Corea del Norte dice que nunca renunciará unilateralmente a sus armas nucleares a menos que Estados Unidos elimine lo que Pyongyang llamó una amenaza nuclear.
La declaración sorprendentemente contundente choca con la presentación más optimista de Seúl sobre la posición de Corea del Norte y podría afectar a la frágil diplomacia trilateral para desactivar una crisis nuclear que el año pasado tuvo a muchos temerosos de una guerra.