productos, en detrimento de sus competidores. Bruselas también sopesa introducir obligaciones reglamentarias específicas para cuestiones como la portabilidad de los datos personales o interoperabilidad.
Las fuentes consultadas reconocen que hay una "preocupación comprensible" entre las grandes plataformas, sobre todo estadounidenses y chinas, por la nueva normativa que se ha anunciado, pero la Comisión quiere lanzarles un mensaje de tranquilidad. "La norma será muy proporcionada y no queremos ir más allá de lo que consideramos necesario para evitar deficiencias de mercado, porque eso podría abrir pleitos sobre competencia que llevarían años", señalan estos interlocutores.
Así, la Comisión descarta la medida de obligar a estas grandes multinacionales al "troceamiento" de sus negocios en la UE por riesgo de colisión entre distintos mercados.
La Comisión insiste en que busca un nuevo marco regulatorio en el que estos grandes gigantes no copen el mercado con reglas que perjudiquen a los competidores y en última instancia a los consumidores. Bruselas sí remarca que la nueva normativa será más exigente en la lucha contra la "opacidad" de estas empresas, ya que los reguladores "no saben muchas veces qué remedios exigirles porque no saben cómo funcionan", dicen desde la capital europea.
La norma también obligará a una mayor vigilancia y control a los países de la UE que elijan como sede las grandes tecnológicas por disponer allí de mayores ventajas fiscales.