Cuando se rompe la hucha

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Capitalbolsa | 28 mar, 2015

Los niños que crecieron en el "tardofranquismo" estaban habituados a que los abuelos les regalaran una libreta de ahorro y una hucha en forma de cerdito, donde podían meter las monedas que se les regalaba por haber sido "buenos". En una España en la que consumir era un lujo, en las familias se fomentaban las virtudes del ahorro "por lo que pudiera venir".
Y no era para menos. La Economía del Bienestar se veía como algo de lo que disfrutaban los europeos, y los sufridos españolitos de a pie tenían que esperar a que se hiciera alguna película en Almería, o a que llegasen las suecas a lucir palmito en las playas para que entrasen las divisas de las que tan necesitado estaba un país, al que no se le permitía emitir Deuda Pública, sencillamente porque nadie se la iba a comprar. (Leer más)

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