La próxima batalla económica de Estados Unidos y China será por el cambio climático

China gastó más que EE.UU. en casi 2 a 1 en inversiones relacionadas con la transición energética entre 2010 y 2020, según los datos de BNEF citados por el equipo de investigación ESG del Bank of America en un informe el mes pasado.

Puntos de presión que incluyen “dominio de la cadena de suministro, políticas de fabricación centradas en el país, leyes relacionadas con los derechos humanos y aranceles comerciales relacionados con el carbono”, dijeron analistas de BofA.

El director gerente de investigación de BofA, Haim Israel, dijo que una “guerra climática” entre Washington y Beijing seguiría a la guerra tecnológica y la guerra comercial, ya que el cambio climático se convierte en el tema económico y político dominante de las próximas décadas.

No se trata solo de salvar el planeta. Creemos que las estrategias climáticas ofrecen una ruta hacia la supremacía global.

“No se trata solo de salvar el planeta. Creemos que las estrategias climáticas ofrecen una ruta hacia la supremacía global, ya que aquí hay mucho más en juego: el impacto económico del clima podría alcanzar los 69 billones de dólares este siglo, y la inversión en transición energética debe aumentar hasta los 4 billones de dólares por año ”, dijo Israel en un informe. nota de investigación en febrero.

“La independencia energética y el control de la cadena de suministro también están en juego con el equilibrio geopolítico de poder también vinculado al pico del petróleo en 2030”.

Israel dijo a la CNBC que Estados Unidos buscaría aumentar la legislación, la innovación y los flujos de capital hacia energías renovables como la eólica, la solar, las baterías y el hidrógeno.

“También vemos un aumento en los coches eléctricos. Recuerde que hoy, más o menos, el 50% de todo el petróleo del mundo se destina al mercado del transporte, y los automóviles son una gran parte del mismo. Así que quien controle los vehículos eléctricos y la tecnología de vehículos eléctricos definitivamente tendrá una gran ventaja en el futuro ”, agregó.

Las tensiones entre EE.UU. y China han continuado bajo la administración del presidente Joe Biden, y el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, llevó a cabo discusiones concisas con delegados chinos en Alaska el mes pasado.

Harry Broadman, director gerente y presidente de las prácticas de mercados emergentes y CFIUS en Berkeley Research Group, dijo a CNBC la semana pasada que la capacidad de los países desarrollados para crear, ejecutar y vender productos que avancen en la agenda climática sin afectar negativamente al mercado laboral daría forma a la economía. paisaje en los próximos años.

“Mientras la gente crea que va a haber un mercado para estas tecnologías y eso dependerá de lo barato que sea, y de si destruye o crea empleos, no necesariamente tiene que destruir empleos en absoluto, eso va a ser el imperativo de conducir, y creo que la carrera ya está en marcha ”, dijo Broadman.

Antes de la cumbre del Grupo de los Siete en Cornualles, Reino Unido, en junio, Broadman, un representante comercial adjunto de Estados Unidos durante la administración Clinton, dijo que el grupo de las principales economías necesitará evolucionar drásticamente su investigación y desarrollo y ciencia y tecnología de soberano a soberano. colaboraciones para competir con China.