Carlos Montero

¿Nos encontramos en un escenario de estancamiento secular?

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Capitalbolsa | 16 jul, 2014

Hay una máxima que desde hace ya años se está implantando en la comunidad económica y financiera y es que no volveremos ya a las tasas estructurales de crecimiento de la segunda mitad del siglo XX. La nueva normalidad, como ya se denomina, es la de crecimientos moderados, baja inflación y reducidos tipos de interés.

Una de las principales derivadas de esta hipótesis, de ser cierta, es que los ratios a los que se pagará la renta variable deberán bajar. Es decir, un PER 10 veces beneficio que ahora podría considerarse un nivel óptimo de entrada podría no serlo si la tasa de crecimiento de largo plazo se reduce a un solo dígito. Esto es por ejemplo lo que está sucediendo en el sector bancario estadounidense, donde títulos como JP Morgan o Goldman Sachs están cotizando con un PER en los entornos a 10 veces beneficio pero tienen estimaciones de ganancia en los próximos años del 5% anual. No son buena compra aunque antes a esos ratios sí lo serían.
Pero como decíamos, esto se produciría en caso de que "la nueva normalidad" fuera el escenario en el que nos moviéramos a partir de ahora. No todos están de acuerdo. León Cornelissen, jefe de economistas de Robeco, es uno de los analistas que cree que las predicciones de "estancamiento secular" son demasiado pesimistas. Cornelissen cree que el mundo se recuperará gradualmente de la "resaca" de la crisis financiera y de la desaceleración económica, aunque podríamos tardar 10 años para que se retornara a las condiciones anteriores a 2008.
En última estancia, sin embargo, "la nueva normalidad" verá un retorno a los promedios históricos de crecimiento en EE.UU. alrededor del 2,75%, en la UE en torno al 1,75%, con unos tipos de interés en las cercanías del 5% y una inflación sobre el 3%.
"Hemos tenido la recesión más severa desde la década de 1930, todavía no nos hemos recuperado, es un proceso largo. Así que en realidad no es de extrañar que algunas personas predigan un "estancamiento secular". El hecho es que si usted tiene una grave crisis financiera en combinación con una grave crisis económica, se necesitará mucho más tiempo para que nos recuperemos por completo. Todas las resacas finalmente acaban y luego hay un retorno a la normalidad. Para mí es difícil caer en el pesimismo. Estamos en medio de una serie de positivas innovaciones - fracking, la impresión 3D y la revolución digital - y probablemente en la víspera de la ingeniería del ADN", afirma Cornelissen.
"Una serie de sucesos extremos han llevado a pensar a muchos analistas que lo que es básicamente una cirugía de emergencia se ha convertido en normal. Unas tasas de interés cerca de cero para hacer frente tanto a la crisis financiera como la económica no tiene precedentes en el mundo desarrollado fuera de Japón. La amenaza de deflación después de años de austeridad, y planteamientos de tipos por debajo de cero en la UE, se ha producido por primera vez en el viejo continente desde la década de 1970. La flexibilización cuantitativa actual, con enormes inyecciones de liquidez por parte de los Bancos Centrales de todo el mundo para estimular el crecimiento, no se ha ejecutado en esta escala desde la Gran Depresión. El término "estancamiento secular" fue acuñado en 1938 al final de la Gran Depresión, pero no va a repetirse. Ahora estamos ante un montón de dudas y riesgos, pero eso es inevitable en un proceso de recuperación. La creencia es que nos vamos a ver atascados en tipos de interés negativos, y eso es completamente equivocado", añade Cornelissen.
Este economista cree que existe un amplio margen de mejora en la productividad en países emergentes, y en los problemas estructurales que sufren la zona euro y EE.UU. Esas mejoras se irán produciendo poco a poco, y finalmente se alcanzará la normalización aunque se tarde una década para ello.

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