Las preapertura según Link Análisis
La jornada de ayer en los mercados de valores europeos estuvo "monopolizada" por la
intervención en rueda de prensa del presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, tras la
reunión del Consejo de Gobierno de la institución que dirige.
Así, los inversores se mantuvieron
durante toda la mañana a la espera de conocer los detalles sobre la
implementación del programa de
compra masiva de bonos en los mercados secundarios que iba anunciar
Draghi a media tarde. Y así
fue; Draghi señaló el próximo lunes 9 de marzo como la fecha en la que
el BCE iniciará las compras
del referido programa que, como volvió a repetir, en principio tendrá un
volumen de compras de unos EUR 60.000 millones al mes e incluirá tanto
bonos privados respaldados con activos como bonos
soberanos. La duración del mismo, nuevamente en principio, será hasta el
mes de septiembre de
2016 pero si no se ha alcanzado para entonces el objetivo de situar la
inflación de la Zona Euro en
niveles cercanos pero inferiores al 2%, el programa se alargará.
En este
sentido, Draghi no hizo más
que confirmar lo anunciado en la pasada reunión de enero del Consejo de
Gobierno del BCE. Es por
ello que lo más interesante fue que los analistas de la institución,
según anunció Draghi, han
revisado al alza las expectativas de crecimiento económico de la Zona
Euro para los próximos tres
años. En este sentido, señalar que Draghi insistió en que las medidas
adoptadas por el BCE desde
el pasado verano, medidas no convencionales, están comenzando a dar sus
frutos, lo que se está
plasmando en un mayor volumen de crédito a costes más bajos tanto para
las empresas como para
los hogares -la positiva evolución de la liquidez en manos del público,
en términos de M3, es un
síntoma de ello; en enero esta variable creció el 4,1% en tasa
interanual-. Así, Draghi se mostró más
optimista con el devenir económico de la Zona Euro pero sin dejar de
señalar que los "riesgos son
todavía a la baja", aunque menores que hace unos meses.
En lo que hace referencia a la evolución de los precios, Draghi achacó
en gran medida las tasas de
inflación negativas a la caída de los precios energéticos. Si bien
reconoció que la inflación
subyacente, que no tiene en cuenta los precios de la energía y de los
alimentos, que son más
volátiles, sigue baja, dijo que las medidas adoptadas por el BCE han
evitado la entrada en deflación
e impulsarán al alza a medio plazo la inflación de la región. Así, los
analistas del BCE revisaron a la
baja la inflación para 2015, que se situará en el 0,0%, mientras lo
hacían sustancialmente al alza la
de 2016 y 2017, en un claro síntoma de que están convencidos que la
mejoría de la economía y la
elevada liquidez que van a inyectar en el sistema terminará por lograr
su objetivo de impulsar la
inflación a niveles cercanos al 2% -en principio esperan que la
inflación se sitúe en el 1,8% en 2017-.
La intervención de Draghi fue bien acogida por las bolsas europeas, que
giraron al alza para cerrar
cerca de sus niveles máximos del día. El mercado de bonos también acogió
las palabras del
presidente del BCE positivamente, lo que impulsó a la baja las
rentabilidades de estos activos. El
euro, por su parte, volvió a perder terreno frente al dólar, lo que
favoreció el buen comportamiento en
bolsa de los valores industriales de la región del euro que tienen a
partir de ahora en la divisa única
un gran aliado.
En Wall Street la sesión volvió a ser ayer de transición, a la espera de
que HOY se publiquen las
cifras de empleo del mes de febrero. En este mercado se sigue temiendo
el efecto que en las
exportaciones estadounidenses y en la inflación puede llegar a tener la
renovada fortaleza del dólar,
por lo que hay gran confusión, con opiniones para todos los gustos,
sobre lo que hará la Reserva
Federal (Fed) en materia de tipos de interés a partir de ahora. Unos
buenos datos de empleo en
febrero darían argumentos a los que defienden dentro y fuera de la Fed
que es necesario iniciar el
proceso de subidas de tipos tan pronto como este verano.
En sentido
contrario, unas cifras por
debajo de lo esperado creemos que retrasarían las expectativas al
respecto. La reacción a corto
plazo del mercado en ambos casos es complicada de anticipar, aunque
seguimos pensando que a
medio plazo lo mejor para las bolsas es que la Fed se vea obligada a
subir sus tipos como
consecuencia de la fortaleza económica.
HOY, por tanto, toda la atención
de los mercados se centrará en la publicación de los mencionados
datos de empleo (ver estimaciones en cuadro adjunto). Entendemos que
unas buenas cifras
deberían servir para que las bolsas occidentales cierren la semana al
alza, ya que confirmarían que la economía de EEUU sigue expandiéndose a
buen ritmo, pero nunca se sabe cómo pueden
reaccionar los inversores más cortoplacistas, sobre todo en un entorno
de mercado en el que
muchos valores siguen sobrecomprados tras las recientes fuertes alzas
que han experimentado sus
cotizaciones.
Así, esperamos una apertura sin tendencia fija en las
bolsas europeas, en las que los
inversores esperarán a conocer las mencionadas cifras de empleo, que
serán las que determinen la
tendencia de cierre semanal, como hemos señalado.