¿Recuerdan que hemos hablando muchas veces de la transferencia de rentas entre países desarrollados y emergentes que supone la caída del precio del crudo? Pues quizás ha llegado el momento de ponerle números.
Nosotros hemos revisado a la baja la previsión de crecimiento mundial en
una décima, hasta niveles de 3.0 %. Sigue siendo una mejora desde el
2.7 % estimado en 2014. Para 2016 esperamos un crecimiento del 2.6 %. El
"menor" crecimiento previsto para el año es resultado de una revisión
al alza del crecimiento de los países desarrollados (desde 2.1 % hasta
un 2.4 %) liderados por la economía norteamericana (3.6 % desde el 3.0
%) y revisiones al alza más marginales en la zona EUR (1.3 %) y para
Japón (1.1 %), cuando hemos revisado a la baja con fuerza el crecimiento
previsto para las economías emergentes. Ahora esperamos un crecimiento
para este año del 3.9 % desde el 4.4 %, cuando también hemos revisado a
la baja hasta un 4.7 % desde el 4.9 % el crecimiento previsto en 2016.
También esperamos ahora que la economía suiza pierda un 0.9 % de
producción, cuando la caída de los precios podría superar el 2.5 %.
Debo
advertir que aunque llevamos revisando a la baja mes a mes las
proyecciones de crecimiento para las economías emergentes, la efectuada
en esta ocasión es la mayor de los últimos 15 años. Y como vemos en los
siguientes gráficos, con un previsible mayor impacto negativo en la
demanda mundial pese al positivo en las economías desarrolladas.
¿Nos
equivocamos al ser tan prudentes valorando el impacto positivo de la
caída de los precios del crudo? En muchas ocasiones he comentado que
este es el principal riesgo al que nos enfrentamos al hacer previsiones
en este momento. Pero, también he advertido que no se puede considerar
inamovible el resto del escenario. Me refiero por ejemplo a la
incertidumbre creada por la caída de los precios (también hemos revisado
a la baja en un punto hasta el 0.3 % la inflación de países
desarrollados) y el potencial impacto negativo en los mercados. Mucho de
esto ya lo estamos comprobando en las primeras semanas del año, aunque
el año promete ser muy largo. Para bien y para mal, a la hora de valorar
el comportamiento futuro de los mercados financieros. Con todo, en
teoría un impacto de la caída del 50 % en los precios del crudo sería
superior a los 2 tr. $ equivalente al 2.3 % del PIB mundial. Sin duda,
debemos seguir siendo prudentes al valorar todas estas cifras.
¿Suficientes
cuestiones para que los bancos centrales sigan implementando medidas
expansivas? Me refiero naturalmente al ECB y al BOJ, cuando también
podemos hablar en este sentido en el caso de otros como el Banco Central
de China. Y muchos otros, exportadores de crudo y commodities, como
vimos recientemente en el caso del BOJ. Pero, ¿qué ocurre con la Fed y
el BOE? Lagarde decía hace poco en Davos que era previsible que la Fed
subiera sus tipos de interés este mismo año, quizás a final del
ejercicio. Y lo consideraba como algo positivo, valorando sin duda la
mejora económica que esto traslucía. Pero, ¿y la estabilidad tan deseada
de los mercados? Otra duda que trataremos de resolver en los próximos
meses.
En definitiva, nuestras previsiones para tipos de interés a corto plazo y largo.
Y nuestras previsiones para la evolución del cruce de las monedas.
Por último, nuestras previsiones macro
José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España