En unos años, vivir en las ciudades será como pelear con Mike Tyson

Carlos Montero

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 13 ene, 2021 13:25 - Actualizado: 09:04
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Es extraño tratar el tema del calentamiento global en unos días en los que Madrid parece una estación invernal. Pero no se dejen engañar, los últimos episodios de precipitaciones históricas de nieve y frío extremo no son una muestra de que los temores por el calentamiento global son infundados, sino precisamente de lo contrario, una señal de que los episodios climáticos extremos serán habituales.

El calentamiento global, según veremos a continuación de la mano del especialista Matt Simon, convertirá a las ciudades hoy cubiertas de nieve, en hornos climáticos de aquí a unas décadas.

En el debate subjetivo ciudad versus pueblo en el que nos encontramos, las leyes objetivas de la termodinámica dictan que las ciudades pierden al menos en un frente: tienden a ser insoportablemente más calientes, más que las áreas rurales circundantes. Eso es gracias al efecto de isla de calor urbano, en el que los edificios y las carreteras absorben fácilmente la energía del sol y la liberan hasta bien entrada la noche. La vegetación de las zonas rurales, por el contrario, proporciona sombra y refresca el aire liberando agua.

El cambio climático está haciendo que el efecto isla de calor urbano sea aún más grave en ciudades de todo el mundo, y solo va a empeorar, y mucho. Un equipo internacional de investigadores ha utilizado una nueva técnica de modelado para estimar que para el año 2100, las ciudades del mundo podrían calentarse hasta en 4,4 grados Celsius en promedio. En perspectiva, esa cifra borra el objetivo optimista del acuerdo de París de un aumento de la temperatura media global de 1,5 grados C desde los niveles preindustriales. De hecho, la cifra del equipo más que duplica el duro objetivo del acuerdo de limitar ese aumento global a no más de 2 grados C.

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