Dos cosas básicas antes de pedir un préstamo

Aunque las plataformas de préstamos rápidos nos han hecho cree que para pedir un préstamo basta con descolgar el teléfono o acudir al banco, la realidad es que conviene pensárselo dos veces antes de hacerlo. No sólo se trata de valorar la necesidad de solicitar el dinero, sino de hacerlo con todas las cartas en la mano para conseguir la mejor oferta y no una sonora negativa como respuesta.

La Navidad ya está encima y puede que te hayas planteado cubrir parte de los gastos que suelen generarse estas fechas pidiendo un préstamo. No es algo extraño, la verdad es que tanto las Navidades como las vacaciones veraniegas se han convertido en dos momentos del año en los que se utiliza mucho el recurso de la financiación, otra cosa será si realmente has tenido en cuenta algunas cuestiones básicas antes de pedir el préstamo, cosas que pueden ser la diferencia entre una operación de financiación bien hecha o un problema que se avecina.

Un error habitual en el que caemos los usuarios es no hacer análisis casi ni superficiales más allá de la cantidad de dinero que necesitamos o el precio del préstamo. ¡¡Claro que ambas cosas son importantes!! pero no son las únicas cuestiones  que debemos tener en cuenta antes de pedir un préstamo, veamos algunas más.

Préstamos

¿Puedes pedir un préstamo?

No creas que se trata de una pregunta Baladí. Aunque se supone que si estás dispuesto a pedir un préstamo es porque ya consideras que estás en condición de solicitarlo esto no tiene por qué ser así siempre, sobre todo si como decíamos antes no has hecho un análisis profundo de lo que necesitas y lo que puedes financiar.

Aquí en primer lugar va a influir de el historial crediticio: un mal historial crediticio puede arruinar cualquier operación de financiación, incluso cuando todos los demás elementos como por ejemplo unos ingresos regulares etc. se encuentren en perfecto estado de revista. Por tanto, la primera cosa que debes hacer es revisar este dato y averiguar hasta qué punto puede influirte en la operación.

Por supuesto, otra cuestión elemental es hacer un cálculo a futuro de lo que te va a suponer la amortización de la financiación en los plazos que estés dispuesto a asumir. Aquí es donde fallamos la mayoría, por eso es muy importante tenerlo en cuenta y siempre presente: hay que ser capaces de hacer un ejercicio realista de nuestros gastos e ingresos y de lo que una amortización mensual sistemática va a suponer para nuestro bolsillo.

¿A quién le vas a pedir el préstamo?

Esta es la segunda cuestión básica que debes tener en cuenta siempre antes de lanzarte a una financiación. Probablemente tu primer impulso sea acudir a la entidad financiera con la que habitualmente trabajas o dejarte llevar por los cantos de sirena publicitarios en cuanto a financiación, muy de moda en estas fechas pre navideñas. Ambas pueden ser buenas ideas, es cierto, pero también pueden resultar muy malas…

Conviene revisar bien la oferta del mercado, dentro de dicha oferta hay algunos elementos que siempre debes tener en cuenta:

  • La flexibilidad que el producto que ofrezca
  • La posibilidad de incorporar períodos de carencia o no
  • Las ventajas que puedes llegar a obtener a través de la vinculación
  • los gastos y comisiones que presenta el préstamo
  • Las penalizaciones y gastos que supone no hacer frente a una o más cuotas

PréstamosHay más cuestiones a tener en cuenta pero con estos elementos respondidos Ya podemos hacernos una buena idea de lo que se nos ofrece y también una buena comparativa entre propuestas, ahora bien, Otra cosa será la elección del prestamista, no hablamos del producto sino de la fórmula elegida. Las más comunes hoy por hoy serían las siguientes:

  • Entidades financieras: Son los más habituales aunque en los últimos años con el estrangulamiento del crédito han perdido una gran parte del negocio del préstamo, la gran ventaja es que gracias a la vinculación se pueden obtener ofertas muy interesantes además de productos como los préstamos nómina o préstamos preconcedidos que pueden ser adecuados para financiar pequeñas cantidades, en definitiva apropiados para unas fechas como la Navidad.
  • Prestamos rápidos: Habitualmente son concedidos por entidades no financieras pero reguladas para poder ofrecer préstamos. Se trata de préstamos de baja financiación que pueden ir desde los 50 euros hasta los 600 euros y que conceden plazos de devolución muy cortos, rara vez por encima de los 30 días. Su ventaja principal es poder financiar pequeñas cantidades de dinero en plazos muy cortos de tiempo, su principal inconveniente es que no resultan especialmente baratos.
  • Empeños: Los montes de piedad y las casas de empeño se han convertido en una opción al alza en la búsqueda de financiación para los usuarios. Aquí a cambio de depositar una garantía física, habitualmente una joya aunque también se admiten obras de arte, se te proporcionará una financiación con un plazo de devolución determinado. La diferencia entre el monte de piedad y la casa de empeño es importante ya que la primera en caso de que no devuelvas el dinero sacará a subasta el aval pero sólo se quedará el importe prestado más la parte proporcional de los intereses devolviéndote lo que se obtenga por encima (si se obtuviera) algo que no ocurre en la casa de empeños donde la propiedad pasa ser al 100% del prestamista.

Y ahora que ya sabes cuáles son tus opciones, sólo te queda buscar el mejor préstamo para estas Navidades. Si te pierdes entre tanta oferta no te preocupes, en este artículo te ayudamos a dar con él: Préstamos para Navidades.

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