¿Se sienten algo desconcertados ante el comportamiento reciente del precio del crudo? Quizás, como nos ha ocurrido a todos, esperaban un descenso de los precios de la mano de unas expectativas frustradas de congelar (ajustar ya era demasiado) la oferta de producción en la Cumbre de Doha.
Pero, en lugar de esta caída, el precio del crudo ha llegado a superar
los 45 $ barril. Sin duda una buena noticia para los mercados
financieros, que han vuelto a respirar tranquilos ante la relativa
resistencia de los precios del petróleo. ¿Habrá encontrado realmente su
suelo? Eso parece.
Mis traders explicaron la resistencia de los
precios en una huelga en Kuwait. Excusas que no argumentos. En el fondo,
estos últimos descansaban en los mismos factores que han impulsado el
Dólar a la baja: todos hemos asimilado que ambos factores, petróleo y la
moneda norteamericana, deben estabilizarse como condición necesaria
para la estabilidad financiera mundial. ¿La condición suficiente? Unos
bancos centrales de nuevo entregados a la Causa.
Y si no cae,
acabará subiendo. Ya comienzan a aparecer informes que sitúan el precio
del crudo a medio plazo de nuevo en los 70/80 $ barril. ¿Sus argumentos?
Que es escaso. Las reservas actuales de crudo se estiman en 50 años al
ritmo de consumo actual. ¿Y no es posible que surjan nuevos yacimientos?
De hecho, como vimos en los primeros años de la Crisis económica
mundial, el ritmo de nuevos yacimientos es proporcional a la subida de
los precios. De hecho, algunos de estos análisis nos hablan de un efecto
a corto plazo en los precios derivados de factores geológicos y a largo
plazo tecnológicos. La oferta manda, aunque no fue así en la primera
mitad de esta década donde era la demanda (especulativa) la que impulsó
al alza los precios. Hasta unos niveles tan altos que ese desarrollo
tecnológico importante del largo plazo se convirtió en factor
determinante del corto plazo: shale. Luego, hace ahora casi dos años, la
decisión de la OPEP (Arabia Saudita) de dejar que los precios se
ajustaran al exceso de oferta fue el argumento final para justificar su
desplome: más del 75 % desde los máximos de 2011.
Lo interesante
de lo que vimos la semana pasada es que los precios del crudo se
mantenían incluso bajo la amenaza (aparente, recogida por algunos
medios) de Arabia Saudita de volver a aumentar la oferta de crudo si
finalmente no se acuerda una congelación entre los principales
productores. Aquí se incluye también a Irán. No, no es fácil encontrar
argumentos sólidos para justificar la subida del precio del crudo en
estas condiciones. Y, obviamente, la mejora en la demanda es por el
momento pura ilusión. Pese a la subida de las bolsas. Lo curioso del
caso es que, precisamente, la subida de las bolsas sea ahora uno de los
mejores argumentos para explicar el propio repunte de los precios del
crudo. O al contrario, que también me parece argumentable.
¿Dónde
nos deja todo lo anterior? Con la misma sensación de inquietud que
tengo al observar la resistencia actual de los mercados financieros a
las malas noticias (económicas, especialmente en USA). Inercia
compradora de la mano de una situación de relativa calma en temas como
China. Y de calma que se retroalimenta, por lo que respecta a los
mercados emergentes, con los precios de crudo al alza. Yo mismo también
recomiendo aumentar la posición en riesgo-emergentes aprovechando
precisamente precios atractivos y el momentum. Pero, advirtiendo de la
necesidad de ser coherente tanto en términos de disciplina como de
exposición al riesgo al gestionar la cartera.
José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España