"Piden que se acorte el horario de las Bolsas. Lógico y deseable. Pero todo seguirá igual"

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 09 dic, 2019 16:34 - Actualizado: 08:24
relojmadera

Hace muchos días, semanas y meses que no sé qué hacer, ni a dónde ir. La oficina no se puede quedar vacía, aunque no hay órdenes, que ejecutar. Aun así, me he tomado unas cañitas con un amigo antes del mediodía y cuando he vuelto he sentido unas ganas enormes de llorar. No hay ni un puto euro sobre la mesa de operaciones. Valores emblemáticos negocian cacahuetes.

Seguimos de la mano de Wall Street. Ganas de llorar, porque el negocio se nos va. Imposible casar una sola operación, y con ello, estrenar la jornada. No hay liquidez. Apatía. Desgana. Inhibición. Hace cuarenta años, que no se producía un fenómeno similar. Si la secuencia se repite, no cabe augurar nada bueno. Muchos tendremos que cerrar, porque sigue la aversión a la Bolsa, que transmite mayor desidia a operadores e inversores potenciales. Aquí nadie se fía de nada ni de nadie. Sobra mucho tiempo. Desde la apertura a las 9 horas y 30 minutos de la mañana hasta el cierre a las 17 horas y 35 minutos de la tarde es mucho tiempo. Demasiado..."

"Desde hace unas semanas se pide a las autoridades acorten los horarios de la Bolsa y, con ello, se mejorará la conciliación entre trabajo y familia. Algo que suena muy bonito, pero no se cumplirá. Las Bolsas están en manos de cuatro y esos cuatro necesitan todo el tiempo del mundo, las veinticuatro horas del día, para hacer y deshacer. Para deshacer y volver a hacer", me dice uno de mis gurus favoritos, que añade:

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